lvv

Yo no estuve en Cascais, pero si en Sintra y te lo recomiendo sin duda. El palacio da Pena es una maravilla (aunque la cola puede ser larga), el castillo también está bien, pero impresiona menos si has visto el palacio antes.

Para alojarte te recomiendo el 2 Squared Hostel, justo detrás de la estación, a menos de 1 minuto, creo que eran unos 15 euros en habitación de 4 o 6 personas, a nosotras al final nos pasaron a una habitación doble muy apañada. Eso si, el baño era más bien...hogareño. La recepción, (que está en un edificio independiente junto al de los dormitorios) hay un salón muy grande, con juegos, ordenadores, exposiciones, un bar bastante animado y un personal muy amable.

No pudo ayudarte mucho más, solo decirte que Lisboa te impresionará al menos tanto como Oporto, y que si te quedas en el albergue juvenil te cagarás todos los días pensando lo lejos que está del casco histórico, y de lo malo que está el desayuno. Eso si, las camas con sus edredones, no tienen precio.

!Buen viaje¡

Luna

¡¡Disfrutalo y no vuelvas sin probar las bolas de carne!! Y si traes alguna...somos paisana osea que...

Te recomiendo que hagas una parada en "El Folar de Chaves" (está en la calle que baja desde ) y pruebes la sopa del dia acompañada de alguna de las muchas especialidades que tienen. Se come de pie y está lleno de gente de la zona.

Está bajando por la Rua do Ouro, que es la que baja desde la Praça do Restauradores hasta la Praça do Comercio.

¡Traenos fotos!

Titulo: Portugal (Dos chicas en la tierra de los Fados, el vino y el bacalhao)

Autor: lvv

Viaje: No Interrail

Lugar: Portugal

Fecha: Semana Santa 2007

Dirección: http://forums.inter-rail.org/Portugal-t14509.html

Ha sido un placer compartirlo con vosotros

Gracias

OPORTO 5-5-2007

Después de una ducha y dos tostadas dejamos las mochilas en la estación de San Benito, no era nuestra estación de partida pero estaba en el centro y pasábamos por ahí seguro.

Pagamos 2,5€ para subir a la Torre dos Clérigos, la más alta de la ciudad con 75 metros y 225 escalones, decepcionante a mi parecer.

Vistas desde la Torre des Clerigos

Las vistas desde cualquier punto elevado del barrio de Riveira eran mucho más bellas pero es cierto que ayuda a situarse y la vista alcanza el mar.

Al bajar nos decidimos a comprar unos pastelitos que aunque no tenían muy buena pinta los habíamos visto en todas las pastelerías de Portugal. Entramos en una pastelería, compramos eso y una bola de pastelito de arroz que sabía al bizcocho de la abuela de nuestra compañera de piso y cuando íbamos a irnos alegremente cada una con su pastelito en la mano, entró un abuelete acelerado que de repente, y sin ninguna explicación, comenzó a dar manotazos a todo el mundo. A Rosa le dio en la mano, que del susto tiró el pastelito. Su cara de impotencia mientras lo veía girando por el aire hasta caer al suelo, justo delante de un perro que lo olisqueó, lo lamió y pasó de él era para partirse. Decidió ir al baño mientras yo compraba otro pastel, la vi esperando, vi a una señora que se dirigía hacia ella y pensé: ¡Cuidado Rosa, que igual te pega! ¡¡Y ante mi sorpresa le pegó un empujón y se coló descaradamente!!

Al final concluimos en que debía ser la forma de saludar de los ancianos allí.

Algo despistadas preguntamos a un lisboeta que debía tener algún tipo de problema de hongos o bien era estudiante de biología , dónde coger el nº 52 para ir al Museo de Arte Contemporáneo. Nos explicó que muy recientemente habían cambiado la numeración y ahora la línea 52 era la 207.

El museo está a 4 km del centro, había mucho tráfico, el trayecto fue largo y la forma de conducir de los portugueses no lo hacía más agradable. Además Rosa tenía una pequeña pelea con la puerta y cada vez que esta se abría se estampaba contra ella. Una vez allí volvimos a entrar como estudiantes pese a no tener el carné (igual no estaría de más hacérnoslo) y pagamos 1’5€ en vez de 5€ por la entrada al museo y el parque de 18 hectáreas que lo rodea. Vimos el museo, las “obras” y mientras paseábamos por los jardines tuvimos la discusión que tenemos siempre que salimos de un museo de arte contemporáneo, sobre considerarse artista, sobre el criterio a la hora de seleccionar una obra para un museo y sobre quién puede entender un bastón colgado en una pared.

¿Arte?

Volvimos a coger el 207 y tras muchas vueltas y frenazos llegamos al Centro Nacional de Fotografía. Está situado en la antigua cárcel y el edificio resulta impresionante. Había una exposición de fotografías antiguas de Lisboa, algunas ya muy afectadas por el paso del tiempo y algunas de lugares ya irreconocibles.

Otra colección de fotografía de presos de la cárcel con una interesantísima explicación sobre cómo el fotógrafo influye en la sensación de culpabilidad o inocencia que transmite el retrato y sobre cómo a través del estudio de estas fotografías se hacía los retratos robot. Por desgracia, entre el cansancio, las prisas, la paciencia de Rosa que aunque parezca que no tiene un límite, los textos en portugués y que cerraban pronto no pudimos dedicarle mucho tiempo. Una rápida ojeada a la inmensa colección de cámaras que tienen, desde cámaras de fuelle para estudio hasta las primeras digitales, y lo más curioso, una amplia colección de cámaras espía, camufladas en objetos de lo más corriente.

Cuando cerraron nos fuimos al centro en busca de un supermercado. Encontramos uno algo apartado y en el a los dos alemanes que vimos la noche anterior en Sta.Caterina y hoy ya tres veces en los lugares más inverosímiles, de forma que nos saludamos amigablemente y fuimos a tomar algo. Después de una agradable y extraña charla en “porto-español” y inglés con dos extraños muy simpáticos fuimos a recoger las mochilas y como unas valientes nos fuimos andando a la estación InterNorte en la Praça da Galiza.

Por cuarta vez en el mismo día nos paramos a babear ante el escaparate de una pastelería. Cuando entramos, el chico de dentro nos recibió con un ¿por fin se han decidido las señoritas? mientras se partía de risa. Le explicamos que no habíamos podido resistir la tentación, que ya nos íbamos de la ciudad y que no podíamos hacerlo sin probar su comida. Elegimos un cacho de pedazo de trozo de súper buñuelo de bacalao, unas croquetas de bacalao, otras de gambas y una bola de carne.

Yo ataqué el buñuelo que anhelaba desde el desayuno y aunque probé lo demás me pareció que no estaba muy allá. El señor con todo su cachondeo nos deseó un buen viaje y se despidió aún riendo. Llegamos a la “estación”, que resultó no ser más que una oficina, sin andenes, sin sala de espera y sin que nuestra reserva constase por ningún sitio. No era grave mientras pudiésemos volver, pagamos de nuevo y ya reclamaríamos a la vuelta.

El viaje fue mucho mejor que el de ida, sobraban plazas así que pudimos ir medio tumbadas, pusieron una película y teníamos un libro y un italiano para entretenernos.

Al llegar a Madrid nos despedimos del italiano y esperamos el autobús Madrid-Granada que por fin nos llevaría a casa.

Con esto me despido, se que en este capítulo se echan de menos más fotos pero fue de museos y ya se sabe.

Espero que os haya gustado y sirva de algo

Dejamos el albergue de Sintra temprano después de colar la llave en el buzón. De ahí a Lisboa y rumbo Oporto en un trayecto de cuatro horas atravesando un paisaje totalmente distinto al del sur.

Los grandes puentes al estilo de Eiffel nos avisaron de la llegada a Oporto.

Cogimos el metro (comprar el billete es menos complicado de lo que pueda parecer al principio) y nos bajamos en Bolhao, saliendo por la Rua Sta.Caterina y pronto encontramos el albergue a la derecha, en la Rua da Firmeza.

Nos sorprendió gratamente con cocina, un jardín amplio, cuarto de estar con Internet y distintas zonas con puff, mesas, sillones y música agradable.

El dormitorio mixto con 8 camas y baño, sábanas, edredón (dos en mi caso ), taquillas y balcón.

Dejamos las mochilas y bajamos en dirección al puerto por la Rua Sta. Caterina, la principal calle de compras de Oporto.

Continuamos hacia abajo pasando por la estación de San Benito para contemplar las espectaculares escenas pintadas sobre azulejos.

Callejeamos entre ropa tendida al sol, tejados de teja roja y ventanas rotas hasta llegar al espectacular Duero.

El puente se levantaba imponente, lo cruzamos por la parte de abajo y esperamos el atardecer arriba. Cuando bajó el sol y comenzaron a encender las primeras luces la escena no podía ser más bella. Rosa aguantó estoicamente el frío para brindarme la posibilidad de hacer la foto y cuando ya anocheció volvimos por la parte de arriba contemplando Oporto a nuestros pies.

Una de las cosas que hemos observado que se repite allá donde vayas en Portugal es un delicioso olor a comida ya puede ser en el centro, sobre un puente, cruzando una autopista o en lo alto de un castillo; así que pese a nuestra intención de cocinar en el albergue...buscamos un restaurante a precio razonable. Encontramos uno con menú a 5’50€ un primer plato, pan, bebida y postre.

Elegimos el bacalao y la francesinha, según la camarera típico de allí, y delicioso. Consistía en distintas capas de carne (lomo, baicon, jamón, jamón de York,etc), todo cubierto por una capa gruesa de queso fundido y sobre una base de pan, acompañado por una salsa de vino con un punto picante. El bacalao, con patatas y perejil, aunque algo seco también estaba bueno.

Con la barriga llena de deliciosa francesinha subimos las interminables calles hasta el albergue y a dormir.

¡¡Hasta la próxima entrega!!

Gracias a todos.

Juer Holden, que velocidad de lectura y respuesta He seguido tus diarios y sobre todo, tus fotos.

La subida hasta el Palacio a pie mereció la pena, pero si se puede evitar es preferible la bajada desde el Castillo.

Si Selem, estudio fotografía en Granada y vivo en un pueblo de la Alpujarra.

Una andaluza más en el foro, ya mismo macrokedada granadina ¿no?

Tras un desayuno mucho más consistente que el del día anterior ya que echamos mano de nuestras provisiones para darle un poco más de vida al del albergue, nos dirigimos a Sintra desde la estación de Entre Campos.

En cuanto bajamos del tren descubrimos que estábamos en el país de nunca jamás, en un lugar presidido por un palacio y un castillo que invitaban a pensar que las fantasías sobre caballeros, princesas y hadas tenían cabida, un remanso de paz y verdor, SINTRA. (No, no cobro comisión por esto )

Pillamos un mapa en turismo y fuimos a dejar las mochilas al albergue, que estaba en la calle de atrás de la estación, a sólo 1 minuto. Una ojeada rápida para cerciorarnos de que había hecho una buena elección y satisfechas de ver que era un excelente albergue, con un bar donde reina el buen rollo, sala de estar con Internet, exposiciones, juegos de mesa, billar y exposiciones salimos.

Como somos unas valientes, y algo tontas, todo sea dicho de paso, decidimos subir los 5 km que nos separaban del Castelo dos Mauros y que la guía de Rosa describía como empinadísima cuesta, andando. El “paseo”, entre mansiones de familias nobles, resultó encantador.

Subimos hasta el Palacio da Pena donde hicimos casi una hora de cola porque dos de las tres taquillas estaban cerradas por un rayo que cayó el día anterior. Lo resolvieron con amabilidad y un pequeño descuento. Subimos a través del Parque da Pena hasta el Palacio. Una vez allí nos volvieron a pedir las entradas, que nosotras habíamos perdido. Pese a eso, tras la explicación y una carita de pena nos dejaron pasar.

Cada sala, cada torreón, cada azulejo, cada mirador y la fusión de estilos sorprendían y el resultado era cuando menos curioso.

A una hora y media del cierre bajamos a visitar el Castelo dos Mauros, del que poco queda de lo que debió ser.

Después de ver el Palacio, el Castelo dos Mauros no llegó a impresionarnos demasiado, a excepción de las vistas, si bien la muralla con sus escaleras y torreones también resulta preciosa.

El Palacio da Pena visto desde el Castillo.

El Castillo, y Sintra a sus pies.

Poco después bajamos por otro camino que se encuentra justo a la salida del castillo, bastante más corto y agradable que el que sigue el autobús y que da al Parque de la Libertad.

Fuimos en busca de pan y algo de fruta y muertas de hambre montamos nuestro particular campamento en una explanada donde defendimos estoicamente nuestro bocadillo de un perro.

Dimos un paseo y de repente llegamos al albergue que resultó estar al lado, una ducha caliente, un coca-cao, una partida de Rummikub en el bar y a dormir.

Habíamos reservado una habitación compartida de 6, pero ya había 3 chicos en ella y por el mismo precio nos pasaron a una doble, en la cual yo pasé un frío terrible que me acompañó todo el viaje en forma de resfriado.

En la próxima entrega: OPORTO

Un saludo, Luna

Jajjaj, si, era el mismo. No hay duda.

¿Las camas estaban aún calentitas cuando llegasteis?

Luna

Gracias por vuestros comentarios Espero que os vaya gustando

Después de desayunar un panecillo, con una loncha de queso, una porción de mantequilla y otra de mermelada, un huevo cocido, una bebida caliente (asquerosa) y una bebida fría que tampoco estaba mucho mejor salimos para encontrarnos con lluvia para variar. Cogimos el nº 15 en la Praça do Comercio dirección Belem. Una vez allí vimos el Mosterio dos Jerónimos y la Torre de Belém por fuera, ya que era lunes y todo estaba cerrado.

Volvimos y comimos en un excelente café-restaurante en el que se comía de pie. Elegimos la sopa del día (Juliana, por 0’95 cents) y una bola de carne cada una (1€), seguido de una enorme macedonia. Nunca nada supo tan bien, rápido y barato.

Las mejores bolas de carne del mundo mundial!

Después fuimos hacia la catedral y seguimos subiendo pasando por el Mirador de Santa Lucia adentrándonos y perdiéndonos en los alrededores de Alfama.

Azulejos en el Mirador de Santa Lucia

Mirador de Santa Lucia

Un patio del Barrio de Alfama

Incapaces de llegar hasta el Castillo de San Jorge (porque desde donde estábamos no se veía) decidimos bajar hacia el centro y una vez allí coger el tranvía nº 28 pensando que, como ponía en la guía, nos llevaría hasta el castillo de San Jorge. Subimos en media hora lo que a nosotras nos había costado más de dos horas subir andando y de repente estábamos en la plaza desde la que habíamos vuelto a bajar cuando el conductor anunció: ¡¡Última parada!! No nos lo creíamos, le preguntamos al conductor, que descojonado después de escuchar la historia, nos explicó que teníamos que bajarnos en el Mirador de Santa Lucía y tomar no se que calle. Con la ayuda del mapa llegamos al castillo, Rosa enseñó su tarjeta de residencia y como no entendieron nada le cobraron la tarifa de estudiante, a mi me pusieron alguna pega al enseñarles el DNI, pero al enseñarles también el carné de la biblioteca y alguna tarjeta más me cobraron 2’5 € en vez de 5€.

Casi había oscurecido así que el castillo no pasó de parecernos una muralla, pero la vista de la ciudad de noche era absolutamente espectacular.

La estación de Rossio

Ya de noche bajamos hacia el centro y subimos el kilómetro y 300 metros que nos separaban de una ducha caliente, una cena y una cama comodísima con almohada mullida y edredón.

Llegamos a Lisboa a las seis de la mañana, con la agradable compañía y explicaciones de la lisboeta erasmus que compartía asiento con Rosa que nos dijo lo que no podíamos dejar de ver y nos llevó hasta la estación de metro donde esperamos hasta una hora prudente para ir al albergue.

El check-in era las 16h00, pero pudimos dejar el equipaje y salir a conocer Lisboa algo más ligeras aunque aplastadas aún por el cansancio. Como sonámbulas bajamos por la Av. de la Libertade hasta el elevador de Santa Justa, paseando por las plazas de Restauradores y Rossio.

La Praça dos Restauradores, al fondo el Palacio Foz que actualmente alberga la oficiona de turismo y en el centro un obelisco que conmemora la indepedencia de Portugal tras la dominación española.

Subimos hasta el Chiado prescindiendo del elevador y después de ver la Iglesia do Carmo, la Rua do Carmo y Garett, la Praça de Luis de Camoes y otras calles y plazas variar fuimos hasta la parte superior del elevador donde pudimos disfrutar con la espectacular panorámica la Baixa y el Rossio, todo presidido por Castelo de São Jorge.

Del Barrio Alto bajamos entre resbalones que culminaron en otra caída hasta la rua do Conceição donde cogimos el nº 28 dirección Prazeres para descubrir Estrela y sus curiosidades, cómo la Basílica, el parlamento, palacio de justicia o algo del estilo y un mercado de objetos hechos con materiales reciclados.

Bajamos caminando nos encontramos un restaurante llenísimo de portugueses con una cocina acristalada que daba a la calle y un churrasco diciendo cóoomeme, cóoomeme. Cuando conseguimos despegar nuestras babeantes caras de la cocina de la sorprendida cocinera decidimos entrar. Pedí chuleta con patatas y ensalada y Rosa se decantó por el salmón con verduras y patatas hervidas. El salmón y la carne venían saladísimas y sin embargo nada más llevaba sal y como según la guía de Rosa si no hay sal en la mesa era ofensivo pedirla, pensamos que igual lo habitual era comérselo todo junto para disimular el sabor.

Mientras llegaba el plato principal nos pusieron unos queijigos con pan, mantequilla, mantequilla con ajo y paté de sardina y atún, por lo que nos colaron casi 4 euros más.

(Faltan fotos de la comida para haceros babear, pero tengo un pacto con Rosa: fastidiar lo justo y fotografiar hasta las comidas ya es demasiado.)

Con la barriga llena y un cansancio extremo fuimos a hacer la fotosíntesis a una plaza y luego bajamos hasta la Praça do Comercio, dónde empezaba un largo kilómetro y medio de la empinada (al menos en esas condiciones) Avenida de la Libertad que nos separaba de nuestro albergue.

Llegamos a las 17h00, hicimos el check-in, nos dimos una ducha y nos echamos a descansar un rato…hasta las 8 de la mañana siguiente.

¡Hasta la próxima entrega!

Llevo un par de años leyendo en este foro, sacando información y usándolo como base para planear viajes y cómo no, riéndome con vuestros desvarios , y creo que ha llegado el momento de intentar devolver algo de todo lo que he sacado en forma de diario. Espero que la información os sea útil, o que como mínimo, os entretenga.

Este viaje comenzó hace un mes cuando pensé que para vecinos desconocidos bastante tenía con los de mi bloque y que después de un interrail global y varias visitas a Bélgica y Holanda, ya era hora de ver el pais vecino.

Me fui con mi compañera; mi compañera de juegos desde pequeña, mi compañera de piso y de viajes (en adelante Rosa). Decidimos irnos en Semana Santa, ella estaba liada con los exámenes así que me tocó a mi planearlo y gracias a un par de diarios que encontré aqui el viaje empezó a tomar forma.

El itinerario era: Granada-Sevilla-Faro-Évora-Lisboa-Sintra-Coimbra-Porto-Viana do Castelo-Braga-Faro-Sevilla-Granada.

Nueve días para seis ciudades, no parecía una locura. Tenía los horarios localizados y las noches de Évora, Lisboa (2), Sintra y Oporto reservadas, pero fue no salió como estaba planeado. Tuvimos que salir un día más tarde y volver dos días antes por algún compromiso, así que al final nos quedaron dos noches de viaje, dos noches en Lisboa, una en Sintra y otra en Oporto.

Todo empezó como siempre, la hora de salir y yo dormida. Por suerte Rosa me llamó a las a las 8h57 diciendo que se le había olvidado la navaja y alguna cosa más. A las 9h01 estaba en la parada corriendo detrás de un autobús con cara suplicante para que el conductor me dejase entrar.

Al final llegamos a la estación con tiempo para desayunar algo, comprar los billetes y partir sin mayor problema dirección Sevilla. Llegamos a la estación y bajo una lluvia intensa esperamos el C1 para ir a la otra estación, desde la que salían los autobuses internacionales. Cuando fuimos a ventanilla para comprar los billetes a Faro, surgió el primer imprevisto, no quedaban plazas para las 15h00.

Las alternativas eran coger el autobús hacia Faro a las 12 y llegar a las 2 de la madrugada, pasar la noche allí y perder nuestra reserva en Évora o coger el de las 12 hasta Lisboa, llegar a las 6 de la mañana y una vez allí deambular hasta las 16h00 que podríamos hacer el check-in. Deliberamos y optamos por la segunda opción. Llamé al albergue de Évora y muy amablemente cancelaron mi reserva.

Comimos algo en la estación, aligerando un poco el peso que llevaba en la mochila (teniendo en cuenta que salíamos un sábado, domingo cerrado, jueves y viernes Santo cerrado, sábado y domingo en ciudades y pueblos que no conocíamos preferí ser prudente).

Decidimos aprovechar las 9 horas que teníamos en Sevilla para visitarla, ya que ninguna de las dos la conocíamos.

Pasamos por la Torre del Oro, la Catedral, la Giralda y el Alcázar. No pudimos visitarlos por dentro porque estaban cerrados, o a punto de hacerlo (cosa que se mantuvo durante toodo el viaje). Paseamos por el casco histórico hasta llegar a la Plaza de España, previo paso por el parque de Maria Luisa. Deambulamos, descansamos y disfrutamos del sol que por fin se dignaba a aparecer.

La Plaza de España

El techo de la Plaza de España

Detalle del techo de la Plaza de España

Rosa haciendo la fotosíntesis

Sobre las 8 de la tarde, y pensando en las 4 horas que nos quedaban de frío y duro suelo decidimos ir al cine que había justo en frente de la estación. Calorcito, comodidad y entretenimiento por “solo” 5’60€, pero a fin de cuentas nos habíamos ahorrado una noche de albergue y algún billete de autobús.

A las 12 salimos rumbo Lisboa, pasamos una noche de perros, me pegué la ostia del siglo al tropezar con un valla cuando me bajé en Faro para orinar en mitad de una calle porque no aguantaba más, me clavé la valla en el estómago, de forma que se me cortó la respiración y al no poder responderle a un inocente portugués que por allí pasaba preguntándome si estaba bien, tuvo que presenciar cómo me bajaba los pantalones delante suya para mear. Rosa se descojonó cuando volví al autobús y le conté la historia, pero a mi me dejó un morado en la pierna, un par de heridas en la mano, en el codo y para variar, en la barbilla, que me acompañaron durante todo el viaje.

¿Porqué os cuento esto?

Buenas,

Llevo leyendo en este foro desde que empecé a preparar mi primer interrail en mayo del 2005. No escribo demasiado porque de momento encuentro más interesante leer vuestras apreciaciones que escribir las mias, pero este cambio...aumentan los precios, disminuye la libertad a la hora de planificar, y la esencia del interrail se pierde. Seguro que ganamos en algún aspecto pero en general, creo que este cambio, suprimiendo lo que ya funcionaba bien, no es para mejor.

No se si a estas alturas sirve de algo pensar en esto, pero creo que somos los consumidores los que hemos cambiado esto. ¿Recordais la encuesta sobre como queremos que sea interrail en el futuro?

¿Te gustaría la introducción de una fórmula flexible (un número de días de viaje dentro de un periodo más extenso) para el billete Inter-Rail?

a. Sí

b. No

5. ¿Piensas que la oferta actual de Inter-Rail debería ser modificada?

a. Sí

b. No

6.¿Si hubiera un billete Inter-Rail más barato por un número menor de días, lo emplearías para unas vacaciones cortas?

a Sí

b No

7. ¿Qué fórmula de las siguientes se adpata mejor a tus planes de viaje?

a Pase global

b “Zonas” como actualmente

c “Mini-zonas” con un par de países vecinos

d “Zonas” de un sólo país

No se que habreis respondido, pero se hizo un post sobre esto y creo que la clave está en las respuestas de la última página de ese post (lo siento, no se introducir enlaces).

Lo que quiero decir es que parece que escuchan a los usuarios...quizás merece la pena intentar lo de la plataforma pro antiguo interrail...

No se de donde son, pero tampoco lo veo trascendental. Lo importante es como tu dices las sensaciones que transmiten, algunas no me dicen nada, otras casi me traen olores. Con el B&N has conseguido evitar la distracción que a veces supone el color.

Me gustan mucho. Enhorabuena.

Buenas!!

Este mes de junio me voy a Bélgica durante todo el mes a trabajar en una empresa como becaria.

El problema es que necesito alojamiento barato y más o menos decente. He estado mirando y un estudio de una habitacion cuesta de 500 para arriba.

¿Sabeis de familias que alquilen habitaciones en sus casas? ¿Alguna otra opción a precio razonable? He mirado albergues y demás, pero se me va del presupuesto.

Y con el buscador tampoco he visto nada.

Gracias.

Cría de gata montesa.

Gata montesa.

Gaviota en el trayecto Tessel-Holanda

(Si acabo de partir el foro decidmelo y para la proxima subiré los links, a mi me parece más cómodo verlas así siempre que se respeten las normal de tamaño y peso de los foros de fotografía. Tamaño --> 704 mp en su lado mayor. Peso --> 150 Kb)

Espero que os gusten.

Yo hice mi primer inter el año pasado, con 15 años y sola. No fue un inter-rail en toda regla porque practicamente siempre me quedaba a dormir en casa de familia, pero durante el día si que estaba sola.

Solo tuve problemas en Inglaterra, entré sin problemas, me pilló lo de los atentados allí, y cuando quise volver me dijeron que los menores de 16 no pueden entrar ni salir sin ir acompañados de un adulto, y los menores de 18 necesitan autorización paterna. Al final me mandó mi padre una autorización por fax en inglés, alegando además que yo soy ciudadana europea, y no británica por lo que no tengo que acogerme a esas normas. No pasó nada, salvo que me tuve que quedar unos días más.

Por eso te recomiendo que te hagas una, aunque luego quizás no la necesites.

Este verano quiero irme de nuevo por ahí, pero por ahora solo me quiere acompañar una amiga, que está empeñada en ir a Italia, Grecia y Turquía ¿cuando tenéis pensado iros?

Yo también estoy enganchada a los cuentos tanto de Polska como los extremeños. Me ha encantado ver Granada a través de los ojos de una Polandesa españolizá

El Mirador desde el que visteis la Alhambra es el mirador de San Nicolás y la marcha suele estar en el Camino de Ronda y en el Centro, aunque en verano menos porque los estudiantes se van.

Olé, olé y olé por tu español.

Luna.

Yo tengo 16 años y este año hice mi primer interrail. Solo tuve problemas en Inglaterra porque no puedes viajar solo hasta los 18 años, y a mi me dejaron entrar sin ningún problema pero no me dejaban salir... La solución fue esperarme a que mis tios se fuesen a Bélgica e irme con ellos porque yo aún tenía quince años. Pero si no tienes tios allí es un problema claro...

Como vosotros sois mayores de 16 podeis viajar solos siempre que lleveis una autorización de vuestros padres firmada ante notario y todo el rollo. Os recomiendo que mireis como anda la legislación respecto a eso en los demás países, de echo yo haré lo mismo para evitarme lios.

Si cogeis un Madrid-París os costará el 50% del trayecto completo, podeis hacer algo así como Madrid-Irún-París y solo os costaría el 50% de Madrid a Irún.

Por cierto, yo este verano también quiero irme y estoy buscando compañeros.

L.V.V

Bueno, gracias a todos. Creo que la mejor solucion es la de ir a la embajada, llorar, decir que me han robado la autorizacion y pegarle a un poli... No, es broma.

Manana mis tios van a Belgica asi que me voy con ellos, en vez de llegar a Holanda manana por la manana llegare por la noche tras un maravilloso viaje de 6 horas en coche con 4 personas mas y su equipaje de un mes, pero al menos saldre de este pais de locos conduciendo por la izquierda...Luego una vez en Calais sigo por mi cuenta hasta Holanda.

Smr, yo llevo viajando sola desde los 12 (aunque este es mi primer inter) y creo que este es el mayor problema que he tenido hasta ahora. Y mejor que inundemos las estaciones de tren, que no las calles haciendo botellon, no?

Bueno, muchas gracias por todo.

Escribire desde Espana para deciros que he vuelto...si vuelvo...

Bueeeno...la cosa es muy tonta muy tonta...

Estoy en Inglaterra despues de tres semanas ya con mi billetito de Inter-rail y mis quince anios. Sin ningun problema serio hasta ahora.

El problema es el siguiente: Estoy en Inglaterra, pude entrar pero no puedo salir. Los menores de 16 anios no pueden viajar solos, y entre los 16 y 17 solo pueden viajar solos si llevan una autorizacion de sus padres. Mi idea era coger un ferry, pero no puedo, el eurostar tampoco me lo permiten, y tampoco en avion. Para entrar me pidieron el pasaporte, pero no se fijaron en la edad.

La autorizacion de mis padres esta en curso, llegara maniana por fax, asi que enrealidad no tiene validez ninguna. Lo que me mosquea es que yo no soy inglesa, tengo mi pasaporte espanol y mi nacionalidad espanola, asi que enrealidad que mas le da a ellos que viaje sola o acompanada?

Mi pregunta es: Que puedo hacer?

Muuuuuchas gracias.

Buenas!!

No pretendo ser pesada pero vuelvo a la carga desde Belgica con un nuevo post despues de descubrir que el suplemento del eurostar son 57 eurazos.

Cuanto cuesta un ferry? Es mejor? Alguna compania en concreto? Puedo comprarlo por internet indicando que tengo inter-rail?

Asias, asias, muuuchas gracias.

57 eurazos??????? el suplemento ???? Pero si el billete normal cuesta 60...

En fin, muuuuuchas gracias

Buenas!!!

Estoy en Belgica disfrutando la primera semana de mi interrail y tengo una dudilla que necesita una respuesta rapida y vosotros sois los mas rapidos

El dia 20 cojo un eurostar a Londres y aun no tengo echa la reserva. Se que me vais a decir que ya hay un post sobre esto seguramente, pero no lo encuentro y no tengo mucho tiempo...Si fueseis tan geniales y me ayudaseis

Primero: Cuanto cobran de suplemento?

Segundo y por ello mas importante: Como reservo el billete por internet e indico que tengo el interrail? Ahi forma o tengo que ir a una estacion?

Graaaacias, muuuuuuuchas gracias.

¿reservaríais en oxford dos noches para una sola persona en el mes de julio?