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Illenca

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Mensajes publicados por Illenca


  1. Y... el último por mi parte. Aprovecho para despedirme de todos, ¡me voy a Grecia y a Turquía! Os dejo lectura para que estéis entretenidos :angry:

     

    FINAL I

     

    Montse y yo vamos camino del aeropuerto en el taxi. Nuestros días en Siria y Jordania están llegando a su punto final. En nuestras cabezas resuena la despedida de los chicos (“si os pasa cualquier cosa llamad, ¿eh? ¡Qué venimos enseguida!” Claro desde el centro al aeropuerto fijo que nos secuestran o algo… Pero vamos, que se agradece la intención, ¡qué majetes que sois!). Solo queda el trámite de la vuelta. Tenemos un Amman-Bucarest con una misteriosa parada técnica un Bucarest-Barcelona y después yo tengo un Barcelona-Palma. La parada técnica esta me tiene intrigada desde que compramos los billetes. El tiempo de vuelo entre Amman y Bucarest es muy superior al que sería necesario y la única información que tenemos es que hay una “parada técnica” que no sabemos ni donde ni cuando ni como será. Llegamos al aeropuerto. Una pantalla nos resuelve el misterio: ¡nos vamos al Cairo! Juas, olé con la parada técnica, una escala en toda regla. Total, que ahora la cosa nos queda Jordania-Egipto-Rumania y pa casa…

     

    La susodicha pantalla: nuestro vuelo es el séptimo, el único que pone dos destinos separados por una barra (El Cairo/Bucarest), ¡está clarísimo!

     

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    Mientras en el hall rehacemos la mochila para facturarla vienen a preguntarnos donde vamos: “A Bucarest (y ahora por lo visto también al Cairo)”. Resulta que no estamos en la terminal que toca. Pero que majos son, han venido a informarnos sin haber preguntado nosotras ni nada. Una vez en la terminal correcta nos damos cuenta de que este aeropuerto tiene un sistema algo peculiar. No puedes ir a facturación cuando te plazca y después ir hacia las puertas de embarque. Aquí tienes que pasar un control previo para acceder a facturación, pero no como los controles de antes del embarque, sino por vuelos. Tienes que esperar en el vestíbulo del aeropuerto hasta que dejan pasar a tu vuelo. Al principio pensábamos que iban a pasar a un grupo que iba con agencia todos juntos, para no perder a ninguna oveja del rebaño y tal y les gritaban “Istanbuuuul”, “Istanbuuuul” y nosotras pensando que mejor que nos metiéramos antes porqué entre el grupo puede que no nos dejaran pasar. Y el tío seguía “Istanbul” y nosotras “Bucarest” y el tío que “Istanbul” y yo le explicaba que sí, que el grupo debía ir a Istanbul pero que nosotras no éramos del grupo y que íbamos a Bucarest. Al final entendimos que lo de Istanbul no era porqué fueran un grupo sino porqué dejaban pasar por vuelos. Al final, después de esperar mogollón, “Bucareeest” (por supuesto justo en el único momento que había levantado el culo de la silla para ir al baño, ley de Murphy).

     

    Pasamos el control este y vamos a facturar, a que nos pongan el sello de salida en el visado y hacia las puertas de embarque. La verdad es que el sistema era raro pero el aeropuerto era nuevo y estaba impecable, no como el de Damasco. Estuvimos haciendo tiempo mirando tiendas y nos compramos una bolsa de anacardos enormes. Después de que nos cambien la puerta de embarque sin avisar, conseguimos embarcar. Allí embarcar significa simplemente pasar a la sala siguiente, no al avión. Por fin nos indican que podemos subir al avión, pero después nos quedamos un buen rato atrapadas en el finger, porqué no sé que problema tenían. Total, que retraso oficial no hubo, pero entre una cosa y otra tela…

     

    Por fin despegamos rumbo a Egipto. Una vez allí no sé cuanto tiempo estuvimos porque estábamos volando de madrugada (el vuelo salía de Amman a las 2.50) y entre eso y los días de viaje yo ya estaba más pa’llá que pa’cá.

     

    Nuevo despegue, esta vez hacia Rumanía y primer desayuno del día. Llegamos más tarde de lo previsto y tenemos poco tiempo de margen para el Bucarest-Barcelona, pero tampoco nos preocupa porqué es de la misma compañía y tienen que esperarnos. Bajamos rápido del avión y, incomprensiblemente, ya encontramos una pedazo cola en el mostrador de tránsito. Por lo visto nadie va a Rumanía, todo el mundo utiliza Bucarest para hacer escala solamente. Las mochilas (supuestamente) ya van camino de Barcelona, pero necesitamos las tarjetas de embarque. Intentamos hacernos hueco alegando que nuestro vuelo sale ya, pero resulta que un vuelo hacia Madrid sale 10 minutos antes que el nuestro. “Madrid, Madrid”. La cola no sirve de nada (lógico), van llamando a los pasajeros que impiden despegar a vuelos que ya deberían haber salido. “Madrid, Barcelona” ¡Ahora! Nos hacemos con las tarjetas, aunque tienen un sistema algo enredoso ya que se ponen a llamar por teléfono y no sé que historias (fijo que le está diciendo al de nuestra puerta que espere que le manda a dos rezagadas que estaban dando tumbos involuntariamente por El Cairo) y, aunque estemos en tránsito, tenemos que pasar un control para ir a la puerta de embarque. Cuando llegamos está vacía, ya han embarcado todo el vuelo. El tío, ya desde lejos, cuando nos ve llegar corriendo nos pregunta “transit?” (con cara de cómo no seais de tránsito ni os molestéis que ya no subís) “yes!”. Total, que nos mira las tarjetas y más llamaditas; ahora seguro que llama al de antes para asegurarse de que las rezagadas somos nosotras y de que no se le está colando nadie. Vienen unos cuantos rezagados más y, cuando estamos todos (unos 6 u 8) nos ponen un autobús solo para nosotros para llevarnos al avión, donde ya está todo el mundo sentadísimo desde hace rato.

     

    Nuevo despegue y nuevo desayuno. Pensábamos que nos iban a dar el mismo que el vuelo anterior, porqué era la misma compañía, pero no, nos toca uno diferente, me empiezan a caer bien.

     

    Unas horillas después, tras toda la noche de vuelo en vuelo, llegamos a Barcelona. Mi querida chiquitina también llega, pero la mochila de Montse ha dedicido que no pasó suficientes horas en Bucarest a la ida y se ha quedado allí… Vamos a reclamar y acompaño a Montse al autobús.

     

    Vuelvo a facturar, nuevamente controles, embarque, despegue (no me toca tercer desayuno ni comida ni ná porqué está vez voy en low cost, se acabó el chollo) y… ¡rumbo a casa! Definitivamente, esta semana poco santa por tierras infieles pero muy hospitalarias ha llegado a su fin para mi.


  2. Pues la asignatura en cuestión es 'Analisi de la Expressió Oral i Escrita per a Universitaris'

    ¿Pero como pretendes aprobar si no escribes bien ni el nombre de la asignatura? XD

    'Anàlisi de l'Expressió Oral i Escrita per a Universitaris'

    Va de coña, no te mosquees :bye2:

     

    ¿No hay ningun licenciado en Magisterio o en Filología por aquí?

    Ummm, pues yo misma pero... ¿de verdad crees que eso que preguntas se aprende en esas carreras? Yo lo aprendí en EGB, como todo el mundo. ¡En la carrera desde luego ya ni se menciona!

     

    ¡Suerte majete! :angry:


  3. Llega vuestra ración de hoy...

     

    Capítulo 9 Karak, Mar Muerto y Amman o "Día del fin"

     

    Amanece en Wadi Rum. Nos desperezamos, recogemos y desayunamos. Ha llegado la hora de la vuelta a la civilización. Nos llevan en el 4x4 hasta el pueblo y cogemos otra vez nuestra furgoneta. Para Montse y para mi es el último día, snif! Esta noche tenemos que estar de nuevo en Amman y durante la subida visitamos lo que nos quedó pendiente a la bajada.

     

    Ponemos rumbo a Karak (como se nota quien conduce, ¿eh Raulín? XD), para ver otro castillo de la época de las cruzadas, el mejor de Jordania, pero para nosotros que venimos de Siria no tiene nada que ver con Krak y la visita nos parece algo pobre.

     

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    Después de la visita enfilamos hacia el mar Muerto. Aumentan los controles de policía ya que solo una estrecha franja de agua nos separa de Israel; quieren saber donde vamos pero con "Dead Sea" o "Amman Beach" se conforman; además creen que Raúl, que ha pillado moreno en el desierto, es un jordano que nos pasea a nosotros, panda de guiris, y no le ponen pegas XD. Solo le piden el pasaporte cuando Raúl no pilla ni una palabra de árabe, cosa que les sorprende XDDD. A los demás ni se molestan.

     

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    Por fin, llegamos a la playa. Para acceder al recinto hay que pagar una entrada, que te da derecho a usar los vestuarios y las duchas.

     

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    Nos cambiamos y... ¡al agua patos! La sensación es muy extraña, pero la verdad es que mola. Puedes hacer el muerto incluso boca abajo y da igual que levantes las piernas o lo que sea que sigues flotando. Lo de nadar es imposible porque cuando intentas dar brazadas o patadas los brazos y las piernas te flotan XD Es como cuando te metes en el agua con chanclas de goma atadas, que los pies tienden a subir a la superficie; pues eso, pero sin zapatillas.

     

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    Al pobre Raúl lo dejamos fuera haciéndonos fotos y, supuestamente, echando un ojo a las cosas. De repente, vemos que ha desaparecido. Pensamos que se ha metido en el agua, pero no lo vemos. Al rato, aparece, nadando dubitativo hacia nosotros. Parece ser que intuye 6 bultos y se guía por nuestros berridos, porqué ha tenido la brillante idea de meter la cabeza en el agua y no ve un pimiento; creo que el escozor todavía le dura a día de hoy XD.

     

    En seguida salimos porqué, una vez hecha la gracia, estar ahí dentro no resulta nada agradable: el agua tiene un color inefinido asqueroso y está turbia, solo con una gota en los labios no te quitas ese sabor a petróleo en horas y encima te escuece todo. El sitio en sí tampoco es nada del otro mundo, más bien al contrario, es bastante cutre: la “playa” es piedra recubierta de una capa de tierrecilla que quieren creer que es arena.

     

    Una vez fuera del agua, Raúl aún tiene ánimos para embadurnarse de barro; lo siento, pero las fotos están censuradas XD. Después de eso, duchita y pa la furgo.

     

    Llevamos cuatro días con ella y aunque nosotros nos hemos puesto finos a kebabs, a ella no le hemos dado nada y le empiezan a sonar las tripas. La situación de cada vez es más preocupante. No vemos ninguna gasolinera; preguntamos y nos dicen que sigamos... sí, pero... ¿hasta donde? Y lo que es peor... ¿hasta donde podremos llegar sin empujar? Nos dicen que la próxima gasolinera está a 53 km. Flipamos. Pensamos que como los árabes leen al revés que puede que sean 35 km. Quien no se consuela es porqué no quiere, pero 35 nos sigue pareciendo una barbaridad. Seguimos y nada. Seguimos un poco más y ni rastro. Tenemos que dejar la carretera por la que íbamos porqué hemos llegado al desvío a Amman. No sabemos si la gasolinera está en la carretera o cogiendo el desvío; lo cogemos y ¡tachán! ahí la tenemos. ¡Bien, hemos llegado! Y ahora, ¿qué le damos a la chiquitina? Solo sabemos que no come kebabs, pero ni idea de si es de gasolina o diésel, olé nosotros. Le preguntamos a uno de la gasolinera. Después le preguntamos a otro, para tener una segunda opinión. Bien, 2 a 0, gana la gasolina, ¡adjudicado! Más tranquilos, seguimos hacia Amman.

     

    Llegamos a Amman y dejamos a Caravan y a Loly en el centro porqué quieren pillar un bus a Damasco para pasar la noche allí. Los otros cinco intentamos ir a devolver la furgoneta. No tenemos ni idea de donde devolverla porqué para sacarla estaba Nader que lo solucionó todo. Le llamamos pero no nos coge el móvil. Tendremos que apañarnos. Empezamos a preguntar para que nos indiquen, pero no hay manera. Al final pactamos con un taxista para que podamos seguirle hasta allí y después nos lleve de vuelta al centro. Nos apretujamos los cinco y las mochilas y el taxista loco nos pone música chunga a todo volumen. Una situación surrealista más.

     

    Otra vez en el centro. Lawrence, Magno y Messi van a pasar la noche en Amman así que nos ponemos a buscar alojamiento. A mi me parece un feo no ir a dormir con nuestras amigas las chinches del Cliff Hostel, pero bueno, allá ellos XD. Pillan una habitación en otro lado y Montse y yo aprovechamos para dejar ahí las mochilas y para encargar un taxi en recepción para que nos lleve al aeropuerto. Queremos hacer una especie de cena homenaje de fin de viaje pero no conseguimos encontrar un sitio que viene en la Lonely. Nos secuestran y acabamos en una hamburguesería-kebbería con un tío hiperactivo que nos trae los refrescos ni se sabe de donde... Son botellas enormes con pajitas normales, que no llegan al fondo no de coña. Tras nuestros últimos kebbabs, damos una vueltecita y acabamos, como no podía ser de otra manera, con tés y shisha.

     

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    Ahora sí, ha llegado el momento. Recogemos las mochilas. El taxi ya nos está esperando. Besos, abrazos y hasta la próxima... Para nosotras dos, la aventura se acaba aquí... o no.


  4. No me puedo creer que esté respondiendo a esto... pero resulta que sí, que lo estoy haciendo, ahí tienes:

     

    1-amasteis: amasteis - a / mas / teis - diptongo

    2-riete: ríete - rí / e / te - hiato

    3-viviais: vivíais - vi / ví / ais - hiato + diptongo

    4-averiguais: averiguáis - a / ve / ri / guáis - triptongo

    5-escuchais: escucháis - es / cu / cháis - diptongo

    6-deciais: decíais - de / cí / ais - hiato + diptongo

    7-peinate: péinate - péi / na / te - diptongo

    8-enfriais: enfriáis - ¿¿¿en / fri / áis - hiato??? ¡me he bloqueado!

    9-despreciais: despreciáis - des / pre / ciáis - triptongo

     

    La verdad es que esto me queda lejísimos y sinceramente en algún punto (algunos puntos mejor dicho) tengo mis dudas, así que espérate a ver si alguien más responde y lo confirma o corrige algo. ¿Para que asignatura te piden esto? :bye2:


  5. ¡Hijos de satán! ¿pero qué os ha dado? ¿como se os ocurre meter tres capítulos en dos días?

    si no quereis que haga comentarios, decidlo a la cara :lol:

     

    Ahora no me da tiempo, pero cuando pueda haré algún apunte, aunque ya no venga a cuento...

    3 capítulos en 4 días, no en 2, ¡que me has hecho mirarlo! El último mío (Wadi Rum) es un solo capítulo, está en dos partes porqué las últimas fotos no me las aceptaba, pero fíjate que los dos posts son del mismo minuto...

     

    ¿Qué nos ha dado? Pues que llega el veranito y nos vamoooos y no quiero dejar trabajo pendiente. Claro, como tú ya te has ido y ya has vuelto (por cierto, ya nos contarás...). Te informo de que mañana toca capítulo, pasado también y el jueves... goodbye people!

     

    Ya sabes que tus comentarios son bienvenidos (y se agradecen) en cualquier momento así que, ¡cuando quieras (puedas)! :bye2:


  6. Volvemos a la tienda y al rato cenamos. Tenemos la cena incluida así que son ellos quienes la preparan. Estamos un rato por ahí viendo las estrellas y tal. La familia enciende un fuego dentro de la tienda y se ponen a tocar. Parece que estamos de campamento. Las niñas nos sacan a bailar y nos integran en la velada familiar.

     

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    Ya tarde, el beduino nos lleva a algún lugar indefinido en medio del desierto y allí hace un fuego que, por supuesto, aprovecha para hacer té de nuevo. Y ahí estamos, a merced de los acordes del laud, con nuestros vasitos de té, bajo un manto de estrellas. Solo nosotros nos podemos cagar el momento poniendo de nuevo en marcha nuestro particular hilo musical. La velada (aquí si que ya era de campamento total) acaba con Montse y yo enterradas en la cima de una duna (todavía sigo sacando arena). Tras esto, nos vamos a dormir a la tienda.


  7. Capítulo 8 Wadi Rum o el "Día de la 'misión Batxolo'"

     

    Amanece en Wadi Mussa a golpe de despertador. Hemos dormido todos desparramados según las preferencias de cada uno y es hora de reunirnos otra vez para poner rumbo a Wadi Rum, el desierto.

     

    Messi y yo intentamos salir lo más disimuladamente posible con los cuatro mochilones (los nuestros y los de Loly y Javi, que los tienen en la habitación) y las mochilas pequeñas. Para no esperar en recepción salimos a la calle y nos ponemos a esperar al lado de la furgoneta a que salgan Raúl, Montse y Jorge del otro hotel. Medio desayunamos como podemos: “tengo algo de comida, ¿quieres desayunar?” El pobre Messi fijo que todavía se arrepiente de ese horror de tostada puzzle que con mi mejor voluntad le preparé; de hecho, creo que todavía estamos intentando digerir esa suela de zapato a la que yo, de forma eufemística, llamaba pan. Estos siguen sin salir y nosotros allí, tirados en la calle. Por fin se asoman diciendo que van a desayunar (míralos, los ricachones del hotel pijo ¬¬), que si queremos que nos saquen algo (en el fondo son majetes :bye2:). Y mientras allí seguimos, tirados en la calle y pensando que estos se están poniendo las botas porqué no salen ni a la de tres. Por fin salen y nos cuentan: resulta que los del hotel se han coscado de sus intenciones de sacar comida (sabían de la existencia de los amigos pobretones y, es más, nos habían visto en la calle con cara de desnutrición) así que, para evitarlo, se les sienta el tío del hotel en su mesa, que fort! XD

     

    Por fin parece que vamos a arrancar; empezamos a cargar las mochilas y Raúl dice “esta está abierta”; hostia, ¡la de Javi! Yo el día anterior por la noche les preparé las mochilas a Javi y a Loly y la de Javi la dejé lista pero abierta porqué faltaba meter la toalla, que estaba mojada y la dejé para que se secara y meterla por la mañana; si la mochila seguía abierta era fácil deducir que la toalla seguía sin meter; Messi se plantó en cuatro zancadas en el hotel, para recuperarla; creo que pensó que con perder una en el viaje era suficiente, que dos ya superaba el límite de lo razonable (inciso: frase estrella de Messi del día anterior: “no tengo toalla, pero no es que me la olvidara cuando hice la mochila, es que no sé donde la he perdido” XDDDD).

     

    Ahora sí que por fin nos ponemos rumbo a Petra para recoger a Javi y a Loly y tiramos hacia Wadi Rum, con una misión que cumplir. Nuestro trabajo consiste en localizar a un beduino que se portó genial con Batxolo, Ypsilon e Urim por lo cual Batxolo nos ha dado unas fotos, una carta y un regalo para él. Con una de las fotos en mano nos empezamos a pasear por ahí: “do you know him?” Parece de película. La verdad es que no nos cuesta demasiado localizarle. Enseguida nos dicen que sí que saben quien es, que si tenemos contratado un tour con él o algo y nosotros que no, que vamos a llevarle un regalo; flipan pero van a buscarlo. Él también flipa y al principio se queda un poco cortado; no se lo esperaba, claro; después nos ofrece hacernos él el tour por el desierto, cosa que aceptamos encantados porqué no tenemos nada contratado y preferimos que sea él quien nos lo haga ya que tenemos buenas referencias. Nos lleva a su casa del pueblo y con un té nos explica las condiciones. Aceptamos y dejamos allí la furgoneta con las mochilas.

     

    Cogemos lo imprescindible, compramos pan y agua y nos subimos a lomos de un dromedario (¿o a joroba? –diox, creo que un mes de convivencia con K_lero me afectó-) para adentrarnos en el desierto.

     

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    Los dromedarios –algunos más pacíficamente que otros- nos dejan en la tienda del beduino y su familia, que nos alojarán esta noche. Nos instalamos y tras unos tés, comemos. Mi bote de Nocilla sirve para alimentar a toda la tropa.

     

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    Por la tarde subimos a un 4x4 destartalado (¿era un 4x4, no? No entiendo una mierda de coches, que alguno colabore y corrija esto) que nos llevó a ver distintos puntos del desierto amontanados y dando botes. A nosotros no se nos ocurre otra que poner hilo musical al asunto. Incluso así, Jorge se durme, increíble.

     

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    Vamos a ver dos puentes de roca creados por la naturaleza, recorremos una garganta, vemos una duna gigante, algunos dibujos en la roca y los restos de la casa de Lawrence de Arabia.

     

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    Mola subir las dunas con el coche hasta que no da más de sí y después dejarse caer. Cada vez que nuestro amigo beduino lo insinua Raúl amenaza con bajarse del coche aunque sea en marcha XDDD

     

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    Culminamos la tarde con una increíble puesta de sol.

     

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  8. Algunos apuntes:

     

    Fotos de Amman, con nuestro querido Cliff y su calle incluidos, mientras Raúl, Jorge y Nader alquilaban la furgo:

     

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    Lo de la carretera fue una odisea, reclamo aplauso para Magno porqué bien que se lo ganó. Messi como copiloto también se llevó su parte de paliza. A Jorge hubo que sustituirlo como copiloto porqué era poner la llave en el contacto y zzzzzz... ¡automático!

     

    Por si no fuera poco el tipo de carretera que era, lo muchísimo que nos faltaba por llegar y que era noche cerrada (anochecía bastante temprano), nos paró la poli. La verdad es que aunque no hubieramos hecho nada (en ese momento al menos) siempre la poli en el extranjero acojona pero suerte que eran majetes porqué la liamos pero bien.

     

    Relato de un encuentro con la poli en plena noche jordana: Nos paran y nos preguntan algo que no entendemos. Raúl decide darles el pasaporte. "Ahhhh, ¡Raúl! ¡Madrid!" Les hace gracia, ya les hemos caído bien. Les decimos que hay tres con pasaporte de Barcelona y aún les caemos mejor, la cosa marcha. Nos piden algo más. Raúl esta vez decide darles el carnet de conducir. Ok, se lo miran, pero no es eso lo que buscan. Quieren los papeles del coche. Esto... los papeles del coche, los papeles de coche, ¿donde están los papeles del coche? ¿pero este coche tiene papeles? Momento de crisis, parece una peli de los hermanos Marx, con todo el mundo movilizando, buscando o haciendo que busca los papeles: debajo de los asientos, en las viseras delanteras... Decidimos darles la carpetita de cartón de la casa de alquiler, donde solo está el papel del alquiler: lo sacan y, como no hay nada más, nos muestran la carpetita vacía y la agitan boca abajo diciendo "empty! empty!". Si nos llegan a tocar unos polis chungos a estas alturas ya no me quiero imaginar como estaría la cosa pero, aunque estos sean majos, se nos está complicando la situación. Messi mira de nuevo en la guantera para mostrarnos que en serio que ahí no hay nada, que solo hay un cacho de plástico pero no hay papeles. Los polis le ven el cacho de plástico "that!!!" "ahhhhh!" Vale. En Jordania los "papeles" no son papeles. Resulta que el coche tiene una especie de carnet. Es tamaño carnet (o tarjeta de crédito) con los datos ahí grabados ;) ¡Momentazo!

     

    ...y cuando Messi vio la inmensidad de Mukawir, lloró, porque no habia mas tierras q visitar....

    ¡Qué grande Mukawir! Si Karak necesita apellido por cuestiones legales y esas cosas, ya sabes... ¡Karak Mukawir! XDDD


  9. Hala, pues no sabía ke te ibas a Turquía! Ke guay!

    Bueno, a partir del 1 de Agosto? No se si coincidiremos entonces, imagino ke no, pero sería gracioso, y no echamos unos ouzos bien calientes! :lol:

     

    Pues nada, pásalo genial tambien y ya contarás ke tal por esas tierras! Cuanto te vas para hacer un Grecia-Turquia?? Mucho, verdad??

    Si necesitas saber algo pregunta!

    ¡Con zumo de uvas negras, please! ¡Oraldine a la griega! XDDD


  10. Jerash estaba muy bien, me quedé con el hombre que nos dijo que metieramos el dedo entre las junturas de las columnas para notar que se movían (bueno, los que teníamos suficiente sensibilidad en las manos, no como otros...).

    Arrgggh, había olvidado esa parte; creo que mi subconsciente me la ocultaba para ayudarme a superar el trauma. Pero vaaale, ya me apunto a "Insensibles anónimos": 'hola, soy Illenca y no noto vibraciones cuando meto un dedo entre una columna y su base' XDDD


  11. Bosra tiene uno de los mejores teatros del mundo, es increible como esta conservado.

    XDDD Raúl nos acabó confesando que siempre que quiere convencer a alguien para ver algo dice que es el mejor X del mundo... Anda que no oímos veces la frasecita de marras... (que conste que no le quito mérito al teatro de Bosra)

     

    Y Raúl, ¡menos mostrar maravillas de Jerash y más darle caña a tus capítulos!

     

    Por cierto, en la estación de Jerash intentamos colaborar, pero fue imposible; de repente, por la ventanilla, veo a un tío con vehículo (ya no recuerdo si bus furgo o qué) y trato de lanzarme a por él antes de lo hagan los maléficos taxistas. Pero la realidad se impone: Raúl, no sé como, en todos los vehículos siempre tiene sitio privilegiado, pero el resto de pobres mortales siempre vamos hacinados y esta no era una excepción; cuando intento salir a por el tío este resulta que no puedo, que me doy cuenta que estoy atrapada, fue muy surrealista, ¿te acuerdas Mon?. En la parte de atrás del mini taxi íbamos tres, estaba Montse y la otra creo que era Loly pero además íbamos con los mochilones por encima, en plan tretris. Intentamos bajar y nos fue imposible hacerlo por nuestros propios medios. Tuvimos que esperar a que alguien viniera desde fuera a desincrustrarnos, ¡qué situación!


  12. Ya no sé si leerás esto, pero ahora que veo tu itinerario veo que nos vamos pisando pero sin coincidir por los pelos en cualquiera de las versiones, sobre todo en la ruta alternativa. Ya sabes que yo voy a Turquía, mi eterna pendiente Turquía, pero teniendo en cuenta mi amor por Grecia (y que las conexiones son mejores, no vamos a engañarnos) voy a darme un garbeo por ahí, que tengo cosillas pendientes... ¿Los sitios? En principio Atenas, Meteora, Creta y Santorini, a partir de 1 de agosto. Dejadme alguna columna en pie, please! XD

     

    ¡Buen viaje!


  13. la pasmosa belleza de lugar sin igual, asi q me ahorrare los comentarios q expuse sobre el terreno a mis keridos compis. Lo q me extraña es q no pusierais las fotos de esos maravillosos surcos en el suelo. Sencillamente colosales.

    XDDD ¡los surcos! ¡no me acordaba de los surcos! Súbela si quieres :bye1: (aunque no me acuerdo con que cámara se hizo la foto...)

     

    Por cierto, creoq fui al unico al q le gusto Amman, a mi lo de las ciudades sucias y caoticas me pone, ya sabeis.

     

    Ah, I love hotel Cliff forever!! (con chinches incluidos y cochambrosa ducha)

    ¡Pero no me margines así, sabes que me encantó Amman! Y el Cliff, ainsss, ¡qué recuerdos! Era para arrodillarte ante ÉL (y despedirte de los pantalones que usaras para ello XDDD)


  14. Capítulo 5 Bosra, Jerash y Amman o el "Día de la quedada forera"

     

    Nos levantamos y nos reunimos en una de las habitaciones para ir desayunando y esperar a los que faltan; por una vez, tenemos algo para desayunar: ayer, durante nuestro callejeo damasceno compramos unos donuts de crema y unos croissants de chocolate que, por cierto, no son demasiado comestibles.

     

    El plan para hoy es intentar coger un autobús que nos lleve a Bosra, la última visita que queremos hacer en Siria. Después queremos pasar la frontera sirio-jordana en taxi porqué en autobús se pierde mucho tiempo mientras la gente saca visados y se revisan todos los equipajes y para algo nosotros sacamos los visados en Madrid. La idea es, una vez en Jordania, que el taxi nos deje en Jerash, nuestra primera visita jordana, y desde allí, autobús otra vez (volveremos a ser proletarios, pero en las fronteras más dignos que nadie XD) hasta Amman para dormir allí.

     

    Cogemos dos taxis para ir a la estación de autobuses. En un momento del recorrido los taxis se separan. Los del primer taxi llegamos a la estación y vemos que hay un bus para Bosra a punto de salir. Empezamos a sacar nuestros billetes para ganar tiempo y que los del segundo taxi lleguen. Allí lo de sacar los billetes lleva su tiempo porqué a cada uno nos copian datos del pasaporte. El bus está esperando por nosotros y los demás ni siquiera han llegado. Al final, conseguimos reunirnos y subir al autobús, que, una vez más pillamos al vuelo y gracias a esos minutos de cortesía que los buses damascemos han demostrado tener con nosotros desde el primer día (literalmente). Qué maravilla de gente.

     

    Tras unas horitas, llegamos a Bosra. Muy bien, llegamos para visitar unas ruinas (es decir, estamos en un sitio arqueológico, no en una ciudad habitada) con mochilas y sin saber como vamos a salir de allí. Pero ese tipo de cosas en Siria se resuelven muy fácilmente. Nada más llegar hablamos con un hombre que encontramos allí. Nos lleva a una carpa para dejar las mochilas y llama a un amigo suyo taxista para que nos pase la frontera. Le decimos que un solo taxi no nos basta, pero ahí este tipo de cosas no son un problema, porqué siempre hay más amigos. Negociamos con los amigos por móvil, con este hombre como intermediario. Nos recogerán en dos horas, todo resuelto. Visitamos Bosra tranquilamente y nos tomamos algo y nos comemos unos pistachos en el bar... ¡esto es vida! XD

     

    Bosra:

     

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    A la hora acordada vienen dos pedazo cochazos a por nosotros. Los transportes en este país no dejan de sorprendernos: de lo más cochambroso al lujo total. Nos repartimos en los dos taxis y vamos hacia la frontera. Nuestros taxistas son expertos y en todo momento nos van pidiendo los pasaportes para enseñarlos, nos dicen donde tenemos que bajar para que nos sellen la salida y de nuevo ya en Jordania para que nos sellen la entrada. Hay que sacar todo el equipaje para que revisen los coches (también los revisan por debajo, desde un foso) y supuestamente hay revisión de equipajes, pero la nuestra es muy light. Una enorme foto de la familia real jordana nos da la bienvenida. Nuestros taxis y su cargamento de tabaco que les hemos ayudado a pasar nos dejan en Jerash y emprenden la vuelta.

     

    En Jerash, con mochilas y un calor agobiante, nos vamos arrastrando culturizados por las explicaciones de un voluntarioso Raúl, mochila a la espalda y guía en mano.

     

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    Dejamos las mochilas en el centro de visitantes. Resulta que el último bus a Amman es sobre las 17 o 17.30 o quizás las 18h (en estos países nunca consigues saber los horarios exactos). Por supuesto, la estación de autobuses está lejos, así que primero habrá que coger dos taxis, la historia de siempre. Vamos algo justos de tiempo, pero hacemos la visita completa.

     

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    Conocemos a un matrimonio mayor de León. Los pobres no saben con quienes han topado. Nos cuentan algo de su viaje y que van por libre pero con chófer y que tienen un minibus enorme en el que caben como 12 para ellos solos (después dudaré si en lugar de León querían decir Almería...). Por lo visto van ya directos hacia Petra. “¿Y a Amman no van?” “No, vamos a Petra”; “pero pasarán por Amman” “No, vamos directos a Petra” (la señora no había cogido un mapa de carreteras en su vida, al menos, no de Jordania). Nos despedimos de ellos y, ya por nuestra cuenta, hay algunas voces que empiezan a maquinar... si ellos no van a Amman... ¿por qué no vamos nosotros a Petra? XD Recogemos las mochilas y les abordamos a saco en la salida con la intención de apalancarnos. No se les ve muy convencidos y nos dicen que tienen que hablar con el chófer, que la decisión no es cosa suya; vuelven diciendo que no sé que problema de permisos hay y bla bla bla, pero la verdad es que tanto nos da porqué hemos visto la furgoneta y ahí no cabemos ni de coña.

     

    En el fondo me alegro de seguir con el plan original (tengo alergia a los cambios de planes XD), y más me alegraré al cabo de unas horas. Nos cuesta un rato conseguir los dos taxis y cuando les decimos que nos lleven a la estación de autobuses se ponen cabezones diciendo que el último bus a Amman ya ha salido, que ellos nos llevan a Amman. Pero para cabezones nosotros y conseguimos que nos lleven a la estación. Los listillos van señalando los buses que hay y van diciendo (¿inventando?) a donde va cada uno para que veamos que ninguno va a Amman. Pero lo peor es que sin darnos tiempo a nada hablan con todos los autobuseros y se confabulan con ellos. Empieza un tira y afloja con ellos hasta que, por otro lado, conseguimos una furgoneta cochambrosa con cuyo dueño no han conseguido hablar y que nos hace un buen precio por llevarnos a Amman.

     

    Dejamos a los dos taxistas con un palmo de narices y subimos a la furgoneta, sin ventanas en la parte de atrás y ¿decorada? con hilitos que cuelgan del techo y, en su parte más elaborada hacen forma de corazón XD Los hilitos (y la furgoneta entera) bailan para nosotros la danza del vientre en cuanto ponemos tercera. La banda sonora la pone el motor. Tenemos serias dudas de llegar a Amman en “eso” pero lo conseguimos. El chico nos señala una zona en las afueras y nos dice que es un barrio de palestinos. Vamos tirando hacia el centro o eso intentamos. El pobre conductor hace lo que puede pero Amman no es una ciudad fácil y menos si no la conoces; eso sí, se lo curra mogollón y pregunta a todo quisqui, que en una charla de media hora cada uno, nos van indicando. Se ha hecho de noche y encima estoy en la fila de asientos que no tiene ventanas, pero lo que veo me gusta. Es más, me encanta. En la Lonely viene el plano de Amman y al primer vistazo me asalta una idea: ¡estamos en la Venecia árabe! XD Entre el mogollón de “Venecias” que hay desperdigadas por el mundo, creo que nadie había incluido Amman en la lista, así que lo hago yo (por cierto, que rabia me da lo de la Venecia del norte, del este o de donde sea, pero bueno, esta de creación propia...). El plano es un caos de callejones curvilíneos sin ningún orden aparente, con lo que se parece al del centro de Venecia, pero en versión seca claro. Por fin conseguimos llegar donde queremos, estamos justo al lado del albergue.

     

    Vamos al albergue más barato de todo Amman y fijo que de toda Jordania. Nos sale más barato que cualquiera de los sitios en los que hemos dormido en Siria y eso que hay una gran diferencia de nivel de vida entre los dos países. Nos cuesta 3,50 euros más 0,50 por ducharte (he dicho por ducharte, no por tener habitación con ducha; tienes derecho a elegir entre una ducha de agua fría con un desagüe semi aceptable o una de agua caliente que se inunda; en ambas se recomienda no tocar o siquiera rozar ninguna de las paredes). La ducha no, pero las chinches van incluidas en el precio, todo un detalle (¿aceptamos chinches como compañeras de habitación? XD).

     

    Nos dan las habitaciones y como no podía ser de otra manera empezamos a dar voces por el pasillo para instalarnos. Lo que todavía no sabemos es la conversación que tiene lugar detrás de una de las puertas:

    - Mira, ha llegado un grupo de españoles, están hablando en castellano

    - [...]

    - Esa voz... ¡es Raúl!

    El dueño de esa frase asoma la cabeza: ¡es Jullack! La verdad es que flipamos, porqué sabíamos que andaba por esos países pero no habíamos quedado ni nada y resulta que ambos grupos habíamos llegado a Amman esa noche un poco de rebote. Lo de coincidir en el mismo albergue tiene algo menos de mérito: ya he dicho que era el más cutre de toda Jordania y nos conocemos: eso es un imán para foreros.

     

    Ahí tenéis la foto de familia:

     

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    Pero aún nos faltaba más: Pasos Largos nos había puesto en contacto con un amigo jordano de un colega suyo, que había estado estudiando en Granada y que ya estaba de vuelta en Amman. Quedamos con él para esa misma noche y nos lleva a cenar a una tasquilla donde pide comida para todos y cenamos de lujo y encima nos invita, ¡gracias Nader!

     

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    Después de cenar nos lleva a un bareto a tomar unas cervezas y fumar unas shishas. Previamente se había disculpado porqué el sitio donde nos había llevado a cenar no servía alcohol y quiso arreglarlo después de la cena aunque nadie había mencionado el alcohol en ningún momento, ¿de dónde habremos sacado esa fama? Nosotros pensamos que él quería aprovechar para tomarse algo, pero no, cuando todos tuvimos nuestras cervecitas (¡la única noche que cambiamos el té por cervezas!) resulta que él pidió Coca-Cola.

     

    La verdad es que fue una velada súper agradable. Nader es palestino, ya nacido en Amman pero su familia es de Jerusalén. Estuvimos hablando de política y de mil temas más y la verdad es que poder tratar esos temas, in situ, con alguien a quien le tocan tan de cerca vale la pena. Guardo muy buen recuerdo de esa charla.

     

    Después, cuando cierran el bar, que, por cierto, solo tiene baño para tíos, - ¿como va a ir una mujer a un bar a tomar alcohol? -, vamos a dar una vuelta por el barrio y después subimos al albergue y estamos de charla un ratito más.

     

    Quiero agradecer a Nader el tiempo que nos dedicó y a Pasos que nos hiciera de contacto, thanks!


  15. joer, pos de la cena cuando la liamos no tengo. Si las tienes tu subelas,q mi pollito no se moskeara, ta acostumbrao ser el centro de atencion ya.

    Aquí tenemos de nuevo a Karak chupando cámara (y bebiéndose ese zumo de ¿mango? que nadie fue capaz de beberse porqué estaba malísimo)

     

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    No tengo más fotos, no sé con que cámara se hicieron... Siento la discriminación hacia el resto de bichos protagonistas del momento, pero Karak lo vale :bye1:

     

    Y ya que estamos (más que nada porqué mañana va a ser un día duro y no voy a tener tiempo) os cuelgo ahora el siguiente capítulo. Leed, malditos, leed :bye1:


  16. Como se te ha podido olvidar nuestro baño del hotel???

     

    Los tres que dormiamos en el piso de arriba no teniamos baño en la habitación y utilizabamos uno compartido que había en el pasillo para toda la planta. El cagadero era imposible para alguien de mi altura y de la de Messi, no nos entraban las piernas asi que o lo hacias de lado o te colocagabas con las piernas sobre el pecho y abiertas (en plan embarazada).

     

    Ah, y constato lo del cagadero del hotel, supe lo q sentian las chicas en el ginécologo, hasta estuve a punto de ponerle nombre y todo....

    No era tema de personas altas y con piernas largas, el problema existía para cualquier persona con piernas, simplemente. La taza ocupaba todo el cuartito y sus cuatro bordes daban a sus tres paredes y a la puerta. Yo creo que compraron la taza y usaron la caja en la que venía como medida para el cuartito XD. Eso sí, como la pose ginecólogo ya la conozco y no me mola nada y una tiene recursos y usé otra la mar de apañada (¡viva la pose "a lo transiberiano", es infalible!). Eso sí, hay que decir que sobrevivimos una noche, a la mañana siguiente nos fuimos de okupas al baño de la habitación de cuatro ("venimos a recogeros... esto... ¿podemos pasar un segundín al baño?" XD) Lo mejor fue la anecdotilla de Raúl por la noche: llegamos después de cenar y después de equilibrios varios en el cuartito ya descritos, Raúl coge la toalla, "me voy a duchar" y aparece a los 30 segundos con la cara descompuesta. Messi y yo nos miramos con cara de este no se ha duchado y Raúl, cuya cara era un poema, nos relata con voz descompuesta que la ducha estaba amarilla, ¡como nos reímos! XDDD. Por lo visto a alguien se le había ocurrido una opción distinta a la "pose ginecólogo" y a la "transiberiano"...

     

    Por cierto, no habia documentos gráficos de los peluches liándola en el restaurante? joer...

    Sí, hay algún documento gráfico, pero como no sé si vuestros chiquitines tienen derechos de imagen... Además, ¿tú no ibas a apoyar el diario con fotos? ¡es tu momento! :D

     

    Iba a colgar capítulo esta tarde pero si queréis añadir algo lo cuelgo mañana...


  17. Vamos con el siguiente...

     

    Capítulo 4 Damasco o el "Día de la cena de los peluches"

     

    Nos levantamos tempranito, como siempre, y nos vamos juntando en unos sofás que hay en la recepción del hotel. Hacemos un amago de desayuno que nos sirve para darnos cuenta de que los plátanos que sobraron de la excursión a las ciudades muertas y a Apamea empiezan a perder el derecho a ser llamados como tales y que hay que empezar a pensar en deshacerse de ellos. Lo único comestible son unas galletas, que hay que partir porqué no nos llegan.

     

    El plan para hoy es Damasco y pretendemos llegar en autobús. Pese a todo lo que hemos preguntado, solo hemos recibido respuestas contradictorias. Nadie nos ha sabido dar la hora del primer bus. Solo sabemos que no se coge desde el centro, que es donde estamos ahora, sino desde la estación de autobuses, que, como siempre, está alejada. Le pedimos al del hotel que nos llame a dos taxis para que nos lleven y cuando vemos aparecer al primero de ellos flipamos. No sirve de nada hacerse el remolón en plan “naaa, ya voy en el segundo” porqué cuando aparece vemos que nada tiene que evidiarle al otro. Lo de meter las mochilas en el maletero es una odisea porqué aquí siempre los llevan llenos de cosas suyas o con alguna rueda sucia (y fijo que pinchada) por ahí o con todo a la vez... Eso sí, eficientes al máximo: como ya nos pasó en Damasco el primer día, nos dejan en la misma puerta de la estación de autobuses, aunque esto les suponga cometer unas 40 infracciones en dos kilómetros de recorrido, incluyendo circular toda la última calle por el carril contrario, con los carriles separados por un muro.

     

    Uno de los taxis, por fuera y por dentro:

     

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    Una vez allí descargamos las mochilas y nos dicen que las dejemos en el porche. Nos hacen pasar a un bar/sala de espera de lo más fashion. De repente nos vemos rodeados de flores de plástico por todos lados: en los floreros de las mesas, en las columnas, colgando de las lámparas... y todo esto rematado con corazones de peluche. Nos han pedido los pasaportes y en nada vienen nuestros taxistas a la mesa a devolvernos los pasaportes y a darnos los billetes de autobús, que han comprado para nosotros. A partir de aquí nos dejan en manos de los de la estación de autobuses.

     

    El bar de la estación de autobuses:

     

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    Cada vez que vemos llegar un bus, nos levantamos, a ver si es. Y cada vez vienen a decirnos que no es. Al final ya se nos adelantan y nos dicen que no nos levantemos más, que ellos nos avisarán. Cuando llega nuestro bus vienen a decirnos que el que ha llegado es el nuestro pero que no va a salir todavía porque el chófer va a tomarse algo, que podemos seguir sentados. Finalmente nos avisan. Cogemos nuestras mochilas, que han estado todo el tiempo en la calle y fuera de nuestra vista, pero que, por supuesto, ahí siguen. Jorge se ha dejado la cámara dentro y corren para devolvérsela. Subimos al autobús y nos acomodamos. Uno de los hombres del bar/estación sube y nos va mirando uno a uno hasta que encuentra a Jorge: le da una foto de carnet suya que se había caído, pero que majos que son. Hoy nos toca bus “vip”. Los asientos son rollo clase bussiness de avión, reclinables (excepto para los pringados que vamos en la última fila, los mismos que en bus anterior íbamos sudando encima del motor claro XD) y esta vez el “azafato” nos reparte botellas de agua, caramelos y pastelitos, ¡olé!

     

    Unas horillas después parece que hemos llegado. Estamos al final de autobús, así que dejamos que la gente vaya bajando. Vemos que se quedan abajo, que no se mueven. ¿A ver si esto va a ser solo una parada y están estirando las piernas? ¿Pero esto es Damasco, no? Al final nos decidimos a bajar. Resulta que, como hemos subido los últimos, nuestras mochilas han quedado delante en el maletero y nadie las ha querido tocar para sacar lo suyo, que está detrás. Esperan hasta que nosotros las cogemos. Volvemos a flipar y de cada vez adoramos más a esta gente.

     

    Muy bien, ¡estamos en Damasco! Para mi, que soy una enamorada de las ciudades, este es uno de los puntos fuertes del viaje. Parece ser que Damasco es la ciudad más antigua que se mantiene habitada y que no ha dejado de estarlo, a lo largo de las sucesivas civilizaciones que han pasado por ella. Por supuesto, no estamos en el centro. Negociamos para que una furgoneta nos lleve a la zona de los albergues, que están todos juntos. Llevamos días debatiendo, Lonely en mano, en que albergue nos quedaremos: ¿preferimos que esté en un “callejón pintoresco” o que tenga “un patio con encanto”? A mi personalmente, este que dice que tiene las duchas en el sótano me parece ideal XDDD. Al final todos los que teníamos fichados están llenos y acabamos en otro que ellos mismos nos recomiendan. Nos apañan una habitación de tres con baño más un colchón, para cuatro, y otra de tres en el primer piso, sin baño. Los de la habitación de cuatro le hacen creer a Raúl que al final van a dormir dos en la misma cama para no poner el colchón en el suelo, porqué han visto ratas; nuestro hamstercito se acojona ante la posibilidad de convivir con su especie enemiga XD.

     

    Nuestro hotel y el “callejón pintoresco” en el que se halla:

     

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    Una vez instalados, nos toca lanzarnos a la exploración de Damasco. Loly y Jorge, que ya han pasado unos días en Damasco al principio de su viaje, deciden ir a comer a un sitio que tienen fichado. Los otros cinco comemos un kebab en plan rápido sentados en un escalón, con las maravillosas vistas de una tienda de flores de plástico (¡y árboles frutales de plástico!). Nos toca la visita estrella de Damasco, la mezquita Omeya. A Montse y a mi nos toca disfrazarnos otra vez y para adentro. Estamos un buen rato dentro, amortizando la visita; la verdad es que el sitio mola e impresiona pensar que estás en un sitio como aquel, con la historia que tiene y donde nunca te imaginabas estar cuando te explicaban arte islámico en clase. Cuando salimos vamos al restaurante a por Loly y Jorge.

     

    La mezquita Omeya:

     

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    Todos juntos vamos a callejear por el zoco; mola porqué no es turístico. Para Montse y para mi es la única oportunidad para comprar algo, ya que somos las únicas que no vamos a volver a Damasco porqué tenemos el avión de vuelta desde Amman. Después de que un sirio me suba a un piso y empiece a sacarme modelitos horribles (pretendía que me fuera con un vestido hasta los pies rosa chicle o amarillo limón más bordados y pedrería XD) y con Messi y Jorge allí sentados preguntándose como se hallan en una situación tan surrealista, desisto y decido simplemente pasear y empaparme de todo, sin comprar.

     

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    Flipamos con los modelitos de lencería putón que gastan por allí y aún choca más ver que no son para turistas sino que las que los compran son mujeres de allí, de riguroso negro y con velo; por lo que se ve, hay un abismo entre como se muestran en público y como se muestran a su maridito…

     

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    En el zoco mismo vamos a tomar algo. Raúl, el señor ‘cuidado que el agua esté embotellada’, ‘no podemos comer cosas crudas’, etc. se zampa un helado de padre y muy señor mío (hay que decir que no fue el único); está guay porqué rebozan la bola de helado con mogollón de pistachos laminados, mmm…

     

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    Raúl y Messi van a Correos y los demás seguimos callejeando por el zoco. Cuando nos volvemos a juntar vamos a callejear, ya de noche, por los barrios judío y cristiano. En una de las calles tienen, en el suelo, una bandera de Israel; está puesta de tal manera que todo el mundo, al pasar, la pise. No es un cacho de tela que vaya a durar dos días, sino que es una bandera pintada sobre una plancha de metal. La política de Siria sobre este tema no puede ser más clara.

     

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    Tras el paseo, toca uno de nuestros “7 teas and 2 shishas” en una terracita.

     

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    Y después, ¡a cenar! En Siria hemos estado comiendo de lujo (sin contar las comidas que por cuestiones que no vienen al caso nos hemos saltado) y se nos ha metido en la cabeza que Siria, con todo el dolor de nuestro corazón, se nos acaba, que los precios en Jordania no van a ser los mismos ni de coña, que vamos a sobrevivir a base de kebabs todos los días y decidimos darnos una “cena homenaje”. Vamos a un sitio de nivel, decorado con más o menos buen gusto (y eso, en Siria, dice mucho), con sus manteles y su legión de camareros con mini-aspiradores para quitarte las migas (“¡pero yo quiero mis migas!” Messi dixit XD). Hasta el momento nos hemos comportado dignamente en todos lados pero claro ya se sabe que cuando menos procede es cuando te entra la risa floja y nos desmadramos un poquito… Esta gente, resulta que no saben viajar sin sus peluches y deciden que antes las migas para ellos que para los aspiradores y que también podían probar la fruta… ¿y por qué no hacerles unas fotos, que todo el rato hemos chupado cámara nosotros y ellos no? ¡hala, toma “book”! Y los camareros hasta los mismísimos…

     

    Tras esto, nos buscamos un bareto, que ya llevábamos unas dos horas sin té ni shisha y empezábamos a notar el síndrome de abstinencia… Involuntariamente, la liamos otra vez: resulta que nos toca un camarero obsesivo que no soporta de dejemos nada encima de la mesa pero que es incapaz de traernos un cenicero o algo para evitar tamaña catástrofe... con lo cual se pasa toda la noche limpiándonos la mesa. Llega la hora de volver al hotel, cosa que el camarero fijo que agradece infinitamente. Mañana será otro día, con paso de frontera incluido.

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