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madi

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  1. Aunque un mes después supongo que este post será completamente inútil, quería decir que en el Yellow Hostel ya no ofrecen desayuno (me lo han confirmado por teléfono los del albergue, ahora soy yo el que busca albergue en Roma). Por los comentarios que he leído en éste y otros foros, el desayuno era increíble y podría compensar la diferencia de precio, pero ahora ya no sé si merece la pena...


  2. Pues eso, hablando con el_okapi nos ha parecido buena idea organizar una kdd aprovechando que somos unos cuantos emigrantes por estas tierras. Todavía están por determinar el lugar y la fecha, preferiblemente en algún fin de semana de noviembre excepto el primero (11-12, 18-19, 25-26), pero ya concretamos entre los asistentes.

     

    Bueno, ¿qué os parece? ¿quién se anima? :cool:


  3. DÍA 6: FÜßEN

     

    El desayuno buffet es sensacional: cereales, yogur líquido, tostadas con diferentes tipos de pan, mantequilla, surtido de mermeladas, embutido, quesos, zumos, cafés, té, infusiones... Como se quedó una cama libre junto a mis compañeros de viaje, me cambio de cama. Con las pilas bien cargadas, nos encaminamos a la estación para hacer una excursión al Palacio de Neuschwanstein o del Rey Loco (en realidad no es un castillo sino un palacio, una mala traducción del alemán). También se conoce como el castillo de "La bella durmiente", puesto que Walt Disney se inspiró en él para el castillo del célebre cuento; si bien erróneamente también se asocia el palacio a otros cuentos como "La cenicienta". En la estación, JJ puede por fin sacar dinero con su tarjeta de crédito (en Austria no se lo permitió). Además, poco a poco se le está rompiendo su único pantalón largo y tenemos que darle un zurcido con el kit-de costura. En el tren hasta Füßen fui al servicio y ¡me encontré en el vagón vecino a Kililo! Después de esta gran casualidad, se unió para pasar el día con nosotros.

     

    München Hauptbahnhof – Füßen, 8:31

     

    FÜßEN

     

    Taquillas de Füßen: 3 / 2 €.

     

    Para llegar hay que:

    • Ir en tren hasta Füßen.
    • Ir en autobús hasta Hohenschwangau: bus 73 ó 78, salen junto a la estación y cuesta 1.55 € el trayecto (no hay descuento por ida y vuelta).
    • Subir hasta el castillo, para lo que existen varias opciones:
      • A pie, unos 40 minutos de una subida importante.
      • En autobús, desde el Hotel Lisl. 1.80 € la ida, la vuelta es mucho más barata al ser cuesta abajo.
      • En coche de caballos.

    No es demasiado difícil porque está lleno de turistas, especialmente japoneses. La opción que escogimos, y que recomiendo, es subir en bus y bajar a pie. La entrada se compra antes de subir al castillo (en Hohenschwangau, al final del paso 2; en realidad el castillo NO está en Füßen a pesar de lo que se cree habitualmente); aunque nosotros no lo visitamos por dentro, las colas son importantes. En el castillo permiten acceder al patio de entrada, así que incluso sin visitar el interior, la visita es imprescindible. Las mejores vistas (y las fotos) se obtienen desde el Marienbrücke, un precioso puente pero que no da mucha seguridad. Además, el paraje es precioso y el descenso hasta el pueblo es estupendo. A estas alturas no puedo añadir nada más a todo lo que ya se ha recomendado en el foro de este increíble palacio...

     

    En Alemania en muchos establecimientos te cobran un impuesto (Pfand) por los envases que te reembolsan al devolver el envase. Nuestro amigo José Luis que cada día compraba una botella de agua, nunca tenía oportunidad de devolver el envase porque cada día cambiábamos de ciudad y de establecimientos. Cuando volvimos a Füßen, teníamos diez minutos para comprar en el supermercado algo de comer antes de que saliera el tren; al final lo conseguimos a pesar de que delante de nosotros un alemán llevaba toda una mochila de botellas para reciclar.

     

    Después nos montamos en el tren, pero no teníamos claro si era el correcto, así que nos bajamos corriendo a consultar los horarios de las salidas (el tren estaba a punto de salir). Volvimos a subir corriendo y viendo el panorama una chica alemana que hablaba español se acercó a echarnos una mano y preguntó al conductor dónde teníamos que apearnos (aunque algunos trayectos son directos, éste requería dos transbordos). Si no hubiera sido por ella creo que todavía seguiríamos subiendo y bajando del tren...

     

    Füßen – Marktoberderf

    Marktoberderf – Buchloe

    Buchloe – München Hauptbahnhof

     

    MÚNICH

     

    En el albergue compré un par de postales (más caras que en el exterior) y después, en una máquina automática de correos, sellos de 0.55 € por error; ya que se supone que desde Alemania los sellos para el extranjero deben ser de 0.65 € (0.55 € era en Austria); pero en cualquier caso las postales llegaron a España.

     

    Dedicamos la tarde completa a lavar; no se nos había ocurrido que pudiera requerir tanto tiempo entre la lavadora (hora y media), la ropa que hay que lavar a mano y luego centrifugar y la secadora (dos horas). A pesar de haber pagado ya la secadora del albergue (5 € dan derecho a lavadora, secadora y detergente); optamos por ir a una lavandería cercana (en Parkstraße, recomendada por la gente de recepción y abierta 24 horas) a secar la ropa; cada periodo de 10 minutos costaba 0.60 €, y con tres de ellos se secó más o menos la ropa (excepto la que lavamos la mano y centrifugamos, no nos cabía toda en la lavadora). Recomiendo que llevéis ropa que no destiña para lavar a mano lo menos posible y que contéis en vuestra planificación con el tiempo que perderéis en lavar.

     

    Kililo cenó con nosotros y como le gustó el albergue, reservó desde allí para el albergue de Berlín, al que nosotros también iríamos unos días después. Después de cenar fuimos a tomar una cerveza. Pasamos por Marienplatz, que es preciosa con la iluminación nocturna, y fuimos a la cervecería más famosa del mundo, la Hofbräuhaus. Cuando nos sentamos, vino un camarero con bastante mala sombra a decirnos que estaba cerrado (pues haber cerrado la puerta, no?). Después de vagar sin rumbo, encontramos una cervecería llevada por unos italianos en Isartor (el barrio gay, pero ojo, llegamos por casualidad!!) donde tomamos una cerveza mientras escuchábamos bachata (los camareros quisieron agradarnos poniendo música en español); ese día me enteré por Internet de que había probado un examen que no esperaba, así que invité yo. Después nos despedimos de Kililo por segunda vez y nos fuimos a dormir. Por cierto, en la estación de S-Bahn Marienplatz hay servicios de uso gratuito.

     

    München Hackerbrücke – München Marienplatz (S-Bahn)

     

    Gastos

    • Bus a Hohenschwangau: 3.10 €
    • Bus al castillo: 1.80 €
    • Supermercado (comida): 2 €
    • Supermercado (cena): 2.40 €
    • Internet: 1.50 €
    • 2 postales: 1.10 €
    • 2 sellos: 1.10 €
    • Lavadora: 1 €
    • Secadora: 0.45 €
    • Cervecería (invito yo): 16.90 €

    Total: 31.35 €


  4. Hallstatt es de lo mejor, sí. Bueno, la verdad es que casi todos los días comimos de supermercado, que yo recuerde ahora, restaurantes sólo en Schaffhausen, Hallstatt y Berlín; y algunos McDonalds (no quedaba más remedio). Pero bueno, se puede gastar menos de lo que nos gastamos en supermercados, porque la verdad es que nos cuidábamos, siempre comiamos con pan, fruta, yogures, chocolate... Y Jose todos los días se comprueba su botella de agua mineral (a veces con gas) :D pero eso sí está excluido del importe.


  5. GUÍA práctica de PISA para Erasmus y demás

     

    Cómo llegar

     

    Pisa tiene su propio aeropuerto internacional (Aeroporto Galileo Galilei). No obstante, también pertenece al área metropolitana de Florencia, por lo que una consulta sobre los aeropuertos de Florencia puede devolver también el de Pisa a pesar de que está dentro de la ciudad. Desde España, llegan vuelos directos de Air Nostrum (filial de Iberia) desde Madrid y Barcelona y de Ryanair desde Girona, Valencia y (desde el próximo mes de noviembre) de Sevilla. Desde Granada, la mejor solución es desplazarse a algunas de estas ciudades, hacer trasbordo en otros aeropuertos (Ryanair vuela a Londres Stansted, Liverpool y Frankfurt Hahn) o volar a otra ciudad italiana (EasyJet permite volar desde Málaga – Milán Malpensa y en noviembre Ryanair inaugura vuelos Granada - Milán Orio al Serio).

     

    Desde el aeropuerto también sale la línea 1 de autobús. Los billetes de autobús no se venden en el vehículo, sino en los estancos (tabacchi, señalizados con un gran T como en España) al precio de 0.85 € (también hay abonos). Una vez que se validan en el autobús, tienen una validez de 60 minutos (se permiten transbordos). Otra opción es coger un tren (Stazione Pisa Aeroporto) a la estación central (Stazione Pisa Centrale, precio 1.10 €, horarios); donde hay una parada de 7 de las 15 líneas de autobús diurnas de la ciudad. Para los interraileros que sólo quieren ver la Piazza dei Miracoli y marcharse a casa, la estación más cercana es Pisa San Rossore, aunque son pocos los trenes que paran allí.

     

    En caso de tener mucho equipaje, hay una parada de taxis (aunque requiere un poco de paciencia que aparezca uno); el taxi a mi casa me costó 8.80 € con maletas (creo que los fines de semana es más caro).

     

    Dónde vivir

     

    Pisa es una ciudad universitaria, con una población de 100.000 personas de las que 30.000 son estudiantes, por lo que encontrar alojamiento no resulta nada fácil. En especial, normalmente requieren una estancia de un año; estar cuatro meses es bastante complicado (paciencia a los Erasmus que vayan sólo un cuatrimestre). Las residencias universitarias son escasas, bastantes estrictas (en una de ellas uno de los múltiples requisitos para entrar era una carta de mi párroco), no tienen página web para gestionarlo desde España y no deben ser buenas porque nadie las recomienda. En Relaciones Internacionales tienen acuerdos con algunas residencias y pueden conseguirte una habitación (son muy amables y puedes escribir emails en inglés (m.mazzottaarrobaadm.unipi.it).

     

    No obstante, lo habitual es buscar un piso. Se puede encontrar piso a través de Internet, principalmente en las páginas TamTam Studenti y Saimicadove. Recomiendo escribir los e-mails en italiano (mi experiencia es que la inmensa mayoría no responde los correos escritos en inglés aunque les digas que ellos pueden contestar en italiano) o, mejor, llamar por teléfono (muchos no leen el correo). Lo habitual es llegar a Pisa unos días antes y buscar alojamiento desde aquí. Para los primeros días lo más económico es el cámping Torre Pendente (no muy lejano del centro de la ciudad y no se necesita llevar tienda) y el albergue (Ostello della Gioventù "Il Convento", cuidado porque en italiano albergo significa hotel; albergue se dice ostello) situado en Madonna dell’Acqua, un pueblo situado a unos 2 km al que llega el autobús urbano (línea 1).

     

    Los estudiantes Eramus y de doctorado pueden ponerse en contacto con la sede en Pisa de la Eramus Student Network; una asociación internacional de estudiantes Erasmus que ayudan a buscar alojamiento (buscan anuncios y llaman ellos para que no tengas problema con el idioma), organizar actividades lúdicas (fiestas, viajes o cine en italiano los lunes en Piazza dei Cavalieri), facilitan conocer gente... La sede está en Via Fermi 8, al final del pasillo en una puerta con un cartel rojo "Erasmus alert". Cuidado porque antes de encontrarlo, pregunté, me dijeron que ya no estaba en ese edificio y me mandaron a otra dirección que resultó ser la Oficina de Relaciones Internacionales. La asociación la llevan voluntarios (que generalmente han estado de Erasmus años atrás), así que no hay garantía de encontrar a alguien (parece ser que suele haber alguien de 15:30 a 17:30), pero contestan el correo electrónico (esnpisaarrobayahoo.it). Son una gente estupenda y los dos que a mí me atendieron incluso hablaban español (uno había estado de Erasmus en Valencia). El carné de estudiante Eramus Internacional cuesta 5 € de nada (también hay que llevar una foto) y da derecho a descuentos en un pub, promociones especiales de móvil e Internet, etc.

     

    En los pisos se ofrecen habitaciones individuales (camera singola) o dobles (camera doppia). En este último caso, lo habitual es encontrar anuncios de una cama en una habitación doble (posto in doppia); también es habitual que quieran alquilar la doble a una única persona (camera doppia uso singolo). Las individuales (que son las que me interesaban a mí) pueden tener un precio entre 180 y 400 €, en función de la zona y el equipamiento. En palabras de mi amigo de la ESN, una habitación de menos de 180 € "debe ser un puti-club o algo". Siempre hay que preguntar si el precio incluye otros gastos (spese incluse) como luz, agua, calefacción (riscaldamento) o comunidad (condominiale), porque lo habitual es que no estén incluidos. Algunos aspectos de interés en un piso son teléfono, ADSL (en los pisos italianos es sinónimo de Internet), lavadora (lavatrice), calefacción, aparcamiento para coches (posto macchina) o bicicletas (posto bici). No obstante, en la ciudad hay abundantes cábinas telefónicas, puntos de Internet (creo que no demasiado baratos), lavanderías y la gente aparca las bicicletas en cualquier sitio sin preocuparse por la seguridad.

     

    Desplazarse por Pisa

     

    Además del autobús urbano ya comentado, existe otra alternativa para desplazarse por la ciudad: la bicicleta. Pisa es una ciudad muy llana y el uso de la bicicleta está bastante extendido. Eso sí, en palabras mi amigo de la ESN ("nosotros no tenemos mucha costumbre de alquilar bicis ni de comprarlas: las robamos [sobre todo de la estación]). Como lógicamente es una opción que no recomiendo, las alternativas para comprar una bicicleta usada a buen precio son recurrir los anuncios de Saimicadove o las ventas de bicicletas usadas que se hacen una vez al mes en el parking de Via Nicolini, un miércoles de 14:30 a 17:30 (antiguamente era los sábados a las 9 de la mañana a Via Cesare Battisti 51, lo digo por si os dan esa dirección como me sucedió a mí), donde el ayuntamiento vende bicicletas abandonadas reparadas (es importante llegar temprano para conseguir las mejores bicicletas), dicen que pueden salir por 10 ó 15 €. Pero lo cierto es que yo, casi un mes después de haber llegado a la ciudad, todavía no he encontrado una bicicleta.

     

    El centro es compacto y se puede recoger a pie; pueden conseguirse mapas gratuitos en las oficinas de información turística (hay una en Piazza Vittorio Emmanuele, cerca de la estación central de tren, otra en el Ponte di Mezzo y una tercera junto a la Torre de Pisa). En Internet hay mapas on-line; no recomiendo el de HotMaps porque precisamente mi ubicación de mi calle estaba intercambiada con la paralela y me tuvo un buen rato dando vueltas.

     

    Dónde comer

     

    Hay tres comedores universitarios (Mensas) en Via Martiri (Mensa Centrale), Via Betti (Mensa Concetto Marchesi) y Via Cammeo 51. El horario depende de la estación, la Mensa y el día de la semana: el horario aproximado de verano es de 12 a 14:30 para el almuerzo y de 19:15 a 21:30 para la cena; el horario de invierno adelanta las horas 15 minutos. Los sábados y domingos todas las Mensas no ofrecen todas las comidas, y además el horario es diferente.

     

    Las tarifas son las siguientes:

    • Pasto completo: Primer plato + Segundo plato + Contorno + Postre = 2,10 €
    • Pasto ridotto 1: Segundo plato + Contorno + Postre = 1,60 €
    • Pasto ridotto 2: Primer plato + Contorno + Postre = 1,20 €

    El contorno es una guarnición (ensalada, patatas...); el pan y el agua son gratuitos lo que implica que puedes beber tanto como quieras (agua, refrescos y cerveza). Vamos, puedes beberte siete cervezas sin problema, supongo que siempre que no te emborraches y empieces a dar la nota. La otra noche probé y comí ensalada de arroz, hamburguesa con patatas, agua, cerveza y un yogur. No puede acabar la ensalada, la hamburguesa ni las patatas. Bueno, ni la bebida, porque si en algo se parecen España e Italia es en la calidad de las cervezas.

     

    Para poder utilizar los comedores hay que poseer una tarjeta magnética (Tessserino Mensa) que conceden a los estudiantes en el momento de la matrícula. También es posible solicitar una provisional en una Mensa; para lo que hay que presentar un certificado relleno y firmado por el profesor responsable (de Eramus o doctorandos), cuesta 1€. Una vez en posesión de la tarjeta, para poder comer hay que recargar el saldo en las máquinas automáticas que hay en las Mensas (se recomienda hacer el pago en horas diferentes a las de la comida para evitar colas).

     

    Otros aspectos de interés

    • El clima, en verano, es muy cálido. La temperatura es inferior para hay una mayor humedad, por lo que la sensación térmica no es muy diferente al sur de España. El clima es ideal para los mosquitos que están omnipresentes.
       
    • En Italia amanece y anochece antes y los horarios de los comercios cierran antes (siete y media como muy tarde, en verano a las ocho). Hay supermercados económicos como el Lidl y centros comerciales como el Carrefour (situado en Via Ganghi, en San Giuliano Terme, abre de lunes a sábado hasta las 9 de la noche) o Pisanova (en el barrio homónimo). En Piazza delle Vettovaglie hay un mercado de fruta y en Via Alberto Paparelli (cerca de Carrefour) y Via San Martino hay mercadillos de ropa los miércoles y sábados por la mañana.
       
    • A pesar del alto número de estudiantes, es una ciudad tranquila y ni siquiera se te ocurra pensar en salir de marcha con los horarios españoles. El Milli Bar, en Via Palestro, ofrece descuentos a los poseedores del Carné Erasmus Internacional (por ejemplo, la cerveza es 50 céntimos más barata).


  6. No te puedo dar mi opinión porque no he estado en ninguno. Me parecen unos precios muy raros, eso de no redondear creo que no es habitual en Alemania. A lo mejor digo una tontería pero, ¿seguro que están en euros? He mirado por curiosidad la web del Brackpacker de Bremen y los precios por noche son diferentes; concretamente al hacer un amago de reserva sin confirmar el precio que me aparecía era de 16 + 3 de ropa de cama que no son obligatorios.

     

    He visto en su web que el HappyBedHostel no incluye ropa de cama, cuesta 3.50 € una única vez (creo que es obligatoria pero la página está en alemán). Como son muchas noches seguramente te compensa, pero para que tengas donde elegir yo te recomiendo el Meininger, puede salir 12.50 € con todo incluido, incluso un desayuno buffet libre sensacional. Ten en cuenta también la localización porque en Berlín el transporte público es muy caro (más de 2€ el billete sencillo).


  7. Título: Perchè Io Sono Andato (di casa)? (De las aventuras y desventuras de un tosco en la Toscana)

    Autor: madi

    Viaje: NO InterRail

    Lugar: Italia

    Fecha: Septiembre - Diciembre 2006

    Dirección: http://forums.inter-rail.org/index.php?showtopic=12816

     

    Título: Un destino tras los raíles (InterRail Zona C, agosto 2006)

    Autores: madi y Selem

    Viaje: InterRail

    Lugar: C

    Fecha: Agosto 2006

    Dirección: http://forums.inter-rail.org/index.php?showtopic=12679


  8. SAN GIMIGNANO

     

    San Gimignano es un pueblecito medieval declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es célebre porque en la Edad Media las familias ricas competían por construir la torre más alta como una muestra de poder y riqueza. En aquellos tiempos había 72 torres, actualmente "sólo" se conservan 14. Una fotografía por si acaso alguien pensaba que las torres gemelas eran un invento de los americanos.

     

    post-12893-1159204197_thumb.jpg

     

    Para llegar a San Gimignano hay que ir primero hasta Empoli en tren. Una vez allí se puede ir a San Gimignano en autobús directo o bien ir en tren a Poggibonsi (estación Poggibonsi – San Gimignano) y desde allí en autobús a San Gimignano (yo escogí esta última opción: el tren Pisa – Poggibonsi cuesta 5.20 € el trayecto). Los dos trenes están sincronizados, así que el tiempo para hacer el cambio puede ser escaso (esto puede ser un problema debido a los frecuentes retrasos italianos). Sin embargo, los autobuses desde Poggibonsi no están sincronizados con los trenes. De hecho, los horarios que pueden encontrarse en <a href="http://www.sangimignano.net/bus/">Internet</a> no son correctos, pasan muy pocos autobuses al día e (incomprensiblemente para un destino turístico) los días festivos circulan todavía menos. En las paradas pueden encontrarse horarios contradictorios, así que lo mejor es ir a información a preguntar, subiendo por la calle de la estación a la derecha; allí tienen horarios y venden los billetes (1.70 € el trayecto, no hay descuento por comprar ida y vuelta).

     

    San Gimignano es realmente un pueblo precioso y por ello está lleno de turistas. Tengo que reconocer que yo no lo conocía antes de mi aventura en Pisa, pero parece ser que es bastante famoso. Tiene una catedral (3.50 € la entrada, así que no entré), bonitas plazas entre las que destaca la de la Cisterna (con un pozo central), los palacios con sus torres, murallas bien conservadas (un paseo las circunvala), algunas iglesias que encontré cerradas y museos curiosos como el dedicado a instrumentos de tortura o el del vino (el Vernaccia de San Gimignano es un vino blanco con cierto prestigio). Pero sobre todo, el casco antiguo medieval está muy buen conservado, cada casa es un monumento que merece una fotografía y lo mejor que se puede hacer en el pueblo es dejarse perder por sus calles y vagar sin rumbo. También recomiendo los puntos panorámicos desde los que observar la campiña toscana, hay uno junto a la Via Pandornella y otro maravilloso en el antiguo castillo (Rocca di Montestaffoli). Fuera de los murallas hay unas fuentes medievales que no recomiendo visitar porque no merece demasiado la pena y aunque no está lejos, la cuesta que hay para regresar al pueblo es muy considerable. En la céntrica plaza de la catedral hay un punto de información turística donde pueden conseguirse mapas gratuitos. En la plaza de la cisterna hay una heladería que presume de tener los mejores helados del mundo e incluso tienen un recorte de un periódico en alemán que dice eso mismo en su titular; la verdad es que no son nada espectacular. Por cierto, aunque los helados italianos son muy buenos, los conos de galleta están bastante peores que en España.

     

    El autobús de vuelta se coge al lado de donde finaliza el autobús de ida, en la Piazzale Martiri Montemaggio. Mientras estaba sentado en la parada, me preguntaron unos turistas franceses por los horarios de los autobuses y yo tuve que responder usando una mezcla de inglés y lo poco que sé de catalán. Como vio que controlaba, me preguntó un turco y ya nos hicimos superamigos e incluso me senté con él en el autobús (bueno, no había más sitios libres). Nos entendimos aunque hablaba un inglés regular, por ejemplo dijo que había estado en la Toscana hace cincuenta años (quería decir quince, porque no era tan viejo). Dijo que conocía muchas ciudades españolas como "Madrid, Barcelona, Sevilla Fútbol Club, Osasuna, Real Sociedad...". Claro, resulta que en Turquía todas las semanas ven gratis dos partidos de fútbol de la liga española. Y nosotros pagando.

     

    En Poggibonsi cogí el tren de vuelta a casa. Los servicios de la estación son gratuitos pero, si en una estación italiana los servicios son gratuitos es porque dan auténtico asco (también lo comprobé en Vernazza un par de semanas antes). No hice una fotografía porque me pareció de pésimo gusto enseñarla, pero debería haberlo hecho. Además, eran servicios al <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Squat_toilet">antiguo estilo italiano</a>. El tren que me llevó era bastante moderno, pero tenía 7 minutos para hacer el trasbordo y llegó 5 minutos tarde, así que casi me cuesta otro disgusto...


  9. DÍA 5: SALZBURGO E INNSBRUCK

     

    SALZBURGO

     

    Salzburgo fue la mayor decepción del viaje. Habíamos escuchado que la ciudad era incluso más bonita que Viena; según mi criterio es una ciudad con casas y calles bastante normaluchas (por no decir feas), con un puñado, eso sí, de estupendas iglesias. Tampoco ayudaron el clima (con intensa lluvia), el incidente del albergue y el encontrarnos avispas, Mozart y Sonrisas y Lágrimas (“The sound of music”) hasta en la sopa. Comenzamos a visitar la ciudad temprano y fue todo un acierto porque todavía no había llegado la marabunta de turistas que veríamos más adelante.

     

    Itinerario: Palacio Mirabell (con estupendos jardines), casas donde nació y vivió Mozart, ayuntamiento, iglesias Kollegienkirche Franziskanerkirche, Peterskirche, catedral (Dom, donde disfrutamos durante la misa de una impresionante actuación musical en directo) y Kajetanerkirche, plazas Residentplatz y Mozartplatz. El castillo tenía buena pinta desde abajo pero no llegamos a subir, preferimos ahorrar el dinero e invertir el tiempo en conocer Innsbruck, y no me arrepiento de la elección. El casco antiguo es Patrimonio de la Humanidad.

     

    Pasamos por el albergue para recoger las mochilas (estaban todas tiradas en el suelo de una habitación hasta el punto de que no se podía andar) y fuimos a la estación, donde tienen información turística con mapas gratuitos y donde no pude mirar el precio de las taquillas de la estación porque no quedaba ni una libre y la máquina no me facilitó la información; cuidado porque unos españoles andaban por allí sin sitio donde dejar las mochilas.

     

    Salzburg Hauptbahnhof – Innsbruck Hauptbahnhof, 12:30 – 14:30

     

    INNSBRUCK

     

    En los servicios de la estación los urinarios son gratuitos, para lo demás hay que pagar. Hay un punto de información, pero los mapas cuestan 1 ó 2 €. Por cierto que pregunté en alemán y el señor me respondió en español, todavía no sé por qué (¿quizá por especificar si el mapa era gratuito?). Comimos en la propia estación en un bar que tenía dos zonas que no estaban delimitadas claramente: una de comida rápida y otra tipo restaurante más cara; sin darnos cuenta nos sentamos en el restaurante, pero afortunadamente nos dimos cuenta a tiempo y subsanamos el error; comimos hamburguesas y salchichas mientras escuchábamos la carrera de Fernando Alonso.

     

    Precio de las taquillas: 3.50 € las grandes, 2.50 las medianas y 2 las pequeñas.

     

    Innsbruck nos pareció mucho más bonita que Salzburgo y no se ve tan rápido como dice la gente, no tiene menos cosas que ver que el resto de la ciudades que visitamos. La capital del Tirol está rodeada de altísimas montañas y debe ser impresionante ir allí en invierno cuando estén cubiertas de nieve; pero la ciudad es mucho más que el marco que la rodea.

     

    ¿Qué ver? Rudolfsbrunnen (una bonita fuente), Triumphpforte (arco del triunfo desde el que se hacen bonitas fotos a las montañas y al trampolín de esquí), columna de Santa Ana (Annasäule), Helblinghaus, antiguo ayuntamiento (Altes Rathaus), tejado de oro (Goldenes Dachl), puente sobre el río Inn que dio origen a la ciudad (el nombre significa precisamente eso, puente sobre el Inn) con casitas de colores (pero que nadie se espere las casitas junto al Onyar en Girona o el Nyhavn de Copenhague), la catedral (Dom zu St. Jakob), el Hofburg (palacio imperial), la iglesia Jesuitenkirche además de otras con preciosas cúpulas bulbiformes de cobre.

     

    Las fotos nos dieron la oportunidad de vivir algunas anécdotas. En primer lugar, nos hicimos unas fotos en una tienda de lencería con unas maniquíes que parecían a punto de abalanzarse sobre cualquier peatón. Más adelante, un español se ofreció a hacernos una foto diciendo que como era español no iba a robarnos la cámara, argumento que no nos satisfizo en absoluto. Finalmente, en una tienda de souvenirs tomamos prestados un par de sombreros típicos tiroleses para hacernos unas fotos (los devolvimos luego).

     

    Compramos un plátano como merienda y algo de pan para la cena. La salida de nuestro tren se retrasó una hora y, en prevención de males mayores, tuvimos que llamar al albergue para notificar nuestra nueva hora de llegada. Decidimos cambiar el IC por un regional que salía casi inmediatamente y llegaba a la misma hora; debimos sufrir algún tipo de Síndrome de Estocolmo porque preferimos estar en el tren a esperar a la estación y no nos arrepentimos porque el trayecto fue precioso, atravesando los Alpes a una velocidad casi turística; totalmente recomendable. Curiosamente, llegó un momento en que bajaron las temperaturas peligrosamente y encendieron la calefacción en el tren, algo que sólo notamos cuando empezaron a oler a quemado las suelas de las zapatillas que estaban colocadas sobre ella.

     

    Innsbruck Hauptbahnhof – München Hauptbahnhof

     

    MÚNICH

     

    Para llegar desde la estación central de Múnich a la estación del albergue (Hackerbrücke) es válido cualquier S-Bahn en sentido contrario al centro de la ciudad; es sólo una estación pero ya que está incluido con el billete de InterRail, conviene ahorrarse cargar con las mochilas. Por cierto, aprovecho para confirmar que los S-Bahne están incluidos pero no los tranvías; como se dice en algún post del foro supongo que por alguna traducción errónea de S-Bahn (tren suburbano) como tranvía.

     

    München Hauptbahnhof – München Hackerbrücke (S-Bahn)

     

    El albergue Meininger de Múnich (*****) es el mejor en el que he estado. En recepción nos atendieron un par de chicas simpatiquísimas (y muy guapas) que nada más vernos se alegraron de ver tanta gente y hablaban español. El precio no está mal para ser Múnich (19 € en habitación de 8) e incluye desayuno (buffet libre) y ropa de cama, Internet cuesta 1.5 € 20 minutos, no exigen ningún (estúpido) depósito por la llave como en los demás albergues (sí que lo exigen para prestar candados o toallas), en las habitaciones hay taquillas que requieren candado, lavar cuesta 5 € (uso de lavadora, secadora y un paquetito de detergente), en el sótano, decorado con graffitis chulísimos dedicados a la ciudad, hay una sala de juegos (futbolín, billar y ping-pong), la recepción está abierta 24 horas y la ducha (con gel gratis) requiere estar continuamente presionando el botón del agua. El albergue es más barato si utilizas la reserva on-line o reservas desde otro albergue Meininger. Teníamos una información procedente de la página web del carné ISIC, según la cual éste daba derecho en los albergues Meininger a un descuento del 5% y al uso de Internet durante unos minutos; pero resultó ser errónea y la consecuencia de ello es que al final no amortizamos los 6 € que cuesta hacerse el carné.

     

    Como nada es perfecto, el botón de la ducha requiere estar continuamente pulsado y nuestra habitación de 8 resultó estar dividida en dos habitaciones de 8 y 4 respectivamente; a mí me tocó dormir solo en una cama de la habitación de 4 la primera noche. Allí conocí a un chico australiano que vivía allí (le salía más barato que alquilar un piso) y que tenía un mecanismo con cuerdas para que al tirar de ellas el botón de la ducha quedara permanentemente pulsado. Era un chico estupendo, muy cariñoso (me daba un abrazo sin motivo aparente) y cuando le pregunté si le importaba que madrugara por el ruido; respondió que “hoy por ti, mañana por mí” y que a él el otro día tuvieron que aguantarle los compañeros de habitación mientras estaba con la novía “pum-pum” (con gesto incluido).

     

    Gastos

    • Bretzel: 1 €
    • Souvenir en Salzburgo: 8.90 €
    • Taquilla Innsbruck: 0.70 €
    • Comida: 4.50 €
    • Plátano: 0.40 €
    • Pan: 0,23 €
    • Llamada por teléfono al albergue: 1 €
    • Albergue Múnich (3 noches): 57 €

    Total: 73.73 €


  10. Efectivamente, el trayecto de Colonia al aeropuerto es en S-Bahn por lo que está incluido en el billete de InterRail.

     

    Sobre el itinerario, yo me empeñé en ir a Hamburgo, al final fuimos y no nos gustó demasiado. En cualquier caso, en una mañana lo tienes visto porque no tiene demasiado. Por la noche sí que es una ciudad bastante animada (sobre todo el Barrio Rojo), pero en cualquier caso yo saldría a Berlín el día 5 (incluso el 4). La capital sí que tiene bastante para estar entretenido, además puedes hacer excursiones cercanas a Potsdam o el campo de concentración de Oranienburg...


  11. DÍA 4: HALLSTATT

     

    Nos levantamos a las 7:15 y despertamos a todos nuestros compañeros de habitación, pero tardamos media hora en estar listos para desayunar y al final debimos hacerlo en diez minutos para no perder el tren. El desayuno del Westend consiste en cereales, bollos, mantequilla, mermelada, miel, nocilla, café, leche, té, infusiones y cola-cao. No hay problema para levantarse y volver a rellenar el plato. Al hacer el check-out, recojo el pasaporte que dejé como fianza y me doy cuenta de que en su interior había dejado el billete de InterRail para que no se arrugara. Sólo hay un tren directo de Viena a Hallstatt, y cuidado porque en los paneles de la estación viene anunciado como el tren a Salzburgo (algunos vagones van a Salzburgo y otros a Stainach-Irdning, que son los que interesan, así que más cuidado aún); lo descubrimos rápidamente gracias a llevar apuntado desde España el andén desde el que saldría el tren (la página de la DB no falló ni uno en todo el viaje); de lo contrario creo que se nos hubiera escapado.

     

    Wien Westbahnhof – Hallstatt, 8:34 – 12:27

     

    HALLSTATT

     

    Hallstatt es un precioso pueblecito (y muy tranquilo a pesar de los turistas) junto a un lago (Hallstätter See) del cual probablemente habrás visto fotografías aunque no conozcas el nombre. A pesar de la paliza en tren, y de que obliga a invertir un día entero del InterRail, es absolutamente recomendable; para nosotros de lo mejor del viaje. La llegada también tiene su encanto, porque el viaje en tren es largo, pero realmente bonito; transcurriendo junto a numerosos lagos que ofrecen bellas panorámicas. No pudimos sentarnos los seis juntos, ya que casi todas las plazas estaban reservadas; parecía el típico tren de otra época lleno de gente mayor que regresa al pueblo cargada con enormes maletas. Después de cuatro horas de viaje, Lidia decidió ir al servicio justo en el momento en que llegamos a la estación, por lo que estuvo cerca de quedarse en el tren y de conocer más lugares de los planeados. Nos bajamos en un pequeño apeadero al otro lado del lago, el cual debe cruzarse en un pequeño transbordador (2 € por persona cada viaje, los horarios vienen sincronizados con los horarios del tren).

     

    Como el apeadero no tiene taquillas, así que lo primero fue buscar dónde dejarlas. Buscamos el punto de información turística y preguntamos allí; amablemente nos dijeron que iban a cerrar pero que podíamos dejarlas enfrente; en una tienda de souvenirs donde no nos cobraron nada por ello. En este pueblo no voy a decir qué visitar, simplemente pasead junto al lago, subid hasta el cementerio, perdeos por sus calles y disfrutad del aire puro y la tranquilidad.

     

    Comimos en un pequeño restaurante trucha algunos y escalope vienés (Schnitzel) otros; la acompañamos con patatas y algunos además con ensalada (la ensalada era un minúsculo cuenco de lechuga que costaba 1.50 €). La regamos con una buena cerveza Stiegl, que resultó ser de medio litro y de 12 grados. Como no lo ha contado en su diario, lo cuento yo: Kililo no pudo dar más de unos pocos sorbos :roll:

     

    Después de coger un transbordador de vuelta, nos dirigimos a Salzburgo. A veces los trenes se retrasan, pero los trenes de enlace esperan unos minutos para permitir hacer el transbordo; y éste fue uno de esos casos. Ojo, esto no pasa siempre y es posible quedarse tirado (nos pasó en el Karlsruhe el día 14 de viaje).

     

    Hallstatt – Attnang-Puchheim, 17:32 – 18:50

    Attnang-Puchheim - Salzburg Hauptbahnhof, 19:07 – 19:52

     

    SALZBURGO

     

    Nos dirigimos al albergue, Yoho Youth Hostel (**), y sólo digo el nombre para que lo tachéis de vuestra lista de locales decentes. Nos acompañó Kililo y nos despedimos de él porque iba a coger un nocturno hacia Dortmund (al final viajó hacia Múnich haciendo varios transbordos). Teníamos una reserva en una habitación sin baño de 6 camas, 17 € por persona. Cuando llegamos, la chica de recepción nos dijo que nuestra reserva era en una habitación de 20 € por persona. Le dije que eso no era así y me respondió sencillamente que ella no había gestionado la reserva y que no tenía más habitaciones libres, que lo tomáramos o lo dejáramos como las lentejas. En esas circunstancias, nos vimos obligados a pagar los 20 y nos fuimos a la habitación. La habitación tenía baño (por ello la diferencia de precio) y efectivamente eran 6 camas, pero una de ellas era doble, siendo por lo tanto 7 personas. Eso en mi pueblo es publicidad engañosa, porque uno se espera camas individuales siempre que no se indique lo contrario; además la cama de matrimonio nos la asignaron y dos de nosotros tuvimos que compartirla (que no fue ningún problema, pero podría haberlo sido). Revisé bien mi copia de la reserva (fechada en abril, la llevé impresa desde España) y observé que se decía claramente en ella que queríamos una habitación sin baño interior; de modo que bajé a recepción y se la enseñé a la chica (la reserva). Ella se mostró totalmente reacia a escucharme, insistiendo todavía en los mismos argumentos pueriles de antes. Yo no desistí y al final llamó por teléfono a un superior, hablando en alemán (para su desgracia, entiendo un poco). Al final abrió su correo electrónico, comprobó que el correo que llevaba impreso era auténtico (lo que para mí fue una ofensa) y finalmente me devolvió los 15 € que nos correspondían por la incompetencia del personal del albergue. Como guinda al pastel, en lugar de decir una simple palabra de disculpa, lo único que hizo fue decirnos que a partir de ese momento no nos estaba permitido usar el baño y la ducha.

     

    Al margen de esto, la ducha y el baño de nuestra habitación estaban muy sucios (las duchas y baños comunes sí los encontramos limpios, aunque las duchas tenían una gran cerradura que no da ninguna seguridad a los pudorosos), no es nada (pero nada) fácil subir a las literas de arriba, las taquillas están en el pasillo y son de pago (1 € las grandes cada vez que se abre la taquilla, algo nunca visto por mis ojos); exigen un depósito de 5 € por cada llave, Internet cuesta 5 € cada hora, el check-out es hasta las 10 y el check-in hasta las 00. El precio incluye ropa de cama; al albergue no tiene cocina pero en el bar ofrecen comidas y desayunos; yo cené Potato Gröstl (un guiso de patatas con beicon y cebolla) y una ensalada; también había hamburguesas y pizzas (congeladas) entre otras cosas.

     

    En resumen, en este albergue no mueve un dedo por ayudarte, no hay garantía de que te vayan a proporcionar lo que has reservado (no me vale como excusa que eso sea algo relativamente habitual), no es demasiado limpio y más bien caro (si además quieres usar taquillas y/o Internet ni te cuento), así que NO LO RECOMIENDO ni a mi peor enemigo. Por sólo 2.50 € más puedes dormir en el Meininger de Múnich con un desayuno buffet libre incluido.

     

    Gastos

     

    • Transbordador: 4 €

    • Almuerzo: 11.30 €

    • Albergue Salzburgo (1 noche): 17 €

    • Cena: 6 €

     

    Total: 38.30 €

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