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Mensajes publicados por Pandus


  1. Penúltimo día ya...

     

    Día 11. Wien-Praha

     

    Después de una turbia noche, en la que unos ronquidos tuvieron que ser aplacados con movimiento de litera, nos levantamos a desayunar. Durante el desayuno pensamos sobré qué hacer y qué ver esa mañana que aún nos quedaba en Viena. Al final decidimos dejar las mochilas en la estación Sur (desde la que saldríamos hacia Praga) y desde allí proseguir con nuestra visita. Ya con el estómago lleno nos metimos en el metro y salimos cerca de la estación, tuvimos que caminar un rato para llegar hasta ella y una vez allí buscar las consignas. Mochila de asalto y a turistear.

     

    El día amenazaba lluvia pero de momento no caía ni una gota. Nuestra primera parada fue el Belvedere. Como a Gala le gusta Klimt y allí se encuentra la mayor colección suya pues esperamos a que abriera el museo y pillamos un par de entradas con el maravilloso descuento del carnet universitario. Además del museo principal podíamos visitar 2 galerías más del palacio y otra al otro lado de los jardines.

    La visita no está mal y cuadros como “El beso” hacen que merezca la pena el precio pagado, no es una galería impresionante pero tampoco tiene mala colección. Eso sí, pese a ser el lugar que más cuadros de Klimt posee, éstos no llegan a la veintena y se echan en falta alguno famoso que supusimos se encontraría en el Leopold Museum. En la galería, la estancia de arte moderno secesionista es curiosa y hay otro par que no está mal, pero el resto quizás no valga tanto la pena (pero sobre gustos…).

     

    Llegada al Belvedere

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    Vistas desde el Palacio

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    Dentro del Palacio

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    Después de ver un poco la galería de abajo, en la que destacaban unas cabezas con diferentes expresiones faciales, decidimos salir a los imponentes jardines. Llegamos a la “tercera” galería en donde había unas casas modernas hechas con no se qué (algo reciclable o así) y un patio lleno de esculturas paranoicas. Dimos por concluida la visita.

     

    Por los jardines

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    Escultura paranoia

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    Caminamos hasta la plaza de Schwarzenberg y el Hochstrahlbunnen, de allí a la Karlsplatz, repleta de universitarios tirados en el césped o andando entre facultad y facultad. Continuamos nuestra ruta hasta el cuartel de los museos, allí descansamos un rato la pateada.

     

    Hochstrahlbrunnen

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    Karlsplatz

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    Cuartil de los museos

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    Decidimos cruzar el Hofburg y Neueburg, Heldenplatz y desùés el Volksgarten, que estaba medio en obras. Nos llamó mucho la atención la Heldenplatz que estaba llena de gente con sus perros, echando carreras, entrenándolos y demás, nos quedamos un rato observando a los canes.

     

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    De momento el tiempo nos estaba respetando y pese a estar todo el cielo encapotado no había llovido. Hicimos la foto de rigor en el impresionante parlamento y llegamos hasta la plaza del ayuntamiento, en donde estaba emplazado un circo y diversas casetas de comida típica de diferentes países. Nos decantamos por unas salchichens que engullimos ávidamente y seguimos andando hacia la iglesia votiva y esa zona universitaria. Pillamos unas cuantas cosas en un súper cercano y al salir comenzó a jarrear. Corriendo llegamos a Schottentor donde pillamos un tranvía hasta la estación sur, por la face claro está.

     

    Parlamento

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    Ayuntamiento

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    Iglesia votiva

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    Recogimos nuestras mochilas de las consignas y nos tiramos en unas sillas. Abrimos alguna cosa para comer, otra nos supo a rayos y la tiramos y en cuanto llegó el tren nos metimos dentro a descansar. Fue un trayecto que se me hizo algo largo, pero al menos nos entretuvimos “aprendiendo” checo y mentalizándonos del accidentado fin de viaje.

    Llegamos ya de noche a la famosa estación central de Praga, sin una corona y sin mapa, conseguimos llegar al centro gracias a nuestras visitas anteriores, a nuestra derecha dejamos la colorida sinagoga Jubilejni. Dimos la espalda al Tyn y Gala me llevó hasta el albergue, ese camino sí que lo recordaba ella. Hicimos el check-in y bajamos al cajero a por pasta para pagarlo, dejamos las mochilas en la habita y salimos a disfrutar de aquella bella ciudad.

     

    Dimos un paseo nocturno por todo el centro, había buen ambiente y diversos puestecillos, luego nos acercamos hasta el puente de Carlos, volvimos callejeando hacia el centro y encontramos una pizzería super barata en la que había comido Gala en su última visita, todo un descubrimiento. De allí volvimos hacia el albergue y subimos a descansar a la habitación, estábamos muy cansados, nuestras orejas plonto se dedicaron a planchar las almohadas.

     

    Praga by night

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  2. Bueno dea ya te ha comentado bastantes cosas, que al fin y al cabo vimos los dos en el mismo viaje.

    En mi itinerario no he incluido el valle del Rhin ni constanza ni selva negra, simplemente me parece más acorde ir hasta Nurnberg que hasta Koln. A partir de ahí bien puedes ver algo del valle del Rhin y luego desplazarte a selva negra y lago constanza.

    Respecto a que Dresden se parece a Viena pues igual arquitectónicamente puede tener algún edificio parecido, pero permíteme que dude (ya que no he estado) que tenga la sobriedad y la apatía de una ciudad señorial como es Viena. Pero vamos que es bobada discutir sobre esto, cada uno que vaya a donde quiera faltaría más.

     

    A mi Bamberg y Rothenburg la verdad que no se me parecieron en demasía. Rothenburg es un pueblo medieval con sus murallas y sus calles adoquinadas, Bamberg es más ciudad y su casco antiguo es más colorido y no recuerda tanto a lo medieval. Bonitas son ambas, pero para mí no son parecidas. A mi me gustó más Rothenburg.

     

    De ciudades de la selva negra la que más me gustó fue Freiburg.

     

    Sí es cierto que hay gente que no habla inglés, pero no vas a tener problemas para comunicarte, en sitios turísticos siempre hablan inglés.


  3. Buenas,

     

    Viendo los sitios que quieres visitar yo le daría una vuelta de tuerca a tu itinerario, que no quiere decir que el tuyo esté mal sino que te aporto esta idea y luego en base a ella pues puedes modificar algo tu itinerario o seguir con tus planes.

     

    Yo iría a Berlín un par de días, el tercero a postdam y de ahí bajaría hasta Nurnberg o Dresden. Nunca hagas caso de las comparaciones en plan la florencia del Elba, la venecia del adríatico y cosas por el estilo, porque jamás he visto que se parezcan tanto dos ciudades de países diferentes, pueden coincidir en algunas cosas pero la esencia es propia de cada ciudad y del país y eso es lo que le hace diferente.

    De allí iría a Rothenburg ob der Tauber (para mí más bonito que Bamberg) y luego ya pues dependiendo de lo que quiera ver bajaría hacia el lago o visitaría la selva negra. Los castillos de Füssen imprescindibles.

     

    No tiene nada que ver la selva negra (montañas y más montañas) con la zona del lago constanza. Yo estuve en Meersburg y en Lindau y la primera de ellas es bastante bonita aunque tampoco es que sea una maravilla, la segunda es muy prescindible. La zona del lago tiene su encanto, pero para mí no es comparable a la selva negra (Freiburg, Triberg, Schiltach, Baden-Baden). El problema de la selva negra supongo será el transporte público porque yo mi viaje lo hice en coche, no se cómo estarán las conexiones pero es seguro que la selva negra sin coche lleva tiempo en desplazamientos.

     

     

    Berchtesgaden tiene muy buena pita, al final no nos dio tiempo a pasarnos por ahí pero te pilla bastante a desmano. Bamberg es bonito pero tampoco me pareció lo más de alemania.


  4. Plantea muy bien el viaje, las cosas que ver y dónde y cuántos días alquilar el coche.

     

    ¿Por qué no vas hasta Ljubljana primero en vez de Zagreb? Así te ahorrarías el viaje de ida y vuelta hasta Eslovenia. Tanto la capital como Bled se pueden ver en dos días, un día para cada cosa. Pero lo que yo me planteo es si realmente entraría en este viaje Eslovenia si los vuelos los tienes a Belgrado. Yo con 14 días me centraría más en Croacia, Bosnia, Serbia y Montenegro; ¿en Serbia solo merece la pena Belgrado?.

     

    De Croacia no puedes dejar de visitar los lagos Plitvice, lo mejor del país según mi opinión. Deberías visitar alguna isla (Korçula por ejemplo). Con coche, en 7 días se puede visitar bastante bien Croacia (yo estuve 10 visitando croacia, mostar sarajevo y kotor.Dobro Dosli )

     

    Las carreteras bosnias sí es verdad que no destacan por su calidad, pero la carretera principal está bien. Los croatas conducen mucho peor y son más peligrosos que los bosnios, el coche por Bosnia puede ahorrarte mucho tiempo, ya que el tren es casi inexistente. Lo de conducir en el extranjero es simplemente adaptarte a su estilo de conducción y ser cuidadoso, dudo que la gente que conduce quiera tener accidentes. Además en todos estos países el límite de alcohol es 0.0 o muy bajo.


  5. Teniendo tan poco tiempo lo normal sería visitar Bratislava, Viena y Budapest, pero eso no quiere decir que tu viaje esté mal planteado.

     

    Bratislava con verlo el día que llegas tienes suficiente, incluso si llegas pronto podrías viajar esa misma noche hacia Praga.

     

    Lo que si modificaría del itinerario sería el orden, después de Bratislava iría primero a Praga (que son 4-4:30h de viaje y muchos van directos, 6h tarda un nocturno porque da vuelta). Praga con 2 días completos la ves bastante bien, con tres te dará tiempo a verla muy bien. Luego me acercaría hasta Viena, dos días está bien. Así además, estarás al lado de Bratislava para poder pillar el vuelo.


  6. Día 10. Linz-Wien

     

    Nos levantamos con aires renovados y habiendo descansado de lujo, las instalaciones estaban muy desfasadas pero el colchón fue de lo más cómodo. Después de acicalarnos y demás, salimos en busca del desayuno del hotel, nos hinchamos todo lo que pudimos y más. Fue en el desayuno cuando nos dismo cuenta de que de Youth Hotel poco tenía, ya que la media de edad andaba muy por encima de las nuestras. Después de cargar con las mochilas pillamos un tram hasta la estación de trenes, dejamos las mochilas en consigna y pillamos otro einfach-raus-ticket por si volvíamos con prisa de la visita a la ciudad.

     

    Salimos de la moderna estación en dirección al centro de la ciudad, pasamos por un parque y llegamos a la calle principal repleta de comercios a ambos lados. Empezamos a callejear y acabamos en la catedral nueva, que quizás sea lo más reseñable de la ciudad. De un estilo gótico bien merece una visita interior para apreciar el contraste entre las viejas y las modernas vidrieras.

     

    Edificio moderno cerca de la estación

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    Catedral

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    Vidrieras antiguas vs modernas

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    Salimos al amparo de la luz, un par de fotos más y seguimos perdiéndonos por sus anodinas calles. La cuidad no me llamó mucho la atención y eso que justo ese año fue capital europea de la cultura. Si se veían carteles por la ciudad y alguna cosilla, pero le faltaba algo, bueno, más bien le sobraba la típica sobriedad austriaca. Su entramado arquietectónico no estaba mal pero no destacaba tampoco. Quizás por la tarde noche fuera más bonita, pero no nos quedaríamos para comprobarlo.

     

    Callejeando

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    Patio austriandaluz

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    Llegamos hasta el Danubio pasando por un muy descuidado Alstadt, las vistas sobre el río tampoco decían mucho. Finalizando nuestro recorrido turístico fuimos a la plaza central, la que sale en las postales y la enseña de la ciudad. Esa plaza sin duda sí era bonita y tenía bastante encanto, lo mejor de la ciudad. Pero aún así no la hacía meritoria de ser parada en nuestro viaje.

     

    Alstadt

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    Danubio

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    Hauptplatz

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    Callejeamos por el otro lado de la calle principal y fuimos desandando nuestros pasos dirección a la estación de tren. Entramos a comprar agua y cuatro cosas más a un Billa, volvimos a las consignas. Sacamos las mochilas y esperamos a nuestro tren el andén correspondiente. No teníamos que esperar mucho para hacer el transbordo que nos llevaría directos a Wien, dos paradas antes se subio un hombre en silla de ruedas que más bien casi le lanzaron como un saco de patatas. Entró despotricando en alemán y al ver que no entendíamos nos intentó explicar por gestos que si le ayudábamos después a bajar. Se bajó en la misma estación que nosotros y mientras Gala me aguantaba una mochila, el hombe bajaba con las muletas y yo le bajaba la pesada silla de ruedas.

     

    El trayecto hasta Wien se hizo largo, es lo que tiene ir de regional en regional para que el viaje salga asequible económicamente. Sacamos nuestra comida en el tren y saciamos nuestra hambre. Llegamos a Wien Westbahnhof y en 5-10min llegamos hasta nuestro albergue. Hicimos el check-in, subimos a la habitación, hicimos las camas y decidimos bajar a Internet a mirar el horario del vuelo de vuelta y cómo llegar hasta el aeropuerto de Bratislava. Pagamos unos euros para hacer uso de Internet y busco en el aeropuerto de Bratislava el vuelo de vuelta, me sorprende que no aparezca y vuelvo a buscar bien, nada. Empieza el estrés, echamos más monedas y entro en la página de Sky Europe a ver qué aeropuerto es. A la derecha sale un recuadro en rojo que reza: “Sky Europe supends all its operations”, perfecto. No leo mucho más, lo suficiente para ver que la empresa se había declarado en quiebra y que el 31 de Agosto había realizado su último vuelo. Nadie había sido capaz de mandarnos ningún mail ni nada para avisarnos, putada al canto. Con el mal rollo de no tener vuelo de vuelta toca buscar una manera asequible y cercana de volver a casa. Al final tras mirar mil y una posibilidades nos decantamos por volver en vuelo directo desde Praga a Madrid. Reservamos el albergue en Praga y miramos los horarios de trenes. Dejamos Internet y cancelamos la noche siguiente en el albergue.

     

    Salimos a la calle, aún conmocionados, camino de la estación de trenes. Intentamos pillar los billetes en las máquinas automáticas pero no nos deja, así que lo hacemos en las taquillas. En menos de 2h habíamos comprado nuevos vuelos, reservado albergue y tren destino Praga…Poco a poco volvimos a respirar después del gran imprevisto y pese al mal sabor de boca que te produce y las ganas de volver a tu casa, salimos a visitar algo de Wien.

     

    Ambos habíamos estado ya allí, yo en mi inter de 2005 me pateé bastante la ciudad desde por la mañana hasta la tarde, dea sin embargo, estuvo el año pasado tan solo unas pocas horas. Pillamos el metro hasta el centro, nos bajamos en Herrengasse. Dimos una vuelta por la zona, llegamos a la plaza Am Hof y Juden Platz con el monumento a los judíos caídos en el holocausto. Esta zona no la conocía y resultó bastante interesante. Llegamos luego hasta el río para ir hacia la medio limpia catedral de S Esteban. Allí hicimos una parada para llamar a casa y contar los contratiempos, al tiempo fuimos amenizados con un circo de breakers.

     

    Am hof y Juden Platz

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    Catedral

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    Estaba empezando a anochecer y decidimos finalizar el paseo por la zona centro pillando una salchichota en puestecillo cerca del metro. Volvimos al albergue y llegaron los compis de habitación, un neozelandés un poco flipadillo, su chica inglesa y un personaje friky de la vida que apareció más tarde. Nos tiramos a la cama a charlar y poco a poco se nos fueron cerrando los ojos.

     

    Wien by night

     

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  7. Bueno, a ver si acabo un par de diarios que tengo empezados pero no acabados (este y el de Marruecos) en estas semanas. Ahí van dos días de este.

     

     

    Día 9. Salzburg-Hallstatt-Linz

     

    Nos levantamos bastante descansados y con mucho mejor cuerpo que el día anterior. Eso sí, nuestros compañeros de habitación hicieron todo lo posible por ignorar que estábamos dormidos ya que hablar en voz alta como si estuvieran solos a primera hora de la mañana, solo se hace para joder o porque se tiene una falta de educación tremenda.

     

    Después del copioso desayuno fuimos en busca de nuestros enseres y a caminar hatas la parada del tram que nos llevaría a la estación de trenes. Allí pillamos un Einfach-Raus-Ticket que nos permitió pillar regionales a nuestro gusto. Fuimos dirección Hallstatt, haciendo un pequeño transbordo en Attnang-Pucheim. Al cabo de unas 3h estábamos llegando al destino. El paisaje de los últimos minutos fue brutal, en medio de los Alpes autriacos, pasando cerca de lagos y bucólicos paisajes.

     

    Paisajes de la zona

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    El tren llega a la “estación”, la vía es única, es decir, no pueden pasar dos trenes a la vez en un buen tramo. Al bajar dimos un garbeo a ver si encontrábamos algo parecido a una estación con vestíbulo, taquillas y esas cosas, pero nada, un edificio abandonado y una mini-sala de espera totalmente vacía fue lo único que encontramos. Allí solo había un cartel con los horarios y un par de sillas. Tocaba cargar con las mochilas. Seguimos un camino hacia el lago donde al fondo y detrás del mismo se visualizaba Hallstatt. Nos acercamos a lo que pareció ser un embarcadero, comprobamos los horarios del barco que nos llevara hasta el pueblo y en breves lo vimos acercarse.

     

    El embarcadero

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    Llega el barco

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    Una vez pagados los tickets subimos y el barco comenzó a cruzar el lago, para deleite de todos y exceptuando la bruma, el paisaje era espectacular. Llegamos al pequeño pueblo alpino. Recorrimos sus calles, entramos en su iglesia y subimos a lo alto donde desde un parking obtuvimos buenas vistas. Bajamos de nuevo hasta el lago y nos sentamos a charlar, echar más fotos y comer, eso sí siempre bajo la mirada atenta de una docena de abejas que hizo que la tarea se complicara.

     

    En el barco

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    El pueblo

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    Vistas desde arriba

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    Después aparecieron hordas de guiris y se acercaron unos pocos cisnes a las orillas del lago en busca de algo para comer, los alimentamos durante un buen rato y cuando nos cansamos volvimos hacia el embarcadero, visitando algunas tiendas por el camino.

     

    Cisnes

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    Camino del embarcadero

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    Poco a poco la gente se fue agolpando a la espera del barco, la impaciencia se estaba apoderando de todos ya que el barco se estaba retrasando y el tren llegaría en pocos minutos. Pero la historia es que los del barco deben conocer los horarios del tren y los retrasos que lleva porque cuando hubimos llegado al otro lado tuvimos que esperar un rato. En ese momento unas japonesas nos preguntaron que cuando venía el tren y creo que nos entendieron aunque no paraban de reírse.

     

    Adiós Hallstatt

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    Nuestro tren tomó dirección Linz así que no tuvimos que hacer ningún transbordo, eso sí en Attnang-Pucheim estuvimos unos cuantos minutos parados. Nos quedaba un largo trayecto por delante, trayecto patrocinado por el griterío de los chavales que subían y bajaban en los pequeños pueblos para retornar a sus casas después de un día de colegio. La luz del sol se estaba apagando por momentos y los paisajes fueron cambiando conforme llegábamos a nuestro destino. Una vez en la estación central del Linz preguntamos por el metro-tranvía y pillamos los billetes. Nuestro Youth-Hotel se encontraba a unas cuantas paradas (10min). Conseguimos dar con él y la verdad que fue de lo peorcito en lo que estuvimos y más por el precio pagado, pero no pudimos encontrar nada más económico. Dejamos las cosas, ducha y salimos a dar una vuelta.

    La zona era la típica de hoteles y oficinas a las afueras de la ciudad, así que poco había que ver ahí, pero la idea de volver a pagar para ir al centro no nos sedujo. Vimos una pizzería-kebap y hacia allí que fuimos, poco a poco se fue llenando, un sitio barato y rico.

    Ya bien entrada la noche volvimos a la habitación a ver un poco la TV y charlar hasta que el sueño pudo con nosotros.


  8. Cada uno nos subimos a un jorobado animal y cuando hubimos montado todos comenzó la caminata por las dunas. Nunca había montado en un bicho de tales características y la verdad resultó ser mucho más cómodo de lo que esperaba. Eso sí, mi animal era para verlo, parecía estar canceroso pero aún así aguantaba el tipo. Estuvimos más de una hora disfrutando del paseo, el paisaje y las risas que nos echábamos de nuestro arte para montar dromedarios. Volvíamos hacia el albergue cuando el gracioso guía soltó las riendas del dromedario de dea e hizo amagos de lanzarse por una empinada duna, mi dromedario que estaba atado al suyo evidentemente le seguía, yo me fiaba de los bichos pero dea no se lo tomó muy bien y pegó unos cuantos gritos. Ya una vez en el albergue recogimos todo, nos aseamos y nos metimos en el coche, en principio el día más largo sobre el asfalto nos esperaba.

     

    Subidos en los animales

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    Dea y mi canceroso dromedario

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    Nuestro grupo de tres (dea, yo y Marco)

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    De paseo

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    Marta, Ruth y Luis al fondo

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    Dea, yo y Marco al fondo

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    Me puse yo al volante en el primer tramo del viaje, poco a poco nos íbamos alejando del desierto dejando atrás los pueblos por los que habíamos pasado a la ida pero esta vez pasado Erfoud fuimos dirección Er Racchidia a través del valle del Ziz. Pasando esta ciudad nos encontramos con un bonito paisaje, que salvando las distancias se asemejaba al Cañón del Colorado. Un embalse localizado entre una garganta de enormes montañas rojas, lástima no pudiéramos parar un rato por la zona. El día estaba muy bonito, así que se apreciaba muy bien todo, cruzamos una de esas montañas y llegamos a un páramo donde el paisaje comenzaba a cambiar. Unas horas más tarde llegamos hasta Midelt que como su propio nombre indica es la mitad del camino. Allí hicimos el relevo y el llenado de depósito que ya lo iba pidiendo.

     

    Valle del Ziz

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    Cañón marroquí

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    Como el tiempo se nos echaba encima y conducir por la noche, pese a que Marta ya estaba medio especializada, no nos seducía mucho comimos en el coche un poco de fuet y cuatro mierdas más que llevábamos. Esta parte del viaje fue completamente diferente a la anterior, los paisajes cambiaron bruscamente para asombro de propios y extraños. El seco y árido desierto se cambió por montañas verdes, lluvia, lagos y nieve en las cumbres, ¿estamos en Marruecos?, paisajes propios de suiza se iban sucediendo. Cruzamos por entre las montañas moteadas de pinos en las que nos cruzamos a unos cuantos perros salvajes temerarios que dieron rienda suelta a nuestra imaginación sobre su procedencia. De repente cruzamos el espacio-tiempo y aparecimos en u pueblo típico andorrano, opulandia apareció ante nuestros ojos. Chalets en el monte, carreteras perfectamente asfaltadas y un ambiente totalmente europeo nos dejó boquiabiertos. Cruzábamos Ifrane, ciudad famosa por su universidad, cuya matrícula cuesta ni más ni menos que unos 6000€. Conseguimos salir del bucle espacio-temporal y la carretera nos derivó de nuevo al marruecos que todos conocíamos, gente por las calles, casuchas de tres al cuarto y burros. Nuestro asombro volvió cuando pasamos la ciudad hereje en la que iglesias cristianas nos daban la bienvenida.

     

    Paisajes “suizos”

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    Opulandia

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    Ya estaba anocheciendo y nos quedaban aún unos kilómetros hasta Fez, Marta hizo uso de su poder especial y pudimos romper la regla que todas la guías rezan, “no conducirás por la noche en tierras marroquíes”. Entramos en la caótica ciudad de Fez bajo una lluvia desagradable, buscamos el Youth Hostel pero nos medio perdimos. Paramos e hicimos cambio de conductor, preguntamos y planificamos el cómo llegar hasta nuestro destino. Los motoristas guías timadores nos acosaron un poco, pero conseguimos esquivarles. Aparcamos cerca de hostel y fuimos a preguntar si había camas libres, tuvimos suerte y quedaba una habitación doble y una con dos literas, perfecto. Volvimos a por las mochilas y enseres y las descargamos en las habitaciones.

     

    Tocaba salir a dar una vuelta y otear algún sitio donde cenar, al final la noche dio mucho de sí: vimos a todo tipo de personajes, una pelea multitudinaria con un autobusero, cansinos que nos seguían, vendedores de hachís y todo tipo de gente que os podáis imaginar. Fuimos hacia un restaurante que recomendaba la guía, pero al sentarnos el 75% de la carta (por no decir el 100%) estaba acabado y de lo que les quedaba solo había un plato de cada. Pese a la triste cara del amable camarero decidimos irnos al garito de en frente, un tabloide anunciaba los precios y no tenía mala pinta.

    Después de sentarnos nos fuimos dando cuenta de lo extraño del lugar, una luz de colores, gente que subía escaleras y bajaba feliz, mujeres en el bar, cervezas…algo no nos cuadraba. Pedimos la carta y nos trajeron la bebida aderezada de unos pescaditos fritos para picar, una señora ración la verdad. El tiempo que tardaron en traernos la cena dio mucho de sí, mientras bromeábamos sobre el cocinero leyendo libros de cocina, la TV nos mostraba un baile obsceno de mujeres con pelos kilométricos contoneándose poseídas por el mismísimo Satán. Todo tipo de cábalas nos vinieron a la mente. La comida la verdad que estaba muy rica y decidimos huir en cuanto pudimos, que ya nos estábamos canteando demasiado entre las risas y miradas, menos mal que no nos entendían.

    De vuelta al albergue apareció en escena el personaje que todos estábamos esperando…El Chico del Paraguas…sin comerlo ni beberlo se unió al grupo y ya no se nos despegaría jamás, de hecho le hemos dejado un colchón aquí en casa para que esté más cómodo, eso sí paraguas en mano. Sigiloso como el que más y a una distancia prudencial acechaba a que nos perdiéramos durante nuestro camino de vuelta y así poder asaltarnos con su paraguas y su cara de guía nocturno. Por suerte volvimos al hotel sin problemas y mediante una bomba de humo nos dejó. El albergue cerraba a las 22h, llegamos un poco antes, allí el hombre me dijo que el coche lo dejara en la calle de en frente que por 15MAD un vigilante lo cuidaría toda la noche. Así que por ese precio le dije que sí y con miedo en el cuerpo por si el del paraguas estaba durmiendo en nuestro coche, aparqué donde me indicó. Luego, cada mochuelo a su olivo y a dormir en las húmedas mantas de piel de mono y la gélida calefacción ausente, menos mal que la capa de agua que tenían las paredes hacían las veces de aislante.

     

    A acostar

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  9. CAPÍTULO 4: DROMEDARIO Y MANTA.

    06/01/2010 ERG CHEBBI-FEZ

    Suena la alarma temprano, tenemos que recoger el chiringuito lo antes posible, Hassan nos llama desde fuera y nos mete prisa, hacemos lo que podemos. Cuasidormidos y enmochilados comenzamos de nuevo a caminar sobre las dunas iluminadas por el albor, quedaban pocos minutos para el amanecer.

     

    A la salida de la tienda

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    Llegamos a una duna decente desde la que vimos la salida del sol ese día, el viejo astro se iba asomando por el este (menos mal porque si no habría sido extraño) dándole color a las dunas y al cielo. Parecía se iba a tratar de un buen día. Hassan nos invitó a tirarnos con una tabla de snow por las dunas y como ninguno se atrevía tuve que ser yo el conejillo de indias. Una experiencia más, una pena que fueran las 7:30 de la mañana y estuviéramos dormidos y exhaustos del ejercicio matinal, porque habría estado bien esquiar en dunas más altas. Dea y Fish fueron los siguientes en probar, con rebozado de la primera incluido, Marta fue luego, Hassan y Rutty.

     

    Amanecer en el desierto

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    Los “arenaboarders”

     

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    Dieron las 8 y no llegaba el 4x4 a recogernos, tocaba esperar al fresco, un fresco no tan intenso como el que habíamos pasado por la noche, nuestro saquito quedó en eso, un saquito, las gélidas temperaturas nocturnas no pudieron ser aplacadas, pero el cansancio sí nos permitió dormir. Sobre las 8:15 reanudamos la marcha al punto de encuentro, se veía una polvareda al fondo, nuestro jeep estaba llegando. Como no queríamos salir muy tarde hacia Fez pasamos por alto una visita a unos músicos africanos. Llegamos al albergue y un genial desayuno buffet libre nos estaba esperando, ávidos de llenar el estómago no cedimos en nuestro empeño y amortizamos bien lo pagado el día anterior. Siguiente aventura, los dromedarios.

     

    Mientras esperamos al jeep

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    Desayuno

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    La evolución de las pulgas

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  10. A mí me resulta curioso que el argumento que ha servido para prohibir una cosa que estaba a punto de desaparecer de muerte natural (solamente quedaba abierta la Monumental, en Barcelona capital), no se aplique para otras cosas que están en pleno auge. Y que no me digan que en los correbous no sufre el animal, porque eso de prenderle fuego a dos bolas de paja en los cuernos del bicho, atizarle con palos, tirarlo al mar (vale, nadar nada, pero todavía no he visto ningún toro con escamas, así que me da que el mar no es su elemento) o subirsele a grupa una jauría de niñatos borrachos, tampoco me parece inócuo.

     

    En resumen, que esto tiene un tufillo electoralista que tira "p'atrás", que la situación general del país pinta bastos y esta gente se dedica a hacer el soplapollas a nuestra costa legislando mal y a deshoras sobre cosas que (desde mi punto de vista) ni les van ni les vienen.

     

    Pero en fin, a esto es a lo que se dedican los ínsignes próceres de la patria, a prohibir burkas (¿cuántos habéis visto por vuestra ciudad?), toros y a este paso, a tomar el sol de noche, ya puesto a prohibir gilipolleces, que lo hagan bien.

     

    P.S: al margen de que pueda estar a favor o en contra de los toros, mi argumento es que en Cataluña las corridas de toros iban desaparecer ellas solitas, como lo hicieron en Canarias (donde se prohibieron cuando llevaban más de diez años sin celebrar ni una) o en Asturias (donde no hay corridas desde el 2006).

     

     

    La prohibición ha llegado a través de una ILP con más de 180000 firmas, que luego los ineptos de los políticos hayan querido meter al nacionalismo y antiespañolismo por medio no es el problema. Se ha dado un gran paso, con el tiempo esperemos que se den más.


  11. En imageshack una vez subas todas las fotos a la derecha y hacia abajo viene un epígrafe que dice: get direct links o algo así. Cópialos todos, esos son los links de tus fotos.

     

    El siguiente paso es ponerlos en donde quieras del texto ya respondiendo aquí en el foro, seleccionar link por link, dar al botón de insertar imagen (ya aquí en el foro) e insertarla. Así con todos, es un coñazo pero desde que cambió imageshack creo que es lo más rápido.

     

    No se si me habré explicado.


  12. Piensa que si dices sin más que tus argumentos están basados en unos estudios de unos sociólogos nos estás pidiendo que nos fiemos de cuatro cosas:

     

    La existencia de dichos estudios

    Que dichos estudios digan lo mismo que defiendes

    Que dichos estudios estén contrastados

    Tu comprensión lectora

     

    En el momento que falle una de estas cuatro cosas el respaldo a tus argumentos se desmorona solito, y como no nos das opción de verificarlas habría que ponerlo en duda.

     

    De todos modos, y como gesto de buena fe, lo aceptamos. Ahora bien, si los sociólogos se dedican a hacer estudios para llegar a la conclusión de que la victoria en una competición deportiva de uno de los participantes hace felices a los seguidores de dicho participante no me extraña que estén sirviendo Whoppers.

     

    Por cierto, según mis últimas informaciones, la prima de 600.000 € por jugador ha sido pagada a medias por Grefusa y Facundo, gracias a las ganancias derivadas del incremento de ventas de, respectivamente, pipas y chaskis.

     

     

    Yo también como patatas los Viernes


  13. No me considero nacionalista y mucho menos nacionalista español, pero me alegro cuando en el extranjero conocen a este país más allá de la vergüenza nacional, la fiesta y las sevillanas.

     

     

    Y no puedes aceptar que otros prefieran que conozcan a nuestro pais por otras cuestiones, que no son el futbol?. Xq a mi me da tanta verguenza el futbol, la esteban, las sevillanas y los toros.

     

     

    Es que a ti no te gusta nada, ¡eres un amargado! jajaja. Lo que quiero decir es que prefiero que conozcan al país por triunfos deportivos que por prensa rosa, fiesta o maltrato animal.

     

    Si no te gustan mis argumentos me parece perfecto, pero he de decirte que yo no me los he inventado, que los he leído en entrevistas a diversos sociólogos.

     

    Mira a ver si a las empresas cerveceras españolas no les ha venido bien el mundial, mira a ver si a la comida a domicilio tampoco, a los bares, a las productoras de snacks, a las agencias de viaje...etc. Ya me dirás dentro de 9 meses si no hay un repunte en el número de nacimientos.

     

    A mí me gustaría leer esos estudios de varios sociólogos que relacionan el triunfo en una competición deportiva (como el mundial) con la subida en bolsa de TelePizza y Matutano. Creo que además he escuchado que Díaz Ferrán ha declarado que, gracias al beso de Casillas a Carbonero, Viajes Marsans se salvará.

     

    Y como última reflexión chorra, si el mundial es bueno porque habrá provocado más concepciones de lo habitual, el apagón de Nueva York también fue bueno, de hecho Obama piensa "apagar" Nueva York cada tres meses para luchar contra el envejecimiento de la población.

     

     

    No te confundas ni pongas en boca mía cosas que no he dicho. Evidentemente los estudios sociológicos a los que me refería son los relacionados con el aumento de la felicidad en las personas. El vender más pizzas o patatas no creo que deba relacionarse con la bolsa.

     

    Y respecto a tu reflexión mejor no comentar.


  14. Pero qué nacionalismo ni que ocho cuartos, tu ¿en qué país vives? ¿en qué país votas? ¿en qué país pagas impuestos? No se trata de ningún nacionalismo, se trata de que estas cosas, quieras o no, te lo creas o no, vienen mejor al país donde vives. No me considero nacionalista y mucho menos nacionalista español, pero me alegro cuando en el extranjero conocen a este país más allá de la vergüenza nacional, la fiesta y las sevillanas. El deporte es un gran embajador así que no me vengas con política, porque aquí sobra.

     

    Si no te gustan mis argumentos me parece perfecto, pero he de decirte que yo no me los he inventado, que los he leído en entrevistas a diversos sociólogos.

     

    Mira a ver si a las empresas cerveceras españolas no les ha venido bien el mundial, mira a ver si a la comida a domicilio tampoco, a los bares, a las productoras de snacks, a las agencias de viaje...etc. Ya me dirás dentro de 9 meses si no hay un repunte en el número de nacimientos.


  15. [...] Sólo es un equipo de fútbol, si no te gusta el fútbol, no te sientes identificado o la razón que seas, ya tenáis que aguantar lo que no está escrito.[...]

     

    Sí, es un equipo de fútbol, pero no un equipo cualquiera, es una selección de los mejores jugadores nacionales, es decir, de tu país. Como tal, te guste el fútbol o no, la selección española es embajadora del país en el que vives para el resto del mundo. Te guste o no, el fútbol es el deporte rey y por eso se le da tanta importancia, o los cientos de miles de personas que había en Madrid fueron una casualidad. No tiene sentido oponerse a una realidad, a mi no me gusta el tenis, pero no me voy quejando de Nadal cuando gana ese deporte, me caiga mal o bien esa persona está haciendo un bien al país. Ya no solo por publicidad, sino por la alegría que puede contagiar a mucha gente.

     

    Así es que allá cada cual...


  16. Nuestra vista cada vez iba perdiendo luminosidad, casi no se apreciaban algunos turistas caminando a lo lejos, el sol se iba escondiendo a marchas forzadas hasta dejar una estela nada más, momento en el que unos gilipollas andaluces no se les ocurrió otra cosa mejor que liarla con su 4x4 y ponerse a pegar gritos sin sentido interrumpiendo toda tranquilidad…el cabreo fue mayúsculo. Nos temíamos lo peor (el tenerles en el mismo campamento) pero por suerte nuestras jaimas estaban más apartadas que las suyas.

     

    Argelia al fondo

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    El campamento al fondo

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    Atardecer

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    Después de que dea decidiera probar el sabor y textura de la arena magrebí, fish y yo nos quedamos un rato más a contemplar la llegada de la oscuridad y echar alguna que otra foto. Ya les alcanzaríamos más tarde.

     

    Dea mordiendo el polvo

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    Al llegar a nuestra jaima conocimos a Mohamed, el hermano de Hassan. Nos pusimos cómodos y organizamos el chiringuito como mejor pudimos. Disfrutamos bastante de la estancia charlando entre nosotros y hablando mil cosas con Mohamed, que incluso nos enseñó un par de palabras en bereber. Ya era noche cerrada y para desentumecer las piernas salimos de la jaima, jamás habría podido imaginar aquel momento. El tupido manto de estrellas nos arropaba y despertaba nuestro interés por la astronomía, fue una sensación fascinante, una gran obra de arte a la que observar o que nos observaba. Después del embobamiento llegaron las ganas de cenar, pero aún quedaba tiempo así que matamos el hambre hablando a la luz de las velas.

     

    Nuestra jaima

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    Engullendo

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    Llegó el tan ansiado tagin que engullimos como muertos de hambre, de postre unas mandarinas triposas que nos hicieron reír cual hachís del país. Tanto fue así, que a rutty le dio un mal y en cuanto se le pasó, decidieron quedarse descansando allí. Marco, dea y yo decidimos que había que disfrutar un poco más de esa noche de reyes tan especial, así que nos fuimos al calor del fuego donde todos los jóvenes guías se habían unido para tocar bongos, guitarras y unas castañuelas típicas de allí. Disfrutamos de la música e incluso tocamos un poco nosotros y otros turistas canarios, nos marcamos la típica macarena entre traguitos de arehucas. Llegó el cansancio y decidimos volver a la jaima.

     

    Música bereber

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    Los cabrones durmientes no nos habían dejado la vela a mano y las pasamos canutas para organizarnos. Por fin localizamos la vela y apañamos lo que sería nuestra cama con sacos y mantas, por el momento el frío era ausente, pero quedaba mucha noche por delante. Fue intentar dormir y un ronquido cual gemido de dromedario cabreado nos impidió conciliar el sueño. Creyendo que se trataba de Marta, la solución era fácil, tan solo hay que tocarla y “vualá” se despierta al instante. Pero no, Marta fue tocada y el ronquido seguía sonando para la estupefacción de propios y extraños, descubrimos que se trataba del dromedario Fátima, alias rutty. Hubo que despertarla y ya más o menos la cosa se calmó. La tranquilidad solo fue enturbiada por alguna ráfaga de viento que penetraba por un agujero con forma de cabeza de dromedario que fish apañó no sin antes pegarnos unas buenas risas a su costa. Se hizo todo el silencio posible (burros y dromedarios no cuentan) y caímos en brazos de Morfeo.


  17. CAPÍTULO 3: EN BUSCA DE LOS REYES MAGOS.

     

    Parte II.

     

    Continúo donde lo había dejado, en la perorata del bereber…

     

    El bereber expuso sus cartas, nos ofreció alojamiento y visita al desierto y demás, pero que para discutir las cosas nos acercáramos a su albergue, que estaba al pie de la duna. Nos dijo el nombre y nos sonaba de que aparecía en la guía, así que seguimos a la especie de moto y llegamos hasta “La Tradition”.

     

    Persiguiendo

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    Al bajar nos acomoda y nos sirven el ya conocido té de menta, a partir de ahí comenzaron las duras negociaciones, nuestros intentos de fichar a Cristiano Ronaldo iban por buen camino. Al final cerramos el trato cuando creíamos que nos iban a rechazar nuestra última oferta, típico del país, y esperamos al 4x4 que nos llevaría a ver un lago y luego hacia las dunas. Pasaríamos la noche en jaima y daríamos una vuelta en dromedario a la mañana siguiente.

    Tras preparar las mochilas de asalto y comprar agua embotellada llegó el ansiado 4x4. Entre botes, golpes, risas y chichones cruzamos terrenos áridos hasta llegar a lo que no pensábamos encontrarnos ahí, un lago bastante grandecito. Se suponía que íbamos a ver aves y animales, pero lo único que había eran vendedores de veteasaberqué. Las nubes y el cielo azul reflejados sobre el agua en calma y el sol radiante eran todo un espectáculo visual. No pudimos “perder” mucho tiempo, se hacía tarde y de ninguna manera queríamos obviar el atardecer sobre el desierto.

     

    En el 4x4

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    El lago

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    Después de otro largo camino de botes y cabezas agachadas, llegamos a nuestro destino. Estábamos al otro lado de la gran duna, a los pies del Erg Chebbi. Recogimos las mochilas, repartimos las botellas de agua y seguimos a nuestro guía. Hassan, que ese era su nombre, se echó un saco al hombro y empezó a subir dunas con una facilidad tal que daban ganas de mirar a ver si tenía pezuñas o zapatillas. Ninguno pudo seguirle el ritmo, poco a poco fuimos formando una hilera de a uno. Yo iba justo detrás de nuestro guía bereber flipando con las vistas y disfrutando de la caminata, se iban abriendo huecos también entre nosotros…nuestra forma física dejaba bastante que desear. Cuarenta dunas y tres kilos de arena dentro de las botas después, llegamos a lo alto de una duna donde nos esperaba Hassan. Allí nos explicó que él iba a la jaima y que luego volvería a por nosotros, que donde estábamos se vería bien la puesta de sol.

     

    De nuevo en el 4x4

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    Hassan

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    De camino

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    Escalamos un poco más y nos tiramos en una de las dunas. Nos deshicimos de las mochilas y fue entonces cuando comenzó el gozo. Una montaña al fondo nos separaba de Argelia, al frente el sol cada vez más bajo, un cielo azul imponente y unas dunas anaranjadas. La sensación de no escuchar nada, de sentir por primera vez en tu vida el silencio, fue tan bonito o más que el cuadro de nuestro alrededor. Se sucedieron las mil y una fotos, el retozarse en la fina y limpia arena y el preparar nuestras cámaras para un ocaso tan diferente.

     

    Asentamiento

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    Volvió Hassan y nos dijo que subiéramos un poco más, que las vistas serían mejores, pero una vez arriba se divisaba más allá una duna pequeña donde la estampa sería más bonita. Así que corrimos para allá mochila al hombro, hundiendo nuestras piernas hasta las rodillas en la arena y siguiendo a nuestro bereber todotrerreno. En todo este trasiego hubo varias bajas de caídas y comidas de arena, así como la cámara de Fish que decidió reposar en la inmensidad del desierto, gracias a dios fue rescatada por los que venían por detrás.

     

    Hassan

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    Hasta las rodillas

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