Jump to content

manolain

Miembros
  • Contenido

    706
  • Ingreso

  • Última visita

Mensajes publicados por manolain


  1. Si llegas a abrir este hilo un día antes, Vanin y Pucca (que han salido para allá hoy mismo) te podrían haber dicho qué es lo que van a visitar ellas en Mallorca.

     

    Yo he estado unas cuantas veces en Mallorca, pero no soy nada fan de la isla (con perdón de mis vecinos, pero es la más fea de las Baleares), así que no sabría qué sugerirte.

    Que pena no haber llegado a tiempo!!!

     

    Pero mujer, algo tienes que conocer de tu vecina isla, que tampoco es tan grande, jajaja

     

    Bueno, amos a ver si algún alma caritativa me puede chivar algo!!!


  2. Hola de nuevo amigos interraileros

     

    Acudo a vosotros, tras meses desaparecidos, para solicitaros ayuda y que me ayudéis a planificarme una pequeña escapada que hago de dos días a Mallorca (empezando mañana). Únicamente estaré en Palma, por motivos logísticos (moverse con un cría de siete meses es complicado!)

     

    YA se que en condicones normales lo ideal sería venir con los deberes hechos (haberse mirao el interné, llevar una propuesta ....), pero os pido que apiadéis un padre joven y primerizo, cuya mujer también trabaja, y que tienen a los padres/suegros a muchos kilómetros, así que no tenemos ayuda para nada y estamos siempre hasta arriba.

     

    Gracias!!!!


  3. Jo, acabo de ver este post!! Felicidades por tu nena!!!

     

    Y parece que fue ayer cuando Maggie apareció con una paloma muerta en la boca, en San Martín de Montalbán... XDDDDD. Y ahora con niña y todo!! qué bien!! me alegro mucho por ti, disfruta de la paternidad!!

    Joer, la pobre Maggie se pegó un ostión tremendo este verano, contra una verja, y todavía tiene la pobre la pata en curación, con una cicatriz tela de fea.....pobrecita, que mal lo pasamos, y encima era domingo, tuvimos que buscar un tio de urgencia...fatal!!!


  4. La madre!!!! no valía con un perro? Espero que no sigas teniendo tanto compromiso, o vas a tener que saltar al campo con el carrito de bebé! XDDD

    Por cierto, las laras suelen ser siempre muy guapas, no sé porqué, así que lo de miss España quizás no sea ninguna tontería!

    Mucha suerte con la niña, con los lloros, lo biberones... y felicidades campeón!

    perro, niñas...aquí cabe de todo!, jejeje

     

    ¿compromiso con qué? Con jugar al fútbol? Con ver al Cádiz? Pos me temo que sí, que sigo igual, jajaja

     

    No veas, la niña es lo más buena del mundo! Ni un lloro me ha echao todavía!!! Y las noches, de un tirón!!!!


  5. Hola amigos!!!

     

    Qué de tiempo que no pasaba por aquí!! Pero me han mandado un privado (por cierto, totalmente surrelaista) y he dicho, que puñetas, vamos a pasarnos por ahí!!!

     

    Me congratula anunciaros que hace casi tres meses fui papi de Lara, la futura miss españa, y no miss mundo, porque para eso ya hay que echarle muchas horas y yo quiero que me estudie por lo menos tres carreras :bye2:

     

    Os dejo unas fotitos de la nena (para alérgicos al facebook, no hay que estar dado de alta)

     

    http://www.facebook.com/album.php?aid=2035...mp;l=5609e6822b

    http://www.facebook.com/album.php?aid=2028...mp;l=5f6c29a5cd

     

    Ya veo que el buen rollo sigue por aquí, y que hay foreros incombustibles (vanin hija, búscate un trabajo de verdad, juas!), mis disculpas por haberos abandonao, aunque ya veis cómo ando, jejeje


  6. Pues yo rompo una lanza por Siguenza, típico pueblo medieval que pasa desapercibido, pero que es absolutamente espectacular.

    Su castillo (uno de los paradores) más bonitos de España, su imponente catedral (creo que Guadalajara es la única provincia española con la sede catedralicia en una ciudad que no es la capital) y su Ayuntamiento y Plaza Mayor merecen una visita!!!!

     

    El hecho de que yo me casara allí es totalmente irrelevante en esta recomendación, jajajaja

     

    No en serio, fue el comentario que más oí de todos mis amigos de Huelva, Sevilla y Cádiz que claro, difícilmente se les ocurre ir hasta allí

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/1108...57601423037647/

    http://www.flickr.com/photos/manolain/1108...57601423037647/

    http://www.flickr.com/photos/manolain/1108...57601423037647/

    http://www.flickr.com/photos/manolain/1108...57601423037647/

    http://www.flickr.com/photos/manolain/1107...57601423037647/


  7. ¡Ay, qué bonita es Formentera! Y qué fotos más chulas te has traído, Manolain. Me ha hecho gracia el título de "Esas adolescentes posando...que me pierdo!" XDDD

    si es que van provocando super....(y es verdad, la tía posaba y la amiga le hacía más y más fotos...tan joven y ya tan creída!!)

     

     

    joer, pero una cosa es ACAMPAR y otra muy distinta PERNOCTAR que se puede hasta en el Teide. De todas formas quizas las ocho y media de la mañana fuera un poco tarde para pernoctar quien sabe.

     

    Geniales las fotos manolain, que colores dios!!! Me acabo de enamorar, jajajaja

    Me alegro que te hayan gustado, la verdad es que hay algunas que y mismo digo "joer!!"


  8. Recupero este hilo porque mi viaje a Formentera está a la vuelta de la esquina, que ganazas!!!

     

    Tengo algunas preguntas básicas para las nativas, que por increíble que parezca, no he conseguido resolver por internet.

     

    Llego en avión a Ibiza y luego tengo que irme a coger el ferry a Formentera. ¿Cuánto es el trayecto en tiempo del aeropuerto al puerto? Imagino que habrá taxis y que con eso me quito de problemas, pero preferiría coger un bus. ¿Es posible? ¿Cuánto tiempo llevaría en ese caso? (para ver si me da tiempo a hacer la "conexión")

     

    ¿Casas de alquiler de motos en Formentera? (la moto ha sido el método de transporte ganador para nuestra estancia en Formentera) ¿Alguna recomendación?

     

    Lo dicho, que el viaje está ya a la vuelta de la esquina!!!


  9. por cierto que tal el hotel????yo he visto la peli esa de jenifer lopez y parecia una pasada

    el hotel muy bien, muy grande (al menos nuestras habitaciones)

     

    De todas formas, a nosotros porque nos salió gratis, pero creo que pagar lo que cuesta ese hotel, para algo que al menos nuestro caso usamos sólo para dormir, es demasiado proporcionado

     

    Y desde luego, en España la calidad hotelera está muy por encima del resto. Un 4 estrellas en España yo creo que es bastante mejor


  10. Como veis, estas vacaciones de semana santa he aprovechado para hacer los deberes, y ala, ahí está el relato completo, y todas las fotos subidas!! super, si ves que tal, como dicen aquí en Madrid, me lo incluyes por favor en el índice ese de diarios que hay por ahí

     

    Ir a Nueva York ha sido la releche. Si tengo una cosa clara después de haber ido, es que tendré que repetir en el futuro, para ver lo que no pude ver, para disfrutar una segunda vez con lo que ya vi, para perderme por sus calles sin la “presión” de tener que ver las cosas obligatorias, para recorrerme mejor sus restaurantes, para pegarme una siesta en Central Park, para oír una misa en Harlem, para ir a Ellis Island y Liberty Island…En fin, para las miles de cosas que Nueva York está siempre ofreciendo. Y es que Nueva York te hace sentir como en casa, en muchas ocasiones se olvidaba uno de que estaba en el extranjero, no tenía esa sensación. Podría irme a vivir allí en cualquier momento, me adaptaría en dos horas. ¡Gracias Nueva York!

     

    Por último, unos consejitos para los que vayan a ir, si se me van ocurriendo más, los iré colgando por aquí

     

    CONSEJOS Y NOTAS PARA FUTUROS VIAJEROS

     

    METROCARD

    No se donde he leído por ahí que la tarjeta era prescindible. Para mí es totalmente NECESARIA. Nosotros la compramos, aún estando sólo cinco días (vale para siete) y le dimos un tute tremendo. Es especialmente útil cuando tienes un día de museos, o de tiendas, y no quieres patearte la ciudad tu solo. O si quieres ir a un restaurante determinado, o si no te cuadran las visitas como las querías hacer....vamos, en una ciudad de ese tamaño, para mí es FUNDAMENTAL!! Y desde luego se le saca suficiente rentabilidad. Yo creo que teniendo la metrocard es totalmente innecesario coger ningún taxi, salvo para ir y volver del aeropuerto.

    Nosotros la compramos en la Grand Central, y nos hicimos un poco de lío. Hay que irse abajo, donde pone "Subway", y no querer comprarla arriba, ya que eso es para la red de lo que nosotros llamamos aquí cercanías.

     

    TAXI - LLEGADA AEROPUERTO

    Pues lo dicho, para mí, salvo para ir y venir del aeropuerto, no tiene mucho sentido. Anda que se sean dos personas, ya conviene. Hay unos servicios de bus (shuttle airport) que me parece que valían unos 25 dólares, y que como pasar por varios hoteles, pues se hace bastante largo.

    El precio para ir y venir del aeropuerto es cerrado: 45 dólares más peajes más propinas (aunque lo de los peajes no se yo si me timaron al final o no, me sonó raro porque por aquí no lo leí mucho)

    MUSEOS Y ENTRADAS

    El Metropolitan no tiene entrada realmente, es una donación creo. Desde luego, la “seguridad” es fácilmente sorteable en lo que respecta a la entrada (que no hay tal, simplemente es una chapa que nadie te mira). Lo que sí, dejar todo en consigna, y pasas de gratis del tirón! En el puesto que hay en el centro del vestíbulo principal dan mapas en español (los rojos creo).

    El Top of the Rock y el Moma ofrecen una entrada conjunta, por la que te ahorras 10 dólares.

    RESTAURANTES

    En Little Italy, casi siempre, las sugerencias de entrantes no están en la carta y suelen ser curiosamente los más caros. No hay que cortarse en decir simplemente: “no, es que a mí no me gustan nada los cangrejos” (por decir algo).

    Mi experiencia en los irlandeses es que las raciones y los platos son GIGANTESCOS, así que cuidado con comer con el ojo, un plato por persona, e incluso para compartir si no se tiene hambre.

    COMPRAS

    Para mí está claro que el mejor sitio, dentro de Manhattan, es el Century21. Tiene unos precios absolutamente impresionantes, nada que ver con el resto. Antes de comprar algo, yo me aseguraría de que no lo tienen allí, porque casi seguro que allí será más barato. Los jueves abren hasta las diez de la noche, así que ese puede ser un buen momento para ir. Luego también es muy recomendable el Soho, donde hay tiendas muy buenas y muy baratas (por ejemplo, la de Levi’s, que es también una ganga). El Macy’s es inmenso, el más grande, pero yo creo que es bastante más caro que otras muchas tiendas de la ciudad.


  11. QUINTO DÍA – VIERNES 29 DE FEBRERO

     

    Amanece nuestro último día en Nueva York, da penita irse, pero no hay más remedio. Todavía quedan cosas que hacer y ver, así que hay que ponerse en marcha.

     

    El primer gran momento del día es recogerlo todo, ya que hay que dejar las habitaciones. Todos debemos pasar la prueba de cerrar nuestras maletas, pero no todos lo consiguen. Elsa, aunque le ha colocado a Merche varios pares de zapatillas Converse, no lo consigue, y es que parece que su maleta ha dado de sí (los cierres estos malos de click, que llegan un momento en que ya no “muerden”), así que consigue como puede a duras penas cerrarla con una cinta, asumiendo que va a tener que comprarse una maleta nueva y hacer luego un “transvase”. A continuación el desayuno, que ya para estas alturas es bastante light, después de tantos días de atiborrarnos de todo tipo de grasas trans y malignas.

     

    El primer destino es Central Park, al que le debíamos un buen paseo. Acordamos subir en metro hasta la parte este, a la altura del gran lago, e ir cruzando hacia el oeste, donde coger el metro para bajar de nuevo al centro. Hace un frío de cagarse otra vez, pero un sol radiante, y el parque gana mucho así. Damos un relajado paseo, viendo el lago, algunos valientes que hacen footing, gente sacando al perro, grandes extensiones de césped donde se juega al beisbol en verano, y donde se deben hacer unos picnics y unas siestas antológicas. Me quedo con las ganas para volver en verano.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354811740

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354813668

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354814566

     

    En nuestro paseo damos con un curioso castillo que parece de cuentos, el Belverede Castle. Es nuestro último recuerdo de Central Park, antes de llegar al Museo de Historia Natural, para el que desgraciadamente no tenemos tiempo, así que nos metemos bajo tierra, para coger el metro. Las fuerzas ya son escasas y alguna lo acusa. En el asiento en el que estamos hay calefacción y eso sumado a las caminatas y a las pocas horas de sueño, hacen mellan en Elsa, que se queda completamente grogui, para jolgorio del resto.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354815322

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354820668

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354823212

     

    Ahora queremos ver la zona de Washington Square, por la parte de Greenwich Village, así que para allá que vamos. Lo primero es una pista de baloncesto callejera que se supone muy mítica y tal, pero como no hay ni dio jugando, pues como que pierde un poco de “punch”. Subimos algunas calles, y el paisaje cambia, estamos en Washington Square. Por desgracia, las “amenazas” de la guía se cumplen: están en plenas obras, y casi no podemos entrar en ella, ni mucho menos acercarnos a su particular Arco del Triunfo, que tenemos que conformarnos con ver de lejos.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353995291

     

    Nuestros pasos se van dirigiendo ahora hacia Union Square, y en el camino damos con la iglesia de Grace Church. En Union Square, luego de darle una vuelta y disfrutar de su ambiente, muy bullicioso, yo pido unos minutos a las chicas para ir a una tienda de deportes recomendada por la guía. Encuentro precios mucho mejores que en las tiendas Nike y Adidas, pero no las tallas que necesito, y decido que no hay que forzar las cosas, que ya bastante dinero se ha gastado ya.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354826092

     

    Volvemos a meternos en el metro (¿quién dijo que la metrocard esa no sale rentable?), y es que ya estamos cansados y hace un frío de morirse otra vez. Ahora paramos en el Soho, y desde aquí vamos andando poco a poco a Little Italy, que se concentra casi en su totalidad en la calle Mulberry. Entramos en un primer restaurante del que no vamos porque no tienen pizza (¿cómo es posible?) y acabamos en otro donde nos pusimos hasta el mismísimo culo (pero a reventar, que cosa más mala) pero donde al final no pedimos pizza. Lo regenta un napolitano muy simpático, aunque como buen italiano (y más del sur) en algún momento nos intenta colocar algún plato que es bastante caro (sugerencia: casi siempre, las sugerencias de entrantes no están en la carta y suelen ser curiosamente los más caros). Cuando ya nos íbamos nos invitaron a un helado que estaba buenísimo…uff…salimos de allí que a duras penas podíamos movernos.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354827726

     

    Esto ya se va acabando. Un último esfuerzo nos conduce ¡de nuevo! al century21. Las chicas van a hacer allí un segundo intento y además Elsa va a comprarse la maleta nueva sin la cual malamente va a poder irse. Yo me acerco mientras tanto al J&R, al que no pude ir el día anterior, y del que me traigo dos reproductores MP3, uno más grandecito con pantalla para Merche, y uno enano para mí para el gimnasio y salir a correr. Al pagar, mi tarjeta ya no es admitida, la he quedamos. Tenemos que pasar al siguiente nivel: VISA. Pobres tarjetas, como han sufrido.

     

    Volvemos al hotel y ya vamos a regresar, aunque todavía Nueva York nos tiene que obsequiar con otro regalo dentro del tour exclusivo para los cuatro. Es viernes por la tarde y pillar un taxi en Manhattan está complicado. Tenemos tiempo de sobra, pero se intuye un gran atasco, y cuando antes pillemos un taxi, mejor. En la puerta del hotel los mozos nos dicen que la cosa está jodida, pero que quizás haya una solución. Una señora va también al JFK, y podríamos compartir taxi con ella. Cuando llega éste, resulta ser, ¡una limusina! Su precio es el doble de lo normal, pero como lo compartimos la señora y nosotros en dos partes, nos sale exactamente igual que un taxi normal, y la diferencia ya ves!!! Cinta particularmente está encantada, y Elsa, como no, no puede aguantar y pilla bebida (preguntando antes cuánto cuesta, por supuesto!).

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354828514

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353999873

     

    En el aeropuerto conseguimos ahorrarnos la cola gracias a la facturación online y a unos mostradores donde se podían imprimir las pegatinas para el equipaje, que esta vez sí, recibimos correctamente en España (y eso que el vuelo salió de Nueva York con dos horas de retraso, y que teníamos escala en Amsterdam, pero milagrosamente, llegamos incluso con antelación suficiente para cogerlo casi sin correr!). Desde las ventanas en Amsterdam vimos como montaban nuestras maletas, ¡que gustazo!

     

    El aterrizaje fue de lo más chungo, y es que hacía un viento en Amsterdam tremendo. A consecuencia de esto, el vuelo a Madrid salió también tarde, pero ya no nos importaba nada. Veníamos de disfrutar de un viaje alucinante.


  12. CUARTO DÍA – JUEVES 28 DE FEBRERO

     

    Rumbo al sur de la city. Nos espera el Financial District, que en nuestra programación inicial era lo primero que íbamos a ver, pero que hemos ido retrasando poco a poco. Miss Liberty, la Zona Cero y ese pedazo de Century21 nos están esperando.

    El frío de anoche no ha mitigado en absoluto, al contrario, parece más intenso todavía. Cuando nos bajamos del metro en Battery Park, nos queremos morir. La vista a la bahía es preciosa, pero esa misma bahía y el río Hudson nos traen más frío y viento helado si cabe, y casi no se puede parar.

     

    Nada más salir del metro nos damos de bruces con la Sphere, de la que leo su historia a las chicas. Se quedan (yo ya lo sabía) de piedra cuando les cuento que estaba en todo el epicentro del 11-S y que pese a sus fracturas, sobrevivió a aquel día y hoy se guarda como una especie de santuario o monumento a los muertos.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354780420

     

    Cuando se nos pasa el shock vamos a Castle Clinton, un pequeño fuerte que en su momento tuvo su importancia como defensa de la ciudad y centro de control de inmigración. De hecho, a la entrada hay un momento a los emigrantes llegados a Nueva York. Dentro de este fuerte se compran los tickets para los ferrys que van a Liberty y Ellis Island, pero de mutuo acuerdo, se podría decir, hemos decidido las chicas y yo que no iremos (yo quería, ellas no, ya se sabe, al final, ellas mandan, jeje).

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353951471

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353953067

     

    Así que veremos a Miss Liberty desde el ferry que va a Staten Island. De camino al embarcadero pasamos por un monumento a los caídos en las guerras mundiales, donde hay una estatua de un águila. Creo que fue el momento donde pasamos más frío en todo el viaje. El viento te mataba y te llegaba de todas partes. Hicimos las fotos a toda prisa y casi salimos corriendo, que barbaridad. Vemos llegar el ferry que vamos a coger, y eso nos anima un poco.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354784284

     

    Ya resguardados del cruel frío en el edificio del embarcadero, nos unimos a la marabunta que va a coger el ferry. Subimos al barco, que es tan grande que pese a que somos muchos, en la parte de arriba está casi vacío, sólo los turistas hemos subido hasta el tercer piso. Comienza el viaje y con él, la retahíla de fotos a la famosa señora Libertad. Aunque ardemos en deseos de verla lo más cerca posible, si fuera hacía frío, no digamos en la cubierta del ferry y con este a todo trapo. El ritual es siempre el mismo: salir, hacer la foto, y entrar corriendo, hasta que se recupera la temperatura corporal. Empezamos todos con muchas ganas, pero cuando ya hemos hecho algunas fotos, el entusiasmo, minado por el frío, va decayendo. Cinta y yo somos los que más excitados estamos, y no paramos de entrar y salir a la cubierta.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353955263

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354785712

     

    Hago las mejores fotos que puedo de Miss Liberty, así como de Ellis Island (en mi próxima visita a Nueva York no te escaparás!) y el Financial District, que me queda genial. Cuando por fin llegamos a Staten Island (el ferry va que se las pela, si no estás atento, se te pasan las fotos y ni te das cuenta), y como buenos turistas, tal y como llegamos nos ponemos a la cola para coger el mismo barco, pero en sentido contrario. El que no haya aprovechado la ida lo tiene jodido a la vuelta, pues como si hubiera carriles en el mar, éstos van a la derecha, y por tanto, más alejados de la Estatua. La buena noticia es que le da más el sol al lado bueno, y me paso un buen rato aguantando allí, intentando disfrutar de la vista de Manhattan que tenemos desde ahí. Las chicas ya pasan olímpicamente y están ahí con su cháchara mientras yo salgo y entro del ferry cuando ya no siento los dedos, pero me traigo unas fotos guapísimas.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354786354

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353958801

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354789234

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354789942

     

    De vuelta en Manhattan, toca visitar todo Downtown. Es seguramente la parte con más historia de Nueva York, ya que por ahí llegaron los colonos. Hay que ser valientes y enfrentarse al frío que sigue haciendo, vaya si lo hace. Nuestra primera parada es Bowling Green, una pequeña plaza donde hay una gran estatua de bronce de un toro. Como buenos españoles, nos hacemos fotos con ellas, pues parece más un símbolo de nuestro país que de New York. En este lugar se dice que un colono holandés compró la isla completa de Manhattan por 24 dólares.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353961733

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354792220

     

    Subimos un poco y llegamos a Trinity Church, que mira hacia Wall Street, por la que bajamos. Desde el 11-S ya no se puede visitar el edificio de la Bolsa, pero se sigue pudiendo ver desde fuera obviamente, donde está la bandera de USA más grande que vi en toda la semana. Enfrente, uno de los edificios con más historia de EEUU, ya que fue donde George Washington juró la primera constitución, sobre una Biblia inmensa que allí se conserva. Enfrente del edificio hay una estatua muy conocida del primer presidente de una democracia moderna. En este edificio tuvimos que estar un buen rato, y es que yo estaba otra vez aterido de frío, y el dedito de la cámara me dolía de nuevo que creí que ya no iba a poder moverlo más.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353964559

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353963213

     

    Así que cuando estamos satisfechos con la lección de historia americana, recuperamos el camino por Broadway, y entramos en un Starbucks a calentarnos un poco por dentro. Hasta yo, que soy muy poco amigo de cafés y demás, me pillé un chocolate, porque de verdad que venía congelado de Wall Street.

     

    Cuando por fin regresamos a los 36 grados de temperatura corporal, encontramos fuerzas para salir a la calle de nuevo (café en mano) y enseguida nos damos con la zona cero. La verdad es que si no sabes donde estás, nada te recuerda lo que allí pasó: simplemente parece una obra más, muy grande, y que congrega a muchos obreros, vallas y maquinaria. Pero es imposible abstraerse de donde estás y pensar el horror que tuvo que ser el 11-S. Encontramos el museo del atentado, pero vemos con estupefacción que cuesta dinero, y no es barato precisamente. Por muy nobles que sean los fines donde va ese dinero, no se puede cobrar entrada por recordar un episodio de historia tan reciente y doloroso. Así que no entramos.

     

    Frente a la Zona Cero hay un centro comercial y de negocios que tiene dos brazos que la rodean, formando una herradura que puedes recorrer y desde ahí verlo todo. El espacio sobre el que se está trabajando es inmenso, y está todo lleno de máquinas, grandes agujeros y operarios por todas partes.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353965961

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353967513

     

    En el sentido que lo hacemos, la herradura que forma el centro comercial termina justo en la iglesia de St Paul Chapel. Esta pequeña iglesia, que milagrosamente sobrevivió a los ataques casi intacta, se convirtió casi de inmediato en hospital de campaña, y al a vez que se curaban heridas físicas, lo hacían también las psicológicas. Fue punto de reunión de bomberos, operarios, policías y voluntarios durante aquel y los siguientes días, y hay toda una exposición montada en su interior que te cuenta como ese sitio sirvió de inspiración y cobijo a los que día a día se afanaron por reconstruir la zona, recuperar cuerpos, retirar escombros, y consolarse mutuamente de las muchas pérdidas. Dentro hay recuerdos de todo tipo, y mensajes de apoyo de todas partes del mundo. Todo lo que no comunicaba la zona cero en sí, para mí al menos, lo hace este lugar, que te cuenta muy bien lo que aquel terrible día significó para esa ciudad y su gente.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354798776

     

    Sin palabras durante un buen rato, continuamos nuestro paseo por Broadway hasta llegar a City Hall Park. El nombre es obvio, allí se encuentra el Ayuntamiento. El parque es precioso y se ve que en verano debe tener muchísima vida. Está rodeado de edificios emblemáticos, entre los que para mí destaca el Woolborth, que como dice la guía, bien podría venir directamente de Gotham City.

    El Ayuntamiento (en el que hay unos manifestantes con sus pancartas, que bien, otra cosa típica que veo al natural) tiene una particularidad muy graciosa: la fachada norte es completamente distinta del resto: al parecer, no lo terminaron en su momento (hace dos siglos) porque decían que la ciudad no se extendería más allá. Menuda vista.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353969821

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353970631

     

    Tras ver los principales ‘highlights’, ahora podemos dedicarnos a pasear por las calles y perdernos, además de dar rienda suelta al afán consumista (hasta ahora, las visitas a las tiendas han sido “programadas”). Justo antes de adentrarnos en Tribecca, encontramos una tienda muy barata con muchas cosas de ropa, y las chicas se quedan con los precios de todo (volverían luego más tarde para arrasarla, a buena hora dijo el dependiente que les hacía precio y les rebajaba las cosas si compraban).

     

    Una de las sorpresas que nos encontramos en Tribecca es el garaje del que salía el coche de los Cazafantasmas. Lo sabemos porque en el suelo tienen al famoso fantasma y dentro también, está claro que es de allí de donde salía aquel coche blanco con tanto cachivache. Mi hermana está encantada de la vida.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353972211

     

    Paseando por Tribecca llegamos finalmente a otro de los sitios clave del viaje, Chinatown. Menuda locura, vaya shock cultural (otra vez, y van unos cuantos). El bullicio es inmenso, y eso que hay muchas tiendas que están cerradas por un auto judicial (que cuelga de las puertas de las tiendas) que declara falsificación. Nos habían dicho que era fácil ver redadas allí por el mismo tema, pero está claro que hoy no las habrá, ya que casi todas las tiendas de Canal St están cerradas.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354804112

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354803348

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353972885

     

    Ya hay gusa y como no, hay que comer en uno de los restaurantes de Chinatown. Entramos en uno en el que han tenido que rodar 2000 películas por lo menos. Con su cocina color aluminio a la entrada, sus mesas pequeñas…Tan pequeño es el sitio que sin ningún pudor, como somos cuatro y no cabemos, nos sientan en una mesa grande con otros tres chinos que ya están comiendo. Pillamos la carta y empezamos a pedir lo que más o menos podemos. Elsa pide con los ojos y lo que le traen no le gusta mucho. Para colmo, el camarero se equivoca y le trae un plato equivocado que como empieza a comerse, no lo retira, y luego le trae el bueno, en total, cuatro platos. Las cantidades son inmensas, así que salvo Cinta y yo, que hemos pedido una única cosa, las demás no pueden con sus raciones. Los chinos que tenemos delante nuestra no se comen ni la mitad de sus platos.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354804884

     

    Estamos en el sitio perfecto para comenzar el tour de compras, que ya casi no pararía en todo el día. Aunque las tiendas de Canal St están cerradas, las bocacalles funcionan a pleno rendimiento. Tras muchos regateos y muchas vueltas, las chicas se lanzan a la caza de camisetas I Love NYC, que las compran casi a granel. En el paseo, Elsa y yo, como niños pequeños y con un par de huevos, entramos en una tienda Haagen-Dazs a pedirnos unos helados, con el frío que hace (helados que nos comemos pese a morirnos con cada bocado por no dar nuestro brazo a torcer, jejeje). Hacemos un intento de comprar unas fotos y láminas, pero nos parecen muy caras y el regateo no da para mucho. Yo espero pacieeeeentemente.

     

    De aquí subimos al Soho, en el que nuevamente las chicas se lanzan a la caza de zapatillas Converse, uno de los objetivos del viaje. Después de varios días de tanteos de modelos y precios, aquí empiezan a caer los primeros pares. Cuando todo vuelve a la calma, seguimos paseando por el Soho y llevo a las chicas a la tienda Apple de allí para que la conozca, y de paso, aprovechen un poco el ciber gratis. Se nos echa el día encima y nos tenemos que ir, tenemos que visitar otro de los iconos de la cuidad, el puente de Brooklyn. Nos metemos en el metro cuando está llegando un tren, nos puede la confusión, que si es este, que si no, Elsa entra, nosotros salimos y ¡oh!, Elsa se queda sola en el tren. Le hacemos señas para que vuelva a la estación donde estamos, y donde volemos a reunirnos con ella después de unas buenas risas.

     

    Se me ha olvidado antes contar que yo iba todo el rato con mi bufanda del Cádiz puesta, con el frío que hace. Al salir de uno de los trenes, un tío me gritó “Viva el Cádiz”, manda narices cruzarse con alguien de Cádiz en Nueva York. Pero a la vuelta me enteré que el tío no era de Cádiz sino de Huelva. Un amigo mío me contó que su jefe se iba la misma semana a Nueva York que yo (aprovechando el puente de Andalucía). Éste le contó a mi amigo su encuentro con el de la bufanda del Cádiz, y mi amigo me lo refirió a mí. Tras señalar los dos hora y lugar, estaba claro, nos habíamos cruzado. ¡Qué pequeño es el mundo!

     

    Al salir del metro en City Hall, nuevamente me gritan “Ese Cadi OE” (vamos, no me quito la bufanda esta por nada del mundo, con el frío que hace!). A pesar de que nuevamente, el frío es casi insoportable, echamos a andar. Por fortuna, el viento sopla de poniente, por lo que como cruzamos de Manhattan a Brooklyn, nos dan en la espalda. La gente con la que nos cruzamos trae la cara roja y quemada del frío. Eso sí, de vez en cuando hay que girarse para ver la vista de Manhattan, y ahí te cagas por las bragas. Una vez más, soy el único intrépido que se atreve con la cámara, a la que no paro de darle gatillazos. Poco a poco vamos avanzando por el puente, que tiene mucha magia, y cuidando siempre de no invadir el carril bici (algún turista despistado casi es arrollado), vemos como va cayendo el sol conforme nos alejamos de Manhattan. La idea era ver anochecer desde Brooklyn, pero con el frío que nos masacra, que no tenemos muy claro desde donde podemos obtener la mejor vista, y con la presión de las chicas de que están cansadas y rendidas, al cruzar el río nos metemos bajo tierra y tomamos el metro para regresar al Financial District.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354807160

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354808814

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354809584

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353980601

     

    De vuelta a Manhattan, toca la primera excursión sobre algo de lo que llevaba oyendo y leyendo en internet semanas, pero que nunca creí que fuera a ser tan exagerado, el gran almacén de Century21. Una vez más, para las compras es mejor dividirse. Ellas se quedan en una cafetería recuperando un poco las fuerzas y la temperatura corporal, mientras que yo hago una primera ronda por la tienda. Es impresionante. No tienen casi almacén, ya que casi todo el stock está en exposición. Ya lo decía la guía, que lo suyo es ir por la mañana, cuando acaban de poner las cosas nuevas que han llegado. Y es que el century21 este está continuamente de rebajas. Es como estar en el día 8 de enero todo el año. Para las tallas más habituales es difícil encontrar algo, pero si lo encuentras, va a ser un gangazo tremendo. Mi primera visual va por los trajes, que eran mi principal objetivo, y por los abrigos, que tenía ganas de renovar el mío. Con el abrigo doy con mi primer triunfo, un Spyder rojo que ya había visto en otras tiendas hasta por 250 dólares (y eso ya es barato comparado con nuestros precios) pero es que aquí vale 140 dólares!!! Tremendo. Los precios de este sitio, situado junto a la zona cero, son a veces increíbles. No quiero ni imaginarme como tiene que ser el tema en los outlets de Nueva Jersey, si aquí en Manhattan están las cosas así.

     

    Con los trajes la cosa es más difícil, no termino encontrar cosas de mi talla, y en mis tallas veo cosas muy buenas pero que incluso aquí se van algo de precio. Me tiro un ratazo viendo y mirando, con un vendedor con el que llevo hablando en inglés media hora (con lo complicado que es el vocabulario de los trajes) y resultó, como no podía ser de otra manera, que era hispano. Al final me voy sin comprar ninguno, y es que llevo un montón de tiempo allí.

     

    Regreso donde las chicas, y como yo todavía tengo que ir a la tienda J&R (de electrónica) y ellas al sitio de la calle Chambers donde habían visto zapatos muy baratos, volvemos a separarnos, para quedar posteriormente en el century21 (temblando estoy de pensar cuando entren allí y vean los precios). Aunque temblando se quedaron, como avisé antes, los chicos de la tienda donde van ellas. Empiezan a pillar zapatos y más zapatos (Converse y Pumas tirados de precio) y el regateo es despiadado por parte de ellas, cada par era más barato que el anterior. Mi hermana me compra una camiseta del Milán que le sacan por menos de la mitad de lo que me dijeron a mí cuando estuvimos allí por la mañana.

     

    Mientras tanto, yo voy al J&R con intención de comprar unos reproductores MP3, pero mi gozo en un pozo: la guía decía que cerraban a las ocho cuando en realidad cierran a las siete y media (pasadas cuando yo llego) y sin embargo el century21, por ser jueves, va a estar abierto hasta las diez de la noche (algo totalmente inusual allí, donde casi todo suele cerrar rondando las ocho). Tenía que haber invertido las visitas, pero no importa, allá que volvemos al century21. Ahora tiro por ropa interior. De calzoncillos, aunque los precios también son baratos, no encuentro muchas cosas a mi gusto. Pero en los calcetines el tema se desmadra. Calvin Klein para ir a trabajar y Nike para hacer deporte, y quiero recordar que me costaron 2 dólares cada par o algo así, precio de mercadillo vamos. Cuando termino de pagar, se me unen las chicas, y me voy con Merche a ver si ella ve los trajes algo mejor. El que yo me había probado antes que no me valía (buscaba uno de rayas) decía que era demasiado de mafioso, y me encuentra otro también de rayas que si hay de mi talla. Es un YvesSaintLoren (o como coño se escriba) que se va algo de precio, pero es que su calidad y como me queda, ablandan el corazón (y la cartera de Merche). Y cuando ya nos íbamos, vemos un Donna Karan por 200 dólares! Me lo pruebo, y como un guante, así que a la buchaca también. 500 euros en trajes, ahí lo llevas. Si a eso le sumas el abrigo y los calcetines, yo, que apenas me había comprado nada en todo el viaje, paso a ponerme en cabeza de gastos!

     

    Y ya camino de la caja, el no va más. Donde están los vaqueros, veo unos Dockers con diseño vaquero (pero no de los típicos azules que a mí no me gustan casi nada, marrones y no tan “jeans”) por 17 dólares!!!!! Allí en USA los pantalones tienen talla de cintura y de largo, y como uno es paticorto, pues se sale un poco del estándar. 30 x 30, la talla mínima pero que a mí me va al pelo. Señora cajera, espere que le doy otra cosa!!!

     

    Contra todo pronóstico, las chicas, seguramente más por estar hechas polvo que por no ver nada que no les guste, no pillan nada. Cargados como mulas, anulamos nuestros planes de cenar en Little Italy, no hay dios que pueda moverse con esta cantidad de bolsas, zapatos y trajes. Así que regresamos al hotel, al que llegamos con la máxima de tirar la mercancía y salir pitando, porque a la que alguien se siente, seguro que ya no podemos salir. Nuevamente optamos por los restaurantes más cercanos, y al final terminamos en el mismo irlandés que hace dos noches, aunque anteriormente intentamos ir a un Fridays que había al lado, pero del que nos echaron diciendo que estaba cerrado (cuando en la puerta ponía claramente que aún faltaba una hora). En el irlandés, con la experiencia ya de la visita anterior, pedimos unas raciones más apropiadas (aunque siguen siendo muy abundantes).

    Aquí surge LA PARAONIA DE CINTA! Hablando de películas de miedo, Cinta dice que no puede verlas (cosas como Saw o El Resplandor por ejemplo) porque dice que luego le da miedo quedarse en casa y que aparezcan los personajes de la película en su casa. Sí Cinta, claro, después de tú ver la película Jack Nicholson se teletransporta a la puerta de tu casa con un hacha y te persigue, ¡se han dado casos! El cachondeo es total.

     

    Cachondeo que aumenta cuando nos vamos. Y es que en la mesa del al lado se sientan casi a la vez que nosotros cuatro chinos a cenar también. Cuando nos vamos, dos de ellos han caído totalmente doblados!! (la foto no puede ser más descriptiva). Que mejor que acabar el día riendo a mandíbula batiente!

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353981339

     

    Estamos destrozados pero yo todavía saco fuerzas de flaqueza para al llegar al hotel, hacer la facturación online del vuelo que cogeremos al día siguiente para volver a Europa. Pillamos sitios bastante mejores que a la ida (aunque aunque quedan muchas horas, ya hay muchos ocupados) y no tendremos que pedir permiso a nadie para que nos deje salir al pasillo.


  13. no puedes colgar las fotos dentro del diario? es que mi ordenador es algo lento, y tarde en cargarme las paginas

    Si las fotos se mostraran directamente en los posts, las páginas de este hilo te taradaría aún más en cargar. De todas formas, por el servidor en el que tiene manolain alojadas las fotos, no se pueden poner las fotos directamente en el foro.

    Lo siento marigo, pero ya me lleva un buen rato colgar las fotos en Flickr, como para tener que hacerlo aquí también. Efectivamente, es más vistoso y cómodo ponerlas aquí directamente, pero es que me lleva demasiado tiempo por desgracia

     

    Además, como dice supernova, Flickr no permite pegar fotos en otras páginas, sorry


  14. Estamos hablando de nada menos que de un partido de la NBA! Pillamos las entradas con mucha antelación por internet sin ningún problema y a un precio muy razonable (comparado con el fútbol de aquí por ejemplo): 45 dólares. Merche era la gran entusiasmada con este evento, le encanta el baloncesto y le hacía una ilusión suma poder ver un partido de los Knicks (a pesar de estar muy muy lejos de su mejor momento) en el Madison Square Garden. Recogemos las entradas en taquilla sin mayor problema, y como aún nos queda tiempo (ya que Carlos se ha dado tantísima prisa) vemos qué podemos hacer. Ellas lo tienen claro y pasan de movimientos, prefieren quedarse tomando un café. Yo viendo que no voy a poder cuadrarlo en otro momento, me echo al metro para poder “visitar” las tiendas de Nike y Sony, en la zona de la 5th Avenida. Me vuelvo de vacío de ambas tiendas, y es que los precios no son ni de lejos lo que esperaba, todo demasiado caro o igual que en España, y no merece mucho la pena. En la tienda Sony sin embargo no puedo evitar quedarme embobado viendo las gigantes pantallas, con los reproductores BluRay o lo que más me hizo babear: la play3 con el último Pro Evolution Soccer. ¡Parece un partido de verdad!

     

    Lo que sí es de verdad es el partido de la NBA que vamos a ver pero ya. Nos juntamos con la marabunta que va hacia el Garden, y comenzamos a subir escaleras y más escaleras: las entradas son baratas por algo: son las que están más altas. Aún así la visibilidad es estupenda (el equivalente en el Bernabeu o el Camp Nou es pequeñas manchas correteando por una mancha verde más grande). A Elsa le da un bajón raro y casi no articuló palabra en todo el partido, una cosa muy rara. Pero Cinta y Merche están encantadas y flipando. Me doy una vuelta por el Garden antes de que empiece el partido, y le compro a Merche su mano gigante de fan de los Knicks, con la que llevaba fantaseando días.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353939967

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353943861

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353944739

     

     

    El partido empieza y pronto comprobamos que lo de que los Knicks están en horas bajas es una verdad como un templo. Para colmo juegan contra los Charlotte Bobcats, que son los inmediatamente superiores en la clasificación, penúltimo contra antepenúltimo, ¡partido en la cumbre! Pero vamos, obviamente, lo último que vamos buscando es baloncesto, lo que realmente queremos es espectáculo americano, y de eso hay a raudales: cheer leaders, competiciones para aficionados, negros gordos haciendo el chufla en la grada, y lo que más gusto a las niñas: una coreografía para niños un poco absurda, que quedaba más absurda con niños de la grada bailándola sin mucho tino. Cinta lo flipa con las musiquitas que acompañan a los ataques, y los “defense, defense” cuando la tienen los Bobcats.

    Los momentos estelares de la noche son un vídeo que ponen de Footloose, con ese Kevin Bacon con esa pinta, para luego enfocarlo a él en vivo en el campo, sentado por supuesto a pie de pista. La gente (y por supuesto, mis acompañantes) gritó como loca. El segundo momento fue la compra y posterior ingesta de los perritos con los que habíamos fantaseado casi desde que supimos que iríamos a Nueva York. Me quedé a medias fascinado y asqueado con esos gigantes grifos de kétchup y mostaza que dejaban los perritos chorreantes.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353945541

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353946247

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353946823

     

    A todo esto, después de un primer cuarto horrible, los Knicks terminaron ganando. Aún siendo tan malos, llegaron a los 113 puntos.

    El día todavía no ha terminado. Queda una última visita, que yo particularmente me muero por hacer: Times Square. Acabado el partido tiramos todo para arriba, y hacia nosotros sopla un viento helado. Vamos todos encogidos en los abrigos, bufandas, gorros y guantes, y aún así tiritamos de frío. Ni siquiera el espectáculo tan increíble que es Times Square, con todas esas pantallas gigantes (los neones murieron hace mucho), nos consigue elevar la temperatura. Las chicas pasan de hacer fotos y yo a duras penas puedo y lo pagaría caro porque el índice de la derecha me estuvo doliendo (y no es una exageración) hasta que llegamos al hotel. Doliendo de pedir que me lo cortaran. Como buenamente podemos intentamos disfrutar del océano de luces y pantallas, de anuncios tan reales que los personajes parecen que están allí, de tanto rótulo, pero es imposible. Este frío, y justo en una avenida, con el viento viniendo del norte y cortándolo todo, nos obliga a abandonar. Ahora sí, no queda más remedio que irse al hotel.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353948367

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2354778908

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2353949763

     

    Hace tantísimo frío, y los perritos eran tan corpulentos y contundentes, que se cancela la cena. Hago un tímido intento de que cenemos en el restaurante The View o como mal menor, en el bar ESPN, pero su elevado precio, el cansancio de un día larguísimo y el frío polar que hace, me quitan las ganas hasta a mí. Hay que saber distinguir cuando lo que hay es vagueza, y ser razonable cuando realmente se está cansado (yo era el almirante de la expedición, por decirlo así).

     

    Cuando llegamos al hotel, nos encontramos una marabunta inmensa de españoles dispuestos a invadirlos. Tras unas pocas palabras podemos precisar más: son andaluces, como la mitad de nosotros. Caemos finalmente en la cuenta de que en nuestra tierra es puente por el día de Andalucía, y ahí tienes a dos autobuses llenos de paisanos a pasar allí el puente. Lo que han cambiado las cosas en tan poco tiempo. ¡Para que luego digan que hay crisis! Antes de acostarnos ponemos un momento la tele, y están poniendo la película de Jennifer Lopez donde ella hace de chica que trabaja precisamente en el hotel en el que nos alojamos (el Roosevelt). Pero ni para eso hay ánimos, la vemos un poco y enseguida caemos rendidos, después del día tan intenso y largo que hemos disfrutado. A dormir.


  15. ....continuación....

     

     

    Bajamos paseando por la 5th Av hasta nuestro hotel, donde nos sentamos en la cafetería a tomar un tentempié antes de que comience la excursión de contrastes (que Elsa recibe un poco a regañadientes porque son ¡95 dólares!). El venezolano (a partir de ahora, Carlos, de la empresa Arcol) que nos fue a buscar por la mañana, reaparece de nuevo con puntualidad británica, y comenzamos con él la excursión, dentro de nuestra semana de exclusivos en Nueva York, y es que nuevamente, cuando lo normal es ser 15 o incluso 20, nosotros vamos solo cuatro. Eso hace el tour mucho más interesante, ya que podemos conversar con Carlos de forma mucho más cercana, dirigir el tour a nuestro gusto (más o menos) y por supuesto, todo en español, así que ¡vámonos! El tour de contrastes nos va a llevar por los otros distritos de Nueva York ajenos a Manhattan: Bronx, Queens y Brooklyn (por ese orden).

     

    Así que la primera parada es el Bronx, al que tardamos algo en llegar. Marcando casi la frontera entre Bronx y Harlem está uno de los lugares más importantes del tour, el estadio de los Yankees. Se ve que tiene un acceso muy malo, y que los días de partido debe ponerse eso hasta las trancas. Se le ve viejo y agotado, aunque señorial, y un poco empequeñecido por lo que se le viene encima, el nuevo estadio que en un año y pico le sustituirá, y que ya se ve que será majestuoso. Por desgracia, vamos con muy poco tiempo y no lo podemos visitar (las chicas, desde mucho antes que yo en el coche, encantadas por supuesto).

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2343877816

     

    De aquí vamos al Fuerte Apache, una comisaría de policía que en sus tiempos debió ser fina y tener trabajo del bueno. Sale muy bien reflejado en la película de Paul Newman de 1981 de ese mismo nombre. Hoy se ve, como parece todo el barrio (habría que haberlo visto en los ochenta), o al menos es la impresión que me llevé, mucho más tranquilo. Y seguro que con algunos años más, el Bronx se aburguesará como le pasó a Harlem o a muchas zonas de Manhattan que eran muy chungas.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2343048701

     

    Continuamos por el tour de los “grafitis”: una serie de grafitis pintados en distintas paredes del barrio a personajes ilustres o a víctimas de la violencia policial. Vemos primero el de Big Pun, un pedazo de gordo tremendo (que murió precisamente de eso), venerado al estilo de artista muerto prematuramente (era rapero). Junto al grafiti puedo hacer fotos al típico paso elevado del tren, que tantas veces se ve en las películas, o a los zapatos anudados en un cable de luz, señalando los dominios de alguna banda.

    Para el resto de grafittis pasamos solo en el coche, pero sobre todo con el primero a mí me habría gustado pararme. Se trata de Amadou Diallo, que lo mataron de veintipicos tiros unos policías que pensaron que iba a sacar un arma (según se dice, iba con los cascos puestos y no escuchó el alto que le dieron). El graffiti es terrible, con la estatua de la libertad con forma de calavera…a mí me dejó impactado! Tras este otro de un niño de ocho años llamado Jonathan, muerto también por disparos de la policía (que estaba tiroteándose con una banda), de una bala perdida. Y por último de un tal Nelson (creo) Headache, una especie de Robin Hood del barrio (este era blanco) que robaba camiones de mercancías y dejaba lo que no podía llevarse él a merced del público que veía la escena.

    Tras este último abandonamos el Bronx para ir a Queens, al que llegamos tras un buen rato de autopista. Lo primero que vemos de Queens es otra típica estampa americana: esos barrios de casas muy separadas con grandes porches y que tantas veces vemos en la tele también, aunque son algo más pequeñas (casas y parcelas) porque en Nueva York la cosa está muy malita de suelo. Como vamos con “prisa” no nos paramos, simplemente le damos una vuelta con la furgoneta.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2343880840

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2343881916

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2343882866

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2343883766

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2343910608

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2343918386

     

    Siguiente parada: zona de la Expo Universal de Queens y su museo. De la primera quedan dos torres de estilo muy marciano (que se utilizaron de hecho en Men In Black) y una bola del mundo. En el museo, sin duda lo más importante y alucinante es una maqueta GIGANTESCA de todo Nueva York (Staten Island, Long Island y Manhattan, que al lado de esta parece una mariconada). Es increíble lo inmensa que es esta ciudad, y que lejos pueden vivir dos personas una de otra diciendo que viven en la misma ciudad. No me quiero ni pensar lo que puede tirarse la gente en metro o tren yendo de los sitios más apartados de Brooklyn o Queens a trabajar al Financial District, por ejemplo. Carlos nos va enseñando las distintas zonas (bordear la maqueta a pie lleva unos buenos segundos!) y señalando algunos hechos importantes, donde tuvieron lugar.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2343057805

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2343891152

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2343888960

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2343062235

     

    Junto a todo esto está además Flushing Meadows, el lugar donde se juega, entre otras cosas, el US Open, y como buen flipado de los estadios, intento sacarle una foto, pero me sale un churro porque seguimos yendo con prisa (y donde para Carlos, estoy totalmente tapado por árboles).

     

    El siguiente distrito es Brooklyn, y aquí sí que vamos a flipar en colores y con todas las mayúsculas imaginables. Posiblemente, lo que vimos aquí fue lo que más nos impactó a los cuatro, y lo que los cuatro recordaremos con más viveza. Antes de pasar a la acción, Carlos nos va indicando algunas cosas más para ver: el barrio ruso (donde se ambienta la película El Señor de la Guerra), donde podemos ver una iglesia ortodoxa, y un cementerio gigantesco, del que dice Carlos, se tomó la portada de un disco de…”¿ustedes conocen por casualidad un grupo que se llama Iron Maiden?” Las risas de los cuatro debieron escucharse a kilómetros. Aquí un servidor puede pasarse horas escuchando a los más grandes de West Ham. En concreto estamos viendo (hago de guía por unos momentos) la contraportada del disco Live After Death (que debe tener ya casi 25 años).

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2343893280

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2343081179 (contraportada del disco de Maiden, para comparar)

     

    Y ahora sí, vamos a la chicha. El barrio judío de Brooklyn. Todo lo que ponga aquí no conseguirá plasmar la impresión que nos dio, pero lo intentaré. Ya de entrada lo que nos cuenta el guía (y que desconocíamos todos) es para cagarse: nos cuenta que los matrimonios se arreglan entre familias cuando los cónyuges son muchas veces niños (esto sí era conocido para mí) pero que ellas, al ser entregadas en matrimonio, se les rapa la cabeza para alejar el deseo sexual. Además, la inmensa mayoría viajan a Israel a casarse, matrimonio que no es admitido legalmente por EEUU, y cuya situación, no arreglan al llegar, por lo cual, casi todas las madres cobran las ayudas por madres solteras (¡toma castaña!). Casi todos los hombres van con la típica levita y sombreros negros, además de esas trenzas tan características. En verano, nos contaba el guía que se tapan los ojos cuando ven a turistas que van con tirantas. Impacta mucho ver a los niños pequeños ya también con las trenzas. Los carteles de todo están en inglés y en hebreo (sobre todo en esto último, salvo los avisos obligatorios de emergencias y cosas así).

     

    Pero sin duda lo más increíble es lo de las mujeres. Además de darte cuenta de que la gran mayoría llevan peluca, todas se parecen muchísimo entre sí, incluso cuando hay años de diferencia entre unas y otras. Nunca he visto un ejemplo de pureza de sangre como ese: ojos, nariz y boca exactamente iguales. Para colmo, visten todas iguales, muy de negro, y el gorro para sujetar la peluca. Dos de la misma edad son como hermanas, y no tienen nada que ver. Si en lugar de Nueva York, pones de fondo las calles de Varsovia o Cracovia, te parece que estás viendo una película de la segunda guerra mundial. ¡Las caras y la forma de vestir no han cambiado nada! En unos kilómetros había pasado de estar en la Gran Manzana, y sentirme casi uno más en cuanto pasé los días de novatada, a sentirme más extranjero que nunca. Un país dentro de un país.

     

    http://www.flickr.com/photos/manolain/2343894234

     

    Entramos en una pastelería a comprar, pero casi sin hablar, nos sentíamos intimidados. Nadie nos miró mal, nadie nos dijo nada, pero ser tan diferente a gente tan igual entre sí, y que además iban tan callados por la calle, te hacía sentir como que estabas invadiendo algo. Por ello, no me atreví más que a tomar una foto y cuando no había nadie. Me habría encantado captar todo lo que estaba viendo en ese momento, pero no me parecía bien fotografiar a las personas como si fueran monos de feria, por muy impresionado que yo estuviera. Espectacular, y para mí, una visita tan obligada como el Empire State, el Metropolitan o el Top of the Rock. Más si cabe.

    Y con el shock todavía en el cuerpo y en la cabeza (por el salto cultural, a otro planeta casi, que hemos dado de repente) Carlos nos devuelve a la ya conocida Manhattan, donde el día, lejos de acabarse, aún tiene reservado un importante plato fuerte.

     

     

    ...aún por continuar,....que día más largo!!

×

Información importante

Continuando en el sitio, aceptas nuestros Términos de Uso y Normas. Además, hay cookies. Puedes ajustar las cookies o continuar tal cual.