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Ampelfrau

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Mensajes publicados por Ampelfrau


  1. Si llegáis a Berlin la mañana del día 3 en un nocturno podéis aprovechar el billete inter tal y como dices y visitar Potsdam y sus palacios.

     

    Respecto a los vuelos, puede que Düsseldorf sea una buena opción con Ryanair, y luego de ahí tirar para Berlin. O hacer Barcelona-Budapest (también hay con Ryanair) y mantener la segunda parte del itinerario (Praga-Berlin-Viena-Venecia en nocturnos). Aunque si os convence más hacer lo de Bruselas-Amsterdam-Berlin también es posible, más cansado y veis peor las ciudades, eso sí.


  2. El billete interrail empieza a ser válido a partir de las 00:00 de un día. Es decir, para poder coger ese nocturno a las 19:38 el día X vuestro billete inter debería ser válido desde las 00:00 del día X, lo cual quiere decir que perdéis 19 horas.

     

    Otra opción puede ser la siguiente (coger un avión es más sencillo y os ahorráis mucho tiempo, pero de todas formas te cuento): comprar el billete de tren a Paris fuera del inter, los he llegado a ver por 25€. Y así, vuestro billete interrail podría empezar al día siguiente en Paris sin perder ni un día de viaje.

     

    O si no, ahora que lo estoy mirando en bahn.de, he encontrado lo siguiente:

    Sin+t%C3%ADtulo.png

     

    Ahí pone que del 15 de julio hasta el 25 de agosto esta conexión existe todos los días, lo que no sé es cuándo tenéis pensado ir vosotras.


  3. Son dos días de viaje, además de cambiar de tren varias veces salís de Biarritz a las 15:13 (antes de las 19). Dicho esto, no sé si os compensa pasar tantas horas en tren con tantos transbordos perdiendo dos días de viaje, Biarritz tiene vuelos de Ryanair en su aeropuerto y Milán y Memmingen también.

     

    Lo del metro quiere decir que os llevaría unos 50mins cambiar de estación, y que debéis cambiar de linea de metro en la parada llamada Odeon.


  4. ♣DÍA 7: SALZBURG - MÜNCHEN♣

    Reencuentro con Il Commendatore y una explosión en plena ciudad

     

    Esta vez no madrugamos tanto como los demás días, ya que para la mañana solo tenemos planeado un último paseo por Salzburgo antes de marcharnos a Munich. A eso de las nueve y media comenzamos a organizar la ropa que tenemos desperdigada tanto por la habitación como por el pasillo, parece ser que ha terminado de secarse del todo tras el paseo en bici de dos días antes. Y por fin llega el momento que tanto temíamos: debemos bajar las mochilas por las escaleras que comunican la habitación con el pasillo. La verdad es que habiendo hecho la reserva con dos meses de antelación podrían haberse portado un poco y no mandarnos al granero... En fin. Se les perdona, aunque solo sea por las vistas desde el mirador. Bajamos las mochilas entre terribles sufrimientos y las dejamos en un hueco un tanto sospechoso debajo de un armario del comedor.

     

    DSCI4192.JPGMirador del albergue

     

    El precio incluye desayuno en el albergue, de modo que tratamos de desayunar dignamente para no andar con hambre después y aguantar hasta la hora de la comida. Acaparamos el mejor sitio para desayunar, una mesa para seis o siete personas con vistas a la ciudad y la fortaleza. Con el día tan bonito que ha salido hoy y esas vistas tan preciosas desde la mesa, no se puede pedir nada más. El desayuno consiste en zumo, pan (de centeno, como no), queso en lonchas, mantequilla y mermelada en un principio, aunque después traen panecillos de pan de verdad y una bebida caliente a elegir.

     

    Como hay mucha más luz que los anteriores días en Salzburgo, aprovechamos este momento en lo alto del Mönchsberg para sacar fotos (incluyendo algún que otro intento fallido de hacer una panorámica). Consideramos la opción de subir a la fortaleza medieval, Festung Hohensalzburg (http://www.salzburg-burgen.at/en/hohensalzburg/besucherinfo/preise-oeffnungszeiten/index.htm), opción que acabamos descartando debido al escaso tiempo que nos queda. La entrada sin funicular vale 8€, por esta vez decidimos pasar y dedicar la mañana a explorar mejor los alrededores de la catedral.

     

    DSCI4254.JPGBajando al centro

     

    Bajamos a la ciudad por el camino habitual, la verdad es que con el buen tiempo las vistas mejoran mucho comparando con los dos últimos días. Ya en la parte inferior de la colina volvemos a pasar por la Festspielhaus, lugar en el que se representan varias obras del famoso Festival de Salzburgo. Nosotras, claro está, no podemos permitirnos las entradas y tenemos que conformarnos con mirar los carteles. De todas formas es curioso ver a gente ataviada con los trajes típicos de la zona.

     

    DSCI4314.JPGIl Commendatore cerca de la catedral

     

    DSCI4279.JPGFestspielhaus

     

    DSCI4290.JPGResidenzplatz

     

    DSCI4299.JPGKapitelplatz

     

    Visitamos nuevamente la plaza de la catedral, he de decir que es uno de mis lugares favoritos de Salzburgo, siempre está muy animada y hay buenas vistas a la fortaleza. Callejeamos un rato entrando en varias tiendas de souvenirs, me quedo con las ganas de comprarme una caja de los conocidos Mozartkugeln, una especie de bombones rellenos de mazapán que por desgracia no me gustan. Con lo bonitas que son las cajas... Decido que no puedo irme de la ciudad sin nada de Mozart y acabo comprando un lápiz con un violín en la parte superior.

     

    DSCI4305.JPGMozartkugeln

     

    Las horas pasan rápido y pronto nos vemos obligadas a despedirnos de la encantadora ciudad e ir a por las mochilas. A pesar de la dudosa seguridad de la “consigna” del albergue, no nos han robado nada y nos encaminamos hacia el ascensor del museo. Pagamos los dos euros correspondientes y esperamos al autobús en la misma parada donde nos dejó dos días atrás. El bus llega en pocos minutos y nos lleva a la estación, el centro de Salzburgo es relativamente pequeño, por lo que se recorre en seguida.

     

    DSCI4351.JPGDesde el mirador del albergue

     

    DSCI4359.JPGBajando del albergue

     

    Ya es la hora de comer para cuando entramos en la estación. Como vamos cargadas con las mochilas y demás pertenencias, nos separamos y dos de nosotras van a comprar pan y algún dulce para el camino mientras las demás esperamos en un rincón con el equipaje. Desde ese lugar vemos claramente la pantalla que indica los horarios de los trenes y sus respectivos andenes, así que decidimos instalarnos ahí para comer y esperar a nuestro tren, que creo que llegaba sobre las tres o las cuatro. Ir de Salzburgo a Munich es sencillísimo, hay trenes directos cada hora como mínimo y el trayecto tiene una duración aproximada de dos horas.

     

    DSCI4373.JPGDesde el tren

     

    Puede que muchos de vosotros ya conozcáis el Bayern Ticket, pero lo explicaré brevemente para aquellos que desconozcan de lo que estoy hablando. Consiste en un ticket muy práctico para viajar por Baviera durante todo el día en trenes regionales. Un solo billete vale para un máximo de cinco personas, y el precio varía dependiendo del número de personas que viajen con el ticket, en nuestro caso eran 38€ (no llega a 8€ por persona). Además de todo el territorio bávaro, el Bayern Ticket incluye también ciudades como Salzburgo (Austria) y Ulm (Baden-Wurtemberg). Se puede comprar en las máquinas de Deutsche Bahn de cualquier estación, sale más barato (en las ventanillas cobran 2€ más). La estación de Salzburgo, a pesar de no ser Baviera, dispone de máquina de DB, de modo que no hay problemas para comprar el billete en dicha ciudad. Aquí os dejo el link de la página alemana de trenes, seguro que lo explica todo mejor que yo: http://www.bahn.com/i/view/ESP/es/prices/germany/bayernticket.shtml

     

    Apunte importante sobre el Bayern Ticket y en general todos los billetes comprados en las máquinas de DB: Es necesario VALIDAR el ticket después de haberlo comprado, existen unos aparatos habilitados para ello en las estaciones. He creído conveniente aclararlo porque las multas por viajar con un billete sin validar ascienden a unos 40€, por mucho que se haya pagado. Yo de esto me enteré después de haber hecho el viaje, por suerte no nos pillaron y nos ahorramos el disgusto.

     

    Una vez ya tenemos el pan para la comida abrimos el último paquete de embutido que nos queda y preparamos los bocadillos. Decidimos dejar el postre para un poco más tarde y recogemos el campamento que hemos montado en las escaleras. Escribo mi nombre en el Bayern Ticket que acabamos de comprar y en cuanto vemos que han puesto el andén de nuestro tren nos dirigimos a las plataformas.

     

    El viaje a Munich es tranquilo, al ser un tren regional la velocidad no es muy elevada y disfrutamos del verde paisaje Baviera, todo lleno de prados y pequeñas aldeas. Tras dos horas llegamos a la estación principal de Munich y en seguida notamos el cambio en el ambiente. Hasta ahora hemos visitado mayormente ciudades pequeñas (exceptuando Praga, cuyo centro tampoco es que sea demasiado grande), mientras que el tamaño de Munich es considerablemente mayor y por consiguiente tiene mucho más movimiento. Nuestro andén está perdido en la nada y tenemos que caminar unos diez minutos por el mismo antes de llegar a la estación propiamente dicha. Una vez allí buscamos la puerta principal, desde donde sabemos más o menos ir al albergue, el Wombats City Hostel por 22€ (http://www.hostelbookers.com/hostels/germany/munich/6146/).

     

    El albergue genial, el mejor junto con el de Praga, a dos minutos andando de la estación, a poco menos de media hora de Marienplatz, habitación espaciosa y con terraza, estupendo para pasar las tres últimas noches del viaje. Además, nos ponen en una habitación de cinco camas a pesar de tener reservada una de seis, por lo que queda asegurado que no nos meterán a nadie.

     

    Ponemos las sábanas y ordenamos nuestras cosas, tenemos seis taquillas y una mesa para cuatro personas, así da gusto. Salimos a la terraza y nos emocionamos por tener una para nosotras solas con sillas y todo. Poco antes de las siete de la tarde volvemos a ponernos en marcha, queremos ver los Englischer Garten esta tarde para poder dedicar el día siguiente al centro de la ciudad. Localizamos un supermercado en la estación, al cual decidimos volver más tarde a por provisiones. Bajamos a la estación de metro y cogemos una de las líneas que pasan por Marienplatz, donde debemos coger la U6 dirección Garching-Hochbrück y bajarnos en Universität. El Bayern Ticket incluye el metro de Munich, por lo que no tenemos que pagar.

     

    En la estación de Marienplatz hay demasiada gente e incluso policías que nos preguntan adonde vamos, por lo visto la línea U6 está cerrada a partir de cierto punto, afortunadamente hasta Universität funciona sin problemas. Pensamos que la línea está en obras y que ésa es la razón de que no funcione, al día siguiente nos enteraremos de que han descubierto una bomba de la Segunda Guerra Mundial y que la tuvieron que detonar. Todo eso a menos de un km de los Englischer Garten, y nosotras tan felices sin enterarnos de nada.

     

    Una vez llegamos a nuestro destino recorremos una gran avenida guiándonos por un mapa que nos han dado en el albergue y tras dar un par de vueltas innecesarias llegamos a los jardines ingleses sobre las ocho. El lugar me gusta mucho, hay grupos de gente sobre la hierba, unos cantan, otros bailan, hablan, etc. Buscamos sin éxito la famosa ola de los surfistas, y al no dar con ella simplemente paseamos por los jardines hasta que nos entra el hambre. Sabemos que en la torre china hay puestos de comida y un Biergarten, de modo que preguntamos a unos lugareños por dónde debemos ir. Nos lo indican mal, lo que nos lleva a dar cinco mil vueltas antes de dar con la torre, al fin la encontramos, pero llegamos completamente desorientadas y sin la más remota idea de hacia dónde queda la ciudad.

     

    DSCI4394.JPGEnglischer Garten

     

    DSCI4384.JPGBiergarten en Englischer Garten

     

    Compramos salchichas con patatas para variar y nos sentamos en una de las mesas a disfrutar de la cena. Es un lugar muy alegre y animado, tanto tiempo intentando encontrarlo ha merecido la pena. Nos quedamos conversando un rato antes de volver al albergue, en ese momento no tenemos ni idea del paseo que tendremos que dar. Como ya he dicho, no tenemos ni idea de dónde queda la parada de metro, por lo que nos ponemos a andar sin rumbo, pensando que tarde o temprano llegaríamos a dar con la salida. ¡Gran error! Aquellos jardines son enormes y lo único que conseguimos es perdernos más aún en la oscuridad. Queremos preguntar a alguien pero apenas hay nadie, y las pocas personas con las que nos cruzamos saben aún menos que nosotras, cosa rara. Pasamos media hora completamente a oscuras intentando orientarnos, con más o menos calma (se hizo lo que se pudo respecto a ésto último), calculo que debió ser entonces cuando detonaron la bomba. Al fin llegamos a un punto que nos resulta familiar y logramos salir de los Englischer Garten, seguro que de día son menos inquietantes, realmente nos cruzamos con personajillos muy extraños durante nuestra odisea. Volvemos al metro y de ahí al albergue, pasando por el super de la estación para adquirir provisiones para el desayuno del día siguiente.

     

     

    Gastos por persona: 43'5€

    Ascensor Mönchsberg: 2€

    Billete bus Salzburgo: 1'9€

    Pan y postre en el super de la estación de Salzburgo: unos 2€

    Bayern Ticket: 7'6€

    Cena Englischer Garten: 6€

    Desayuno en el super de la estación de Munich: 2€

    Albergue: 22€


  5. Uhmmmm... Jo, tienes razón, qué abandonado tengo esto. Me entró la pereza de actualizar una vez y ahí lo dejé. Aunque prometo acabarlo, en breves me quito la pereza y subiré otro día!

     

    También estoy trabajando en un blog para contar mis viajes por ahí ahora que vivo en Alemania y me gano mi minisueldo de au pair que gasto en excursiones y viajes xD.


  6. Kaixo!

    El tren desde Hendaia llega a Paris Montparnasse y tenéis que ir a Gare de l'Est para el tren a Munich. Para ello debéis coger el metro número 4 dirección Porte de Clignancourt. El trayecto dura unos 15min según recuerdo, aunque a éso hay que añadirle el tiempo necesario para moverse dentro de las mismas estaciones. Teniéndolo todo en cuenta sí que da tiempo, el año pasado hice algo parecido:

     

    Salir de Hendaia a las ocho de la mañana y llegar a Paris sobre las dos. Cambiar de estación y Paris Augsburg a las 15:30.

     

    Si todo va bien tenéis tiempo de sobra, aunque si queréis aseguraros podéis coger tambien el tren de las 15:30 al mismo destino (llegaréis bastante más tarde a Munich obviamente, eso sí).

    Espero haberte ayudado :)


  7. ♣DÍA 6: SALZBURG - HALLSTATT - SALZBURG♣

    Derrapes sobre el agua y eterna lucha contra la mostaza

     

    Sobre las siete de la mañana nos levantamos y salimos de la habitación como podemos, sorteando todo tipo de obstáculos: mochilas, zapatos, bolsas, regalos y demás objetos varios no identificados. No es que seamos desordenadas (solo lo justo), pero en los cinco metros cuadrados de “espacio libre” que tenemos para seis personas, se hace lo que se puede.

     

    DSCI3725.JPGIngeniería alberguil

     

    El día anterior ya hemos avisado de que no nos quedaremos a desayunar, por lo que tenemos preparado un “packed breakfast” que incluye zumo, pan de centeno mú rancio con jamón y queso, leche y algo más que ahora no recuerdo. Nos las ingeniamos para cargar con todo y emprendemos la marcha hacia la estación de trenes, desde donde sale nuestro tren a Attnang Puccheim a las 9:07. Ahí cogeremos un segundo tren a Hallstatt.

     

    La caminata a la estación normal, nos equivocamos de dirección un par de veces pero nada serio, estamos empezando a orientarnos en Salzburgo. Montamos en el tren y elegimos unos asientos, va prácticamente vacío por lo que hoy no habrá problemas. Sacamos nuestro material de desayuno y nos lo comemos por mucho que el pan de centeno ese que trae no nos haga demasiada gracia.

     

    Hacemos el transbordo sin dificultad, el segundo tren es parecido al primero, aunque éste último es regional. Los paisajes desde la ventana son increíbles aunque nada comparando con lo que veremos más tarde este mismo día. Como hay sitio de sobra en el tren, nos desperdigamos por el vagón e intentamos dormir un poco. Al ver que me es imposible dormir y que el paisaje es tan espectacular, saco la cámara y hago fotos en la medida que puedo, ya que cada dos por tres hay un túnel que me las chafa.

     

    Se acerca la supuesta hora de llegada a Hallstatt pero ninguna de la estación lleva tal nombre. Empezamos a mosquearnos, y de repente el tren se detiene en medio de la nada, no se ven más que piedras y árboles desde las ventanas, nada parecido a una estación por ninguna parte. Nos preguntamos: “¿será esto Hallstatt?”. Por precaución recogemos las cosas y corremos detrás de un revisor al grito de “Hallstatt? Hallstatt?”, a lo que responde: “Ja!”. Pues nada, vuelta corriendo al extremo opuesto del vagón donde está la puerta, bajamos pocos segundos antes de que el tren siga su recorrido, sin haber tenido la ocasión de ver las caras de los demás pasajeros al vernos dar el cante.

     

    Parece ser que hemos llegado a nuestro destino. Sabemos que debemos coger un barco que nos trasladará a la orilla opuesta del lago, así que empezamos a buscarlo. No hay turistas a los que seguir porque todos se han bajado del tren en cuanto ha parado y como personas civilizadas, lo único que nos queda es seguir hacia la izquierda. Tras haber caminado unos pocos metros, lo vemos, un cartel con letras enormes que reza: Hallstatt. Al menos hemos llegado bien. Poco nos dura la tranquilidad, el barco está a punto de salir hacia el pueblo y nosotras aún arriba, en la estación. Echamos a correr, perdiendo la poca dignidad que nos queda a causa de varios tropiezos que afortunadamente no causan daños mayores (no físicos, al menos). Desde el barco las vistas son de las más alucinantes que he visto jamás, muchos de vosotros sabréis de lo que hablo, no hay palabras que describan ese paisaje.

     

    DSCI3750.JPGHallstatt desde la orilla opuesta del lago

     

    DSCI3767.JPGLlegando a Hallstatt

     

    DSCI3772.JPGLlegando a Hallstatt

     

    DSCI3780.JPGIglesia del pueblo

     

    DSCI3783.JPGLlegando a Hallstatt

     

    DSCI3784.JPGBarco y lago

     

    Bajamos del barco y vamos a investigar el pueblo. Es muy pequeño y en pocas horas lo has visto todo, aunque por mí me hubiese quedado allí un mes, creo que las fotos hablan por sí solas. Callejeamos un rato entre las casas, visitamos la plaza, compramos souvenirs y bajamos al río.

     

    DSCI3792.JPGCalle de Hallstatt

     

    DSCI3799.JPGEstatua en la plaza

     

    DSCI3801.JPGCasas en la plaza

     

    DSCI3819.JPGVistas al lago desde el pueblo

     

    Aquí es donde hacemos el descubrimiento del día: se alquilan lanchas motoras para pasear por el lago.Preguntamos por los precios (con algo de miedo), 12€ la hora por la lancha de menos potencia. Decidimos darnos el capricho (al fin y al cabo sale por poco más de dos euros por cabeza) y pagamos por una hora, de doce a una. Montamos felices en la super-barca y nos sueltan en el lago, parece ser que para conducir eso solo hay que darle a un botón para encender y apagar y girar el volante. A todas nos hace ilusión conducir, por lo que hacemos turnos. Cada vez que toca cambio paramos la barca (imaginad la velocidad que llevaba que en ocasiones no sabíamos si seguía encendida o no) y ponemos en marcha una sofisticada maniobra de rotación para no volcar. A pesar de saber que es imposible derrapar (a 2km/h como que no sale), todas lo intentamos por si acaso, al menos nos sirve para echarnos unas risas. Aunque lo mejor, cómo no, las vistas.

     

    DSCI3978.JPGLa susodicha

     

    DSCI3830.JPGDesde la super-lancha

     

    DSCI3834.JPGVistas desde la barca

     

    DSCI3855.JPGDesde el lago

     

    DSCI3866.JPGMás vistas del lago

     

    DSCI3924.JPGEntre derrape y derrape

     

    DSCI3952.JPGVolviendo a Hallstatt

     

    DSCI3976.JPGVuelta a tierra firme

     

    De vuelta en el pueblo buscamos un lugar para comer, esta vez decidimos darnos el lujo de pasar de sentarnos indignamente en el suelo con los bocadillos de embutido. Vemos un restaurante a orillas del lago que nos convence y pedimos salchichas con patatas. Nos sientan en una mesa con una señora, en un principio nos da pena la pobre mujer por tener que aguantarnos, pero parece que se divierte.

     

    Al contrario de lo que parecía a la mañana, no nos ha llovido en todo el día y además sale el sol, menos mal, supongo que aquel sitio con lluvia debe perder mucho. Buscamos una fuente para rellenar nuestros botellines y durante el proceso de búsqueda conocemos a un matrimonio de Cuenca (creo) con quienes charlamos un rato. Ya con agua y todos los souvenirs comprados, acaparamos uno de los bancos de la plaza del pueblo por unos minutos antes de continuar con nuestra visita. Damos un último paseo por el lugar y sobre las cuatro de la tarde volvemos al barco que nos lleva a la estación.

     

    DSCI3991.JPGPlaza de Hallstatt

     

    DSCI4007.JPGPor enésima vez, el lago

     

    DSCI4022.JPGCasas en Hallstatt

     

    DSCI4035.JPGY más casas

     

    El primer tren de vuelta tiene compartimentos de seis. Ocupamos uno y aprovechamos el viaje de vuelta para dormir, llevamos unos días bastante movidos y el cuerpo nos pide un descanso. El transbordo en Attnang Puccheim se hace eterno, especialmente por el sol abrasador que hay. Estamos de vuelta en Salzburgo antes de la siete de la tarde, y ya que estamos en la estación hacemos una visita a lo que parece ser el único supermercado del centro de la ciudad. Yo me niego a creer que todo el mundo haga la compra ahí, seguro que tienen tiendas pijas de comida en la parte vieja. Arrasamos con lo que vemos, bizcocho, pan, pastas para la familia, zumos, etc. La verdad es que aquel Spar de la estación nos salva la vida, ya apenas hay comida aplastada en las mochilas, hasta el embutido nos empieza a faltar.

     

    Aún es pronto para subir al albergue, de modo que nos dirigimos al centro de la ciudad para ver la calle principal y la más conocida, Getreidegasse. Se trata de una larga calle repleta de comercios de todo tipo, en los últimos años hasta McDonalds y Zara se han instalado, casi todo caro, muy caro. En dicha calle también se encuentra la casa donde nació Mozart, hoy en día adornada con un par de banderas austriacas. Recorremos la calle tranquilamente y buscamos algo barato para cenar. En un principio no queremos ir al McDonalds, preferimos probar Schnitzel (una especie de filete empanado) o algo típico pero el pijismo del centro de la ciudad vuelve a hacerse ver, es casi imposible encontrar algo medianamente barato en esas calles, y lo poco que hay está abarrotado de turistas que se nos han adelantado.

     

    DSCI4113.JPGFortaleza, centro y el río Salzach desde uno de los puentes

     

    DSCI4119.JPGLa fortaleza con luna incluida

     

    DSCI4123.JPGMás Salzburgo

     

    DSCI4140.JPGAtardecer en Salzburgo o "¿por qué tiene que haber tres grúas arruinándome la foto?"

     

    DSCI4168.JPGMozarts Geburtshaus

     

    Seguimos caminando y descubrimos un pequeño puesto de comida rápida cerca de la plaza de la catedral. Escogemos lo que queremos y como ya estábamos tardando en hacer el ridículo, lo tenemos que hacer comprando la cena. La dependienta no habla inglés, por lo que tengo que sacar a pasear mi alemán chapurreado, y aunque hasta ahora no hemos tenido problemas en ese aspecto, la mujer no parece enterarse de lo que digo. Acabo de pedir tres sandwiches de Schnitzel y dos de pollo cuando de repente nos acordamos de que en Austria tienen la manía de poner mostaza a todo aquello que se come, así que le pido los sandwiches “ohne Senf... Oooooooooohneeee Seeeeeeeenf”. Al fin me entiende, pero ya me ha creado complejo.

     

    P8270618.JPGSandwich de Schnitzel

     

    Dirigimos nuestros pasos hacia la plaza de la catedral, donde se supone que ponen una pantalla gigante para ver ópera gratis durante el festival, para aquellos que no podemos permitirnos una entrada de 500€. Qué majos. Todos los asientos están ocupados y nos sentamos en el suelo con nuestra cena. Desconozco el título de la ópera que está siendo representada pero trataba sobre un marido celoso y una mujer medio loca.

     

    A las once y media nos cierran el ascensor del museo y no apetece ir monte arriba a esas horas, de modo que nos marchamos en cuanto termina la ópera. La base del ascensor está a unos diez minutos andando de la catedral por lo que recuerdo, en el centro todo está muy cerca. Saludamos al vendedor de tickets del ascensor, un señor muy amable que ya nos conoce, en pocos minutos estamos de vuelta en el albergue. Tras sacar unas fotos nocturnas desde el mirador vamos dentro a ducharnos y hacer las mochilas, al día siguiente vuelve a tocar cambio de ciudad.

     

    P8270631.JPGCamino al albergue

     

    Recogemos la ropa del día anterior que habíamos dejado desperdigada por el pasillo, es que en nuestra enorme habitación no hay quien ponga nada a secar. Hacemos cálculos con el embutido restante, parece ser que solo hay para un par de comidas más y que en Munich habrá que comprar algo. No tenemos ni idea de las risas que nos traerán los embutidos de Munich...

     

     

    Gastos por persona: 41'3€

    Barco Hallstatt: 4'4€ (ida y vuelta)

    Lancha motora Hallstatt: 2'4€

    Salchichas con patatas: 5€

    Compra en el Spar: 6€

    Sandwich de Schnitzel ooohne Seeenf: 2'5€

    Ascensor Mönchsberg: 2€

    Albergue: 19€

    • Positivo 1

  8. Y el tío ese subido en la esfera esa? :shock: jajaja

    Ni te imaginas el susto que me llevé al verlo ahí! Miedo da desde lejos! Jajaja desde luego, creo que entre las fuentes raras de Nürnberg y las estatuas en Salzburgo y Munich he visto más arte raro que en toda mi vida junta :P

     

     

    Qué raro que llueva en Salzburgo.. en fin, al menos os llovió tarde y pudisteis recorrerlo bien en bici. Lo del trayecto en el coche, a pesar de ir con los locos, si que es buena idea para evitar las malas conexiones, me lo apunto!

     

    A esperar más fotacas de Austria!

    Cierto, menos mal que no llovió hasta pasadas las siete, con lo precioso que es todo habría sido una lástima.

    Fotos de Austria hay para dar y regalar, descuida ;). Además hubo más sol y son más bonitas que éstas :P


  9. A pesar de vivir a diez minutos de la frontera, he de decir que la mayor parte del país me queda pendiente aún :unsure: Ahí van unas cuantas que me han gustado:

     

    - Burdeos, ciudad que en un día se ve tranquilamente. Su centro es muy animado y tienes cientos de tiendas y cosas curiosas por todas partes. Además, en tren está bien comunicada.

     

    - Nantes, un poco del estilo de Burdeos. Centro muy animado con tiendas y cafeterias, castillo, edificios bonitos...

     

    - Costa del granito rosa en Bretaña. Creo que es difícil acceder aquí en tren (yo fui en coche), pero el paisaje es increíble, hay varios pueblecitos encantadores, y rutas a pie por la costa preciosas. Lo dicho, el tema del transporte está complicado.

     

    - Mont Saint Michel. Como excursión de una mañana está bien, pero las conexiones de trenes dudo que sean muy buenas.

     

    - Ciudades que no conozco pero tengo pendientes: Estrasburgo, Colmar, Lyon, toda la zona de la Provenza, las playas de Normandía...

     

    Espero haberte dado ideas ;)


  10. ♣DÍA 5: CESKY KRUMLOV - LINZ - SALZBURG♣

    "Raindrops on roses and whiskers on kittens"

     

    Hemos quedado con los tipos del rafting a las diez para que nos lleven a Linz en coche, así de suicidas somos. Nuestro plan para hoy es llegar a Salzburgo para la hora de la comida, y las conexiones de tren entre Cesky y Salzburgo son malísimas, hay que hacer tres o cuatro transbordos y hacen falta unas cinco horas para realizar el trayecto, suponiendo que todo va bien. De modo que decidimos pagar un poco más e ir en coche a Linz, donde cogeremos un tren directo a Salzburgo. El shuttle bus nos cuesta unos 15€ por cabeza, un gasto que mereció la pena, ya que nos ahorramos casi cuatro horas muertas en tren y subir la cuesta a la estación.

     

    El castillo de Cesky Krumlov, uno de los mejor conservados de Europa, aún nos queda pendiente por ver, así que salimos temprano del albergue tras dejar las mochilas listas para cuando volvamos a por ellas. Desayunamos dulces varios por el camino, sobras de lo que hemos ido comprando hasta el momento. Nuestras reservas de comida están nuevamente en estado crítico, parece que el embutido cutre es lo único que no se acaba nunca. El pueblo está desierto a esas horas de la mañana, casi esperamos ver la furgoneta del rafting con barcas encima y conduciendo a lo loco por las calles medievales, pero es demasiado temprano hasta para ellos.

     

    P8250382.JPGPlaza principal

     

    DSCI3368.JPGLa torre del castillo desde abajo

     

    DSCI3376.JPGDe camino al castillo

     

    DSCI3398.JPGCalle del centro

     

    Tampoco el castillo ha abierto sus puertas, por lo que nos conformamos con ver los jardines y los edificios que lo rodean, la verdad es que es bastante grande para lo pequeño que es el pueblo. Terminamos de desayunar y ya vemos que varios turistas comienzan a acercarse al lugar mientras nosotras bajamos al albergue.

     

    DSCI3410.JPGEn el patio del castillo

     

    Después de la bronca que montamos con la ladrona praguense, irónicamente nos sobran coronas (no muchas, pero si podemos conseguir euros por ellas mejor que mejor), así que mientras unas esperan a los coches en el albergue, dos de nosotras corremos calle arriba en busca de algún alma caritativa que nos haga el cambio. El plan fracasa y volvemos al albergue con las coronas, decidimos sortear quien se las queda de recuerdo y ¡síííí! Me toca el billete de 100CZK.

     

    Un poco más tarde de lo previsto llegan los coches con los conductores temerarios del día anterior, cualquier cosa puede pasar a partir de ahora. Nos repartimos entre dos dos vehículos, tres personas en uno y dos en el otro. El coche en el que yo iba tuvo que hacer una parada para dejar a uno de los “guías” del rafting en un camping que hay por ahí perdido en el monte, y después seguimos el camino hacia Austria. A nuestro conductor no le conocemos del día anterior, pero conduce de manera parecida: come plátanos con la mano derecha mientras cambia de marcha con la izquierda (lo he dicho bien, sí).

     

    Pronto perdemos de vista al otro coche, y no volvemos a saber de él hasta llegar a Linz. Por lo que cuentan las que iban en él, a la entrada de Linz casi se estrella siete veces por mirar el GPS, me alegro de no haberlo presenciado. Ya en la estación nos despedimos de nuestros amigos de Cesky y miramos los paneles en busca del tren a Salzburgo, esta vez sí emplearemos un día de viaje de nuestros super-billetes inter.

     

    DSCI3451.JPGPaisajes de Austria desde el coche

     

    Nos plantamos en el andén correspondiente a esperar al tren, el cual debe llegar en unos veinte minutos. Efectivamente, pronto vemos acercarse el tren y agarramos bien las mochilas y las bolsas para subir rápido y coger sitio para cinco. El tren viene abarrotado de gente y parece ser que nos va a tocar ir de pie en una esquina al lado de los servicios, pero por suerte acabamos encontrando butacas libres y nos apalancamos en ellas. El trayecto dura poco más de una hora, y para la una estamos ya en Salzburgo, una de las ciudades que más ilusión me hacía visitar.

     

    En la estación el primer lugar al que vamos es la oficina de turismo, con la esperanza de que nos den un mapa de la ciudad gratis. Nuestro albergue, Die Stadtalm está al otro lado del río, justo sobre el monte Mönchsberg. Por 19€ por persona ofrecen habitaciones con baño compartido y desayuno incluido, pero debo mencionar que a los 19€ hay que sumar 2€ cada vez que se suba en ascensor. El camino para bajar no está mal si no te importa caminar un cuarto de hora en cuesta, aunque la verdad es que para subir andando con mochila está complicado y las habitaciones no son nada del otro mundo. ¿Por qué escogimos este albergue en vez de ir al YoHo como la mayoría? Incluye desayuno, unas vistas espectaculares (ver fotos de los próximos días) y en total nos salía más barato. Personalmente volvería a ir y lo recomiendo, aunque para gustos los colores.

     

    Pues nada, salimos de la estación y buscamos un bus que nos acerque al centro, lo único que sabemos que debemos bajar en una parada llamada Herbert Von Karajan Platz. Le preguntamos a un revisor que anda dando vueltas por allí y nos indica el bus que debemos tomar. Seguimos sus indicaciones, pagamos los billetes y entramos como podemos en el vehículo, molestando a todo quisqui con las enormes mochilas.

     

    Hay que decir que Salzburgo con lluvia pierde mucho, por lo que las vistas del bus no son lo que esperábamos. Afortunadamente, el tiempo nos acompañará en la mayor parte de nuestra visita a la ciudad natal de Mozart. El autobús nos deja a los pies de Mönchsberg, a las puertas del Mönchsberg Aufzug, el ascensor del museo de arte moderno que, según internet, lleva a nuestro albergue. Pagamos 2€ por cabeza en la taquilla y al llegar arriba, encontramos el albergue y nos dan la llave de nuestra habitación. En ella hay escrito un número 10, pero resulta que el pasillo solamente tiene nueve habitaciones. Volvemos adonde el camarero-recepcionista y nos indica cómo llegar a nuestros lujosos aposentos. Hay que subir una escalera de caracol estrechísima y abrir una puerta con una cerradura de vete-a-saber-cuándo. La habitación es minúscula y hay pelusa sospechosa por todas partes, además de calcetines por las esquinas, pero en fin, para dormir no hace falta mucho más. Tenemos un compañero de habitación, un argentino con el que después improvisaríamos una cena a base de pastas y patatas fritas.

     

    DSCI3476.JPGDie Stadtalm

     

    Dejamos el albergue y vamos andando al centro. El camino no está muy bien señalizado, pero tras un cuarto de hora llegamos al final del mismo, al Festspielhaus (para quien haya visto Sonrisas y lágrimas, el auditorio de la escena final). Guiándonos por el mapa gratuito de la estación cruzamos el río para llegar al palacio Mirabell, acordándonos todo el tiempo de la película ahora mencionada. Comemos cerca de la casa donde vivió Mozart, cerca de los jardines Mirabell, y después tratamos de encontrar un supermercado sin éxito. Pedimos ayuda a varias personas que pasan por allí, no obstante, todo el mundo nos dice lo mismo: el super más cercano está en la estación de trenes, a media hora andando. Tenemos un tour reservado para dentro de una hora, por lo que no podemos permitirnos el lujo de comer dignamente, habrá que esperar. Seguimos explorando la zona y sacando fotos a los edificios, los jardines y todo lo que se pone delante hasta que dan las cuatro de la tarde, hora en la cual debemos reunirnos con nuestros compañeros del tour en bici en la parte trasera del palacio Mirabell.

     

    DSCI3491.JPGGetreidegasse

     

    DSCI3504.JPG La fortaleza desde los jardines Mirabell

     

    DSCI3532.JPGMirabellgarten

     

    DSCI3548.JPGFortaleza y Mirabellgarten

     

    DSCI3555.JPGMirabellgarten

     

    DSCI3564.JPGPalacio Mirabell

     

    P8260433.JPGPalacio y jardines Mirabell

     

    La compañía que ofrece dicho tour se llama Fräulein Maria's Bicycle Tour, y consiste en un recorrido de unas cuatro horas en bicicleta, ambientado en Sonrisas y lágrimas y que muestra (con explicaciones en inglés) los lugares más emblemáticos de Salzburgo (tanto si tienen que ver con la peli como si no). Se nos adjudican unas bicis monísimas moradas con cesta, de estas de paseo, y emocionadas perdidas empezamos el tour a las cuatro de la tarde. Cierto que es carillo (25€), pero fue una experiencia inolvidable, además de una manera genial y original de ver lo más importante de Salzburgo y sus alrededores.

     

    DSCI3586.JPGBicis divinas de la muerte xD

     

    DSCI3589.JPGVistas desde uno de los puentes

     

    En primer lugar nos dirigimos al centro de la ciudad, a la zona de la catedral, donde pasamos por puentes, estatuas, edificios curiosos, iglesias, el cementerio, la catedral, la fuente de los caballos y un montón de cosas más, pondré fotos para no alargarme más.

     

    DSCI3605.JPGDurante el tour

     

    DSCI3610.JPGFestung Hohensalzburg y una calle decorada para el festival (ése tan caro ¬¬)

     

    DSCI3630.JPGFuente de los caballos de Residenzplatz

     

    DSCI3640.JPGKapitelplatz

     

    P8260487.JPGPetersfriedhof (Cementerio en el que se inspira la última escena de la película)

     

    Después subimos a la abadía de Nonnberg y volvemos a bajar para visitar los dos palacios que salen en la película y sirven de escenario para las escenas de la casa de los Von Trapp, Leopoldskron y Hellbrunn. Por el camino paramos a sacar fotos a los prados y los montes, aunque poco a poco el cielo se oscurece y sabemos que la lluvia es inminente.

     

    DSCI3659.JPGDom (catedral) desde la colina

     

    DSCI3666.JPGAbadía Nonnberg

     

    DSCI3672.JPGDurante el tour

     

    DSCI3683.JPGSchloss Leopoldskron y Festung Hohensalzburg

     

    DSCI3697.JPGCasa de los Von Trapp en la peli

     

    DSCI3701.JPGGazebo "You are sixteen going on seventeen..." :P

     

    En la última parte del tour da comienzo el primer diluvio universal del viaje. La lluvia nos obliga a volver rápidamente a la ciudad, el panorama es de risa, con la que está cayendo nosotras en bici con un chubasquero de verano.

     

    DSCI3690.JPGFortaleza y nubarrón desde la bici

     

    DSCI3718.JPGFoto mala de Salzburgo de noche

     

    Al volver a la civilización no lo dudamos un instante y corremos al albergue a cambiarnos. Sigue siendo un misterio cómo nadie enfermó al día siguiente. Una vez ya en el albergue acaparamos el baño para ducharnos y secar nuestra ropa con el secador, menos mal que no hay demasiada gente en el albergue a la que podamos molestar con nuestra ropa esparcida por el baño. Subimos a la habitación por la escalera infernal que nos sirve de perchero para los chubasqueros e improvisamos una especie de cena de sobras con nuestro compi de habitación. Sacamos galletas rotas, patatas, frutos secos, pastas y golosinas de las despensas (las mochilas) y charlamos sobre la situación de nuestros respectivos países y sobre viajes antes de irnos a dormir.

     

     

    Gastos por persona: 64'9€

    Shuttle bus Cesky Krumlov-Linz: 15€

    Billete bus Salzburgo: 1'9€

    Ascensor Mönchsberg: 4€

    Tour Sonrisas y lágrimas: 25€

    Albergue: 19€


  11. :bleh: Desde luego, las risas que tuvieron que echarse!

     

    Personalmente sí te recomiendo Cesky, es un pueblecito encantador y se recorre a pie muy facilmente. Además, a pesar de ser agosto no había muchos turistas, nada de colas ni estrés. Aún no he puesto fotos de la zona del castillo, también nos gustó mucho.

     

    Ahora bien, depende de los días que tengas en Praga. Si solo tienes dos días es mejor dedicarlos a ver la ciudad, pero a partir de tres o cuatro días puede ser interesante hacer una visita a Cesky y volver a Praga a cenar. O si no, como hicimos nosotras, parar en Cesky entre Praga y otra ciudad (en nuestro caso, Salzburgo).

     

    Los buses de Student Agency te hacen el trayecto en tres horas por unos 8€, te ahorras los transbordos del tren (hay que coger como 3 o 4 trenes) y la enorme cuesta que hay entre la estación de tren y el pueblo.

     

    Espero que la info te sirva para ese viaje que planeas :)


  12. ♣DÍA 4 (PARTE II): CESKY KRUMLOV♣

    Bocadillos pasados por agua y una noche de rafting para recordar

     

    El autobús llega puntual a la estación, es de la compañía Student Agency, empresa que ofrece desplazarse en la República Checa y por Europa por un módico precio. Nosotras, al tener el billete inter de 5 días de viaje en 10 días, no podemos permitirnos gastarnos un día de viaje para ir a Cesky Krumlov, de modo que optamos por el autobús, una opción más rápida y barata (8€). Teníamos el billete ya comprado antes de salir de viaje y acaparamos los cinco asientos de atrás. El trayecto dura tres horas que aprovechamos para dormir. O intentarlo, al menos; creo que ninguna lo consiguió. A las seis nos deja en Cesky Krumlov, un encantador pueblo con un centro medieval muy bien conservado, al sur de la República Checa y cerca de la frontera con Austria.

     

    DSCI3282.JPGCasco histórico desde arriba

     

    Tenemos un mapa del pueblo que de poco nos sirve, ya que en la zona de la estación de buses eso de poner letreros con los nombres de las calles se ve que no les apetecía mucho. Lo único que sabemos es que hay que ir hacia el río, así que vamos cuesta abajo guiándonos por la torre del castillo. Al fin, aún no sé cómo, damos con nuestro albergue: Hostel Krumlov House, a diez minutos del río. Es una casa pequeña muy mona, y todo el interior está decorado, te hacen sentir como en casa. Nos dan una habitación de seis, hay ya un chico taiwanés dentro, y nos acomodamos en las camas que quedan libres.

     

    No nos entretenemos mucho, solo disponemos de unas horas para ver el pueblo y rápidamente nos ponemos de camino al centro. Ahora nos orientamos mejor, sabemos dónde está en río y suponemos que los puntos de interés estarán por esa zona. Visitamos la plaza, realmente encantadora y rodeada de casas de colores, una especie de mirador que da al castillo, alguna que otra plaza con cafés, el río, etc. Una vez más estamos sin comida, de modo que preguntamos por un lugar donde comprarla. Entramos en la tienda con la idea de gastar lo menos posible, aún tenemos en mente el incidente con nuestra querida ladrona praguense y queremos evitar volver a cambiar dinero.

     

    P8250381.JPGUna iglesia

     

    DSCI3292.JPGEl castillo desde uno de los miradores

     

    DSCI3296.JPGEl castillo otra vez

     

    DSCI3304.JPGPlaza principal

     

    DSCI3365.JPGMirador

     

    DSCI3323.JPGOrillas del río

     

    Allá por mayo habíamos descubierto en internet que varias compañías locales ofrecían hacer rafting nocturno por unos 9€ en el Moldava en su paso por Cesky Krumlov, y tenemos reservada una barca para las nueve de la noche. Aquí dejo el link: http://www.expedicion.cz/en/other-activities/night-rafting.html

    Esperamos en una de las plazoletas donde hay un museo de cera con un muñeco de Harry Potter en el escaparate, pero al ver que nadie aparece por allí llamamos por teléfono a los que iban a ser nuestros guías.

     

    DSCI3312.JPGHarry de cera

     

    Éstos tan tranquilos nos dicen que el rafting era a las ocho en vez de a las nueve, y que por consiguiente ya había terminado. Yo le digo que en el mail de reserva especificaba claramente que a las nueve menos cuarto debíamos estar en la oficina de la empresa, a lo que responden: “OK, we'll be there right now”. Alucinamos un rato, esperábamos que nos mandasen a freír espárragos, pero parece ser que están en camino. A los treinta segundos vemos aparecer una furgoneta de la cual se bajan dos hombres riéndose y diciéndonos que subiéramos, que nos iban a llevar a hacer rafting. ¿Ahora? Sí, ahora. Alucinamos un poco más con la situación y subimos, ya un poco histéricas al ver que conducían monte arriba en la oscuridad, no se les ocurriría soltarnos en unos rápidos de montaña a esas horas, ¿verdad? En la página web decían que era “un tranquilo paseo en raft entre las casas de Cesky Krumlov”. Pues parece ser que solo íbamos a por las barcas y que volvían a bajarnos al pueblo, menos mal.

     

    Nos dan un bidón para que nuestras pertenencias no sufran daño alguno a causa del agua y aquí es donde tiene lugar el momento más vergonzoso, ridículo y lamentable del viaje: nos sueltan solas en la barca sin guía, y sus únicas indicaciones son: “Cuando lleguéis a los rápidos, pasadlos por la izquierda”. Ahí ya empiezan los gritos de “And what about you?”, “Always left?”, “How long does this take?” y demás intentos desesperados por tener una ligera idea de lo que teníamos que hacer.

     

    Malamente nos organizamos para remar y dando pena vamos río abajo, sin saber dónde estará el primer rápido. Resulta que los rápidos son en verdad rampas de agua perfectamente preparadas para el paso de los rafts para turistas, pero ya es noche cerrada y no se ve un pimiento. Después de la primera rampa nos abordan unos borrachos la mar de raros, no conseguimos descifrar lo que intentan decir y seguimos para adelante, a la espera del segundo rápido. Nos bajamos cada dos por tres de la barca para explorar el terreno, preguntamos a la gente si saben hasta cuándo tenemos que remar... En fin, todo un espectáculo.

     

    P8250407.JPGLas vistas preciosas, eso sí

     

    Cuando parece que estamos a punto de adentrarnos en un oscuro bosque divisamos la furgoneta blanca de nuestros “guías”, quienes siguen riéndose (con razón, hay que admitirlo). Subimos al vehículo y nos preguntan qué tal ha ido. Para entonces ya nos reímos nosotras también de lo que, con toda seguridad, será una de las mejores anécdotas del viaje. No nos equivocamos, a pesar de la histeria del momento, lo recuerdo con cariño y siempre me saca una sonrisa.

     

    P1010339.JPGCesky de noche

     

    Quedamos con ellos para la mañana siguiente, y es que tenemos reservado un coche que nos llevará a la estación de Linz. Visto lo visto da miedo, pero es lo que hay. Volvemos al albergue y cenamos bocatas cutres en la sala común. Los sofás se caen a pedazos, pero se está bien, incluso hay un piano. Curioseamos la cocina, toda llena de letreros con aclaraciones dejados por el staff y los demás huéspedes, nos duchamos y nos metemos en la cama, ha sido un día muy largo.

     

     

    Gastos por persona: 43€

    Visita corta al castillo con descuento de estudiante: 125CZK (5€)

    Pan para la comida: 0'5€

    Timo Praga: 4€

    Tranvía Praga: 24CZK (1€)

    Bollo raro en la estación: 0'5€

    Autobús Praga-Cesky Krumlov: 8€

    Cena Cesky: unos 2€

    Rafting nocturno con descuento por haber reservado coche a Linz: 9€

    Albergue: 13€

    • Positivo 1
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