DIA 17: CATARATAS DEL RHIN Y SCHAFFHAUSEN
Tengo una nebulosa de recuerdos mezclados, pero si no me equivoco en mucho, creo recordar que aquella mañana viajamos desde el albergue de Lucerna a las cataratas del Rhin.
No recuerdo exactamente cuantos transbordos hicimos, pero después de coger una especie de tren de colorines muy peculiar, llegamos al anden pintoresco desde el que se accede a las mismas.
Habia visto anteriormente, algunas fotos de estas cataratas pero cuando llegue allí me sentí algo decepcionada por la altura de las mismas. En el pirineo las hay con saltos más espectaculares, pero parece ser que estas son famosas a nivel internacional por el caudal de agua que transportan. Eso sí, la fuerza era impresionante!
Como exploradores dentro de un paisaje de montaña totalmente masificado, nos dispusimos a visitar siguiendo el sendero trazado todas las vistas posibles de aquel paraje natural. Y al final, pese a que nuestro deje ahorrador iba cada día en aumento, decidimos pegarnos el lujo de dar un viajecito en barca por las cataratas.
No se exactamente si nos costo sobre los 4 euros, el viaje de ida y vuelta. Pero lo cierto es que de los 4 recorridos que habian, escojimos uno de los más completos.
Este consistia en subir hasta una roca, que hay en medio del agua, un peñasco que en su parte más alta tiene la bandera suiza, y desde el cual, si logras transitar obtienes unas vistas "aereas" nada decepcionantes del salto de aguas.
Una anecdota curiosa de nuestro viaje en barca y de nuestro posterior embarque en el peñasco este fue, aparte de lo que nos llegamos a mojar entre nosotros en una disputa por quien llegaba al agua, que descubrimos unos peces de aproximadamente 40 centimetros i que Luizitop, en un arranque de orgullo masculino dijo que podia coger....pero NaNai. Que aunque la corriente les impidiera nadar a sus anchas, el cogerlos era una operación imposible.
Despues de gastar toda la mañana en las cataratas, cogimos el tren para ir a visitar algun pueblecito y de paso comer en algun parque ajardinado, al sol, que amanecio fuerte esa mañana.
LLegamos al final del trajecto, y si la memoria no me falla nuevamente, el pueblo por el que paseamos aquel mediodia, aparte de super coqueto, se llamaba Schaffhausen.
Allí pasamos uno de los mejores momentos del día. Después de comer, nos tumbamos cuál lagartijas al sol, y eso si, en una extraña posición de puzzle humano, los unos con la cabeza en la barriga de otros, o cruzados horizontalmente cn otros, en fin...k la posicion era cómica.
Se hicieron las quatro de la tarde aproximadamente cuando decidimos volver hacia Zurich, para ver un poco la ciudad que nos faltaba, y para prepararnos para coger el nocturno a Munich.
Como teniamos sed, y el camino a la estación no parecia albergar el mínimo indicio de fuente potable, cn cara de niños buenos, entramos en un bar, a pedir si nos podian rellenar las botellas de agua, y así lo hicieron sin cobrarnos nada!
Una vez cada uno sacio su sed....A Marcos, que estaba muy gracioso, y compinchado cn Luizitop, que tambien parecia tener ganas de reirse un rato, decidieron devolvermela. ¿Y os preguntareis devolverme el qué? Pues resulta que uno de los dias en Praga, mientras descansabamos, y los muy graciosos se metían conmigo, pero ahora no recuerdo que decían ni porqué, en un acto de rebeldía y vacilamiento, vacie media botella en la cabeza de marcos, y unas gotas en la camiseta de Luizitop. Entonces el acto quedo impune, pero no me iba a librar tan fácilmente, habían jurado devolvermela antes de que acabara el interrail...
Pero claro, olvidaron un detalle, que yo tambien llevaba botella de agua, que por supuesto, no tarde en llenar en una especie de fuente de perros (digo fuente de perros porque era una especie de fuente redonda donde los perros bebian y se bañaban incluso dentro).
Llene mi botella, esperando y tentando a que se acercaran, pero debido a mi desventaja númerica, decidi esconderme en una tienda de ropa, haciendo que miraba, porque supuse que alli no me harían nada, y tambien porque supuse que no serian capaces de esperar en el escaparate tanto rato...Pero llego un momento en el que tuve que salir porque era imposible disimular delante de la dependienta que me interesaba mínimamente la ropa de mujer que habia allí, sobretodo por la notoria botella de agua abierta, amenazante, que habia en mi mano.
Cuando salí, no dudaron, en alcanzarme, en sujetarme entre ambos, y depositar todo el contenido de una BOTELLA DE 2L, sobre mí.
Los resultados inmediatos, fueron, todo el pelo empapado, la chaqueta impermeable mojadísima, y para colmo, la camiseta blanca dejo al descubierto que se transparentara todo
El cabreo que adquirí aquella tarde, me duraria todo el camino a Zurich, y fueron almenos un par de horas.
De Zurich, no hay mucho que contar, visitamos la ciudad en menos de un par de horas, porque el nocturno salia muy pronto, y lo que si rememoraremos siempre de aquella visita turística, fue el guía. Un señor Raúl que, dada su capacidad imaginativa sin igual y su sentido del humor, nos fue enumerando cada uno de los sitios visitados con su propia história inventada.
PD: Sere capaz de acabar el diario, antes del año nuevo?