CeSs

Me río mucho con tu post, y me recuerda a nuestras andadas por Budapest y Bratislava... ¡Sigue escibiendo!

Venga! a ver si reanimamos esto!

Y pon más fotillos!

Lo de la lluvia, es normal =). Yo he estado tres veces en Paris y solamente me he librado de que me lloviera ranas una! Esperamos próxima edición

 

Jaja, estoy en ello, pero se hace pesado escribir tanto y revisar tantas fotos para recordar los detalles. Voy editando el mismo post para tenerlo todo de una.

 

Y sí, nos llovió en París, en Amsterdam, en Berlín, en Praga, en Viena y en Bratislava. No hubo forma de librarnos de la lluvia hasta que llegamos a Budapest

 

Y fotos... podría subir más, pero igual se haría un poco pesado. Ya está el vídeo al principio del post para quien le interese.

 

Madre mía, voy por Berlín y me quedan 12 ciudades todavía xD

¡Hola foreros! Abro este post para contar nuestra experiencia durante el interrail de este verano (2014). He tardado, pero siempre tenía ahí la sensación de que debía hacerlo, ya que este foro nos ayudó tantísimo a preparar nuestro viaje.

 

Lo primero que comentaré es que, cuando estábamos planeando ruta, todo lo que leíamos era "venga, no te flipes, un interrail te da para ver pocas ciudades". Bien, pues aquí está el cuaderno del mejor viaje de mi vida, que demuestra lo contrario. Sólo incluiré una foto por día, así que comienzo con un video que resume estupendamente, y la ruta:

 

 

(dura 2:30 min)

 

 

 

Día 0: VLC->BCN (y vuelo nocturno a París)

Día 1 y 2: París (autobús nocturno a Amsterdam)

Día 3 y 4: Amsterdam (tren por la tarde a Berlín)

Día 5, 6 y 7: Berlín (tren nocturno a Praga)

Día 8 y 9: Praga (tren nocturno a Viena)

Día 10 y 11: Viena (tren por la mañana a Bratislava)

Día 12: Bratislava (tren por la tarde-noche a Budapest)

Día 13, 14 y 15: Budapest (tren nocturno a Belgrado)

Día 16: Belgrado y Zagreb (tren a mediodía a Zagreb, y nocturno a Split)

Día 17: Split (coche por la tarde a Dubrovnik)

Día 18: Dubrovnik

Día 19: Kotor (coche por la mañana a Kotor)

Día 20: Kotor a Split (coche después de comer a Split)

Día 21 y 22: Hvar (Barco por la mañana a Hvar y vuelta a Split el día siguiente por la tarde-noche + tren nocturno a Villach)

Día 23: Villach (Tren nocturno a Florencia)

Día 24 y 25: Florencia (y tren a Milán para coger vuelo de vuelta a Valencia)

 

Presupuesto: ~ 1200€ /persona

 

 

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MOCHILA:

 

Cada uno de los tres llevábamos, aproximadamente, unos 10 Kgs en la maleta. Yo llevaba: 5 camisetas (1 puesta), 2 pares de zapatillas (unas puestas y las otras impermeables), cinco calzoncillos, 8 pares de calcetines (gordos y cortos), dos pantalones cortos (uno puesto), otro largo, un polar y un chubasquero. Además, por supuesto, el saco (uno del Decathlon en forma de cojín, perfecto para horas de tren) y la bolsa de aseo con lo de afeitar, higiene personal, champús minis (de hoteles) para emergencias y un pareo (mis amigos prefirieron una toalla mini del Decathlon).

 

Billete interrail, un mapa, dos barajas de cartas y la aplicación del interrail instalada en los móviles, además de otra para llevar cuentas comunes y otra para apartamentos (Airbnb).

 

 

PREPARACIÓN:

 

Aquí he de aclarar varios puntos importantes, para que entendáis nuestro viaje:

 

1- Llevábamos todo el año ahorrando para esto sin trabajar (somos estudiantes) por lo que nuestro presupuesto era bajísimo. Partíamos sabiendo que íbamos a comer poco y dormir barato o no dormir. Veréis a lo largo del diario los precios de C&B (por persona) de cada día... tened en cuenta que incluye las cervezas que nos permitíamos disfrutar de vez en cuando y la escasa comida (muchas veces, una comida al día).

 

2- Nuestro plan ahorrativo incluía todos los trenes nocturnos posibles para no gastar en hostales.

 

3- La ruta que queríamos hacer era la que se ve en la imagen de arriba, aunque dábamos por hecho que algo pasaría por el camino y no podríamos hacerla (porque todo parecía indicar, por las experiencias de otros foreros, que era imposible). Tuvimos que cambiarla, sí, pero la del final fue, incluso, mejor.

 

4- El viaje iba a ser "sobre la marcha". No reservábamos hoteles de antemano. Ni planeábamos lugares para comer ni nada. Sólo pagamos billetes de avión de ida y vuelta y el autobús Paris-Amsterdam antes de partir de Barcelona. La "aventura" (yo era el más reticente a esto) haría el viaje más interesante.

 

Todos los precios que pondré en verde son por persona

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DÍA 4 DE AGOSTO

 

El viaje comienza yendo a Barcelona en Autobús, desde Valencia (somos valencianos, sí). Marcos nos esperaba allí, por razones personales. Brian y yo (César) cogimos el bus a eso de las cuatro de la tarde.

 

Primera sorpresa (y gran comienzo del viaje). Yo, que soy de los que gusta de tener todo organizado y me había pasado dos semanas comiéndoles la cabeza a estos dos para que todo fuese bien... había sacado los billetes de autobús para el 4 de septiembre, en lugar del 4 de agosto. Parece gracioso, pero para nosotros sólo lo fue cuando vimos que hacían la vista gorda y nos dejaban subir igualmente. Ya en Barcelona, nos reunimos con Marcos y quedamos con amigos que tenemos allí para cenar y descansar en sus casas hasta la hora de salir.

 

Nuestro vuelo salía a las 6 de la mañana y decidimos coger el bus de línea N16 hasta el aeropuerto. Esta fue nuestra primera decisión "basada en el presupuesto". El primer autobús directo no salía suficientemente pronto para que llegásemos a la terminal a tiempo (si queríamos cenar con nuestros amigos) y el tren nos resultaba caro... así que autobús de línea que tarda unas dos horas y nos dejaba la primera noche ya sin dormir . Recuerdo esta hora de trayecto como un suplicio en el que luchaba por no vomitar (cené demasiado).

 

Billete Global Interrail: 269€ - Bus Vlc-Bcn: 8,03€

Total hasta ahora: 277,03€

 

 

DÍA 5 DE AGOSTO PARÍS

 

París es una ciudad enorme y preciosa que no verías en 10 días. Sí, en el foro se recomienda un mínimo de 3 días en las grandes ciudades... Pero nosotros tres ya habíamos estado en París, así que sólo teníamos planeados el 5 y el 6 de Agosto.

 

Habíamos dormido apenas 2 horas de vuelo. El vuelo de Ryanair, aunque barato, te deja en Mordor. Es decir: a tomar por culo, en el aeropuerto de Beauvais. El billete de bus que te lleva a París cuesta, creo recordar, sobre los 17€, cosa que no entraba en nuestros planes... así que hicimos autostop. Un señor muy amable nos llevó hasta un pueblo llamado Taverny y desde ahí cogimos un tren barato a París.

 

La parte buena, ya en París, fue que nos fuimos directos al nuestro barrio preferido: Montmartre. Visitamos el Sacre Coeur, echamos una siesta en el césped a los pies de la Santa Trinidad, vimos el Moulin Rouge y nos paseamos por las calles más bohemias de la ciudad. Además, compramos en un supermercado comida y cena por 7,53€ para los tres (20 salchichas, pan y humus). El humus y el resto del pan destinados a nuestra cena, por cierto, los perdimos durante el paseo entre continuas discusiones de "te toca a ti llevarlo". Cuando nos dimos cuenta de que no lo llevaba ninguno ya era tarde y nos quedamos sin cenar.

 

Visitando el Sacre Coeur

 

La parte mala fue que, como "no nos gustaba planear nada", tuvimos que perder media tarde de McDonalds en McDonalds, tomando café y cogiendo wifi para encontrar apartamento. Al final lo hicimos, en nuestro barrio preferido. Nos lo alquió Jéremy por 54€ (sí, fuera de nuestro presupuesto, pero estábamos demasiado cansados). El día termina con una visita a las Galerías Lafayette y unas cervezas nocturnas "cerca de casa".

 

Avión Ryanair Bcn-Bva: 40€ - Tren Taverny-París: 4,20€ - Apartamento: 18€ - Comida y Bebida (C&B): 9,43€

Total hasta ahora: 348,66€

 

 

DÍA 6 DE AGOSTO PARÍS

 

Nos levantamos sobre las 9:30 am, pero no pudimos salir del piso hasta dos horas más tarde, porque resultó que Jéremy se había ido y, por costumbre, había cerrado con llave. Tuvimos que llamarle y esperar que volviese "tomando a cambio" unos huevos y café para nuestro desayuno jeje. Pasamos el tiempo de espera cocinando, desayunando y jugando a las cartas.

 

Llovía a mares así que compramos un billete diario de metro y nos pusimos el chubasquero. Visitamos Notre Dame, la Plaza de la República y el Louvre (por fuera, porque si nos hubiésemos puesto a la cola, aún estaríamos allí). Al final entramos al museo de Orsay, gratis por tener 25 años.

 

Bajo la lluvia, en la pirámide del Louvre

 

Al salir del museo había salido el sol y nos compramos unas latas de raviolis preparados por 1,78€ que comimos bajo la Torre Eiffel. Toda la zona estaba llena de gente visitando la Torre o tumbados al sol... hasta que, de repente, en menos de dos minutos, se plantó una nube encima y empezó a llover como si fuese a venir Noé. Fue muy gracioso ver a cientos de personas corriendo a refugiarse bajo los árboles y esperar de pie al resguardo de uno de ellos (todos los árboles estaban tan llenos de gente que los de los bordes se mojaban). Luego salió el sol de nuevo, nos hicimos las fotos de rigor, y nos fuimos a hacer una visita fugaz al Arco del Triunfo antes de recoger las cosas en casa de Jéremy.

 

Por la noche tomamos el Megabus, que podéis encontrar en internet y ya teníamos reservado, con destino Amsterdam.

 

Metro diario París: 6,80€ - C&B: 5,16€ - Megabus a Ams: 30€

Total hasta ahora: 390,62€

 

 

DÍA 7 DE AGOSTO AMSTERDAM

 

Nuestra primera vez en Amsterdam. Estábamos ilusionados y a la vez cansadísimos del trayecto nocturno en autobús. Dicho bus nos dejó en un pueblecito, a una parada de tren de Amsterdam Central. Marcos se subió en cabeza y cerraron las puertas, por lo que se fue primero con cara de asustado (fue un momento muy gracioso, en serio), Brian y yo lo hicimos en el siguiente y nos lo encontramos allí esperándonos.

 

A las 7 am estábamos, junto a Braice (un chico que conocimos en el autobús y con el que pasamos gran parte del día) y junto a otros muchos (sí, a esa hora) haciendo cola en un coffee shop . Primeras rondas de maría de mis amigos (yo no fumo, pero sí quise probar las setas por la noche) y algún café.

 

Café en McDonalds barato para bajar el ciego y wifi para contactar con las novias. Después un paseo por el dormido barrio rojo, unas cervezas hasta la hora de comer... pero ni comimos ni cenamos; se nos olvidó (literalmente). Entre las cervezas, las setas y las risas pasamos una tarde y noche memorable por el barrio rojo de Amsterdam (los detalles no vienen a cuento). Además, conocimos en un bar de Amsterdam a un estadounidense al que bautizamos como nuestro Barney personal (si habéis visto Cómo conocí a vuestra madre, sabréis de qué hablo).

 

A las tres de la mañana sentíamos como si llevásemos en Amsterdam tres días, por lo intenso que había sido todo. Además, no habíamos sido capaces de encontrar nada barato para dormir y llevábamos TODO el día con nuestras mochilas cargadas a la espalda (nos habíamos "olvidado" de los kgs que llevábamos a nuestra espalda, probablemente gracias a las setas). Conclusión: primera noche durmiendo al raso:

 

Nuestra zona de acampada en Amsterdam

 

Como veis, nos sirvió con echar los sacos en un trozo de césped junto a la carretera. Algún que otro caminante nos miró mal (algunas veces que me desperté y lo vi) pero nada más.

 

Comida: 0€ - Beers&Coffee: 22,50€ - Setas: 10€

Total hasta ahora: 423,12€

 

 

DÍA 8 DE AGOSTO AMSTERDAM y llegada a Berlín

 

El día amaneció a las 9 de la mañana tras haber dormido unas 4 horas. Con algunas picadas de bichos y un dolor de espalda considerable (fruto de nuestro "primer día completo cargando la mochila") nos dirigimos a la estación central a buscar taquillas para dejar las mochilas. El precio del día eran 7 euros, cosa que nos pareció excesiva, así que volvimos a irnos con ella a cuestas.

 

Luego, cómo no, al McDonalds. Nos tomamos un menú desayuno de esos que incluye muffin y café y después nos compramos algo de comida (ensaladilla rusa envasada asquerosa) en un supermercado. En Amsterdam es todo carísimo, así que no compramos ni agua (para lo que valía, mejor una cerveza por 2€) por no malgastar, y tragamos toda la ensaladilla que pudimos (estaba tan mala que no pudimos acabarla.

 

Llegados a este punto, cansados como estábamos, decidimos analizar nuestras opciones. Amsterdam era demasiado caro para encontrar nada barato donde dormir, la comida era muy cara y ya habíamos tenido nuestra noche estrella en el barrio rojo.. Así que decidimos largarnos a Berlín esa misma tarde.

 

Con el famoso cartel de Amsterdam

 

Nos dimos una caminata express bajo una ligera lluvia hasta el famoso cartel de Amsterdam, nos hicimos la foto (sí, momento turista total) y volvimos para coger nuestro tren Y ESTRENAR EL BILLETE INTERRAIL.

 

Nota: cogimos, de paso, una ración más de setas para llevar. Seguro que habría una buena ocasión más adelante.

 

Fue un momento de ilusión. ¡Estrenábamos el billete interrail! Habíamos decidido llegar hasta Amsterdam en autobús porque el billete global era de 10 días de viaje alternos, en 22 continuos (podéis ver el tipo de billete que cogimos aquí) y teníamos planeados más de 22 días de viaje. Nuestra "primera vez" fue con un tren por la tarde directo a Berlín (lo tomamos por la tarde porque no había nocturno directo). El viaje transcurrió sin mayores incidencias entre duermevelas y juegos de cartas.

 

Nuestro tren nos dejó sobre las 22:30 de la noche, me parece, en la estación Berlin Hbf. Ya podéis imaginar nuestra situación: noche cerrada, ninguna reserva para dormir, nada de planes... Así que pedimos un mapa, nos fuimos al McDonalds, nuestro refugio habitual para coger wifi (y más importante aún... ¡enchufes!) y sopesamos opciones por los alrededores. Y digo alrededores porque, por supuesto, pagar taxis y trenes estaba fuera de nuestros planes económicos.

 

Deambulamos durante un par de horas por la zona, Oranienburguer Tor o algo así. Mientras paseábamos y sonreíamos ante el ambiente nocturno de esa zona de Berlín, preguntábamos en distintos hostales de por allí, llamábamos por teléfono a algunos otros... Nada. Un desastre. Todos llenos o con tarifas desorbitadas. Tan sólo encontramos uno que estaba lleno para esa noche, pero nos ofrecía reserva para las dos noches siguientes; un hostal llamado Heart of Gold. Pagamos esa reserva y nos dispusimos a buscar escondrijo para nuestra segunda noche seguida en la calle.

 

Al final, encontramos cerca de allí una especie de residencia universitaria en la que nos colamos. Podíamos dormir más o menos bien escondidos entre un coche y una pared, pero el suelo era de adoquines con agujeros y tuvimos que buscar unos cuantos cartones en la basura para usar de esterillas (sí, lo sé, éramos mendigos de verdad jaja). La noche no fue tan mala, fue un poco como hacer campamento al aire libre y nos despertamos a las 10 de la mañana desperezándonos con una sonrisa.

 

Amaneciendo tras la primera noche en Berlín

 

Como anécdota, podéis ver en la foto la nota que dejamos al tío del coche. Más que nada porque yo dormía entre las ruedas del otro lado. No tenía mucha intención de que no nos viese, se subiese a su coche por la puerta del conductor, que estaba al otro lado, y arrancase para llevarme al cementerio...

 

C&B: 7,70€ - Setas para llevar: 11€

Total hasta ahora: 441,82€

 

 

DÍA 9 DE AGOSTO BERLÍN

 

Ufff... ¡Qué ciudad! Berlín es enoooorme. Y no es una de las ciudades más bonitas de Europa, teniendo en cuenta que es "nueva", tras la destrucción total que sufrió en 1945 con los bombardeos. No tiene belleza arquitectónica, pero tiene encanto, ambiente, historia... y es, sin duda, la capital de la tolerancia. Berlín, al menos en agosto, estaba llena de gente de todas las razas y colores, gente abierta, gente cenando en los parques en grupos grandes a la luz de las velas, gente haciendo tours de pubs... Nos enamoramos de Berlín.

 

Pero volvamos a nuestra cruda realidad. Segundo día amaneciendo en la calle. Bastante descansados a pesar de todo aunque un poco hambrientos. Pero eso sí... dábamos asco. La experiencia de dormir en la calle la aconsejo y aporta cosas nuevas al viaje, ¿pero no ducharse? Oggg. Llevábamos sin ducharnos desde París (sí, suena muy cerdo ) . Nos negamos en rotundo a movernos del sitio hasta que, a las 12, hicimos el check in en el hostal y nos dimos una maravillosa ducha.

 

La felicidad dada por la ducha y cierta dosis de alcohol cervecero, nos llevaron a querer tomarnos el día con mucha calma. Era lo que nos apetecía y, al fin y al cabo, ¿qué gracia tiene no planear el viaje si no puedes decidir estas cosas? Así pues, seguimos tomando cervezas y luego dimos un paseo hasta la torre de TV, que no quedaba muy lejos, observando con envidia el ambiente de los parques. A la vuelta cargamos con provisiones en el supermercado y volvims a sprint al hostal porque empezó a diluviar, a tomarnos nuestra comida del día (no recuerdo bien qué fue, pero solía ser pan con salchichas o latas de algo, o patés).

 

Una de nuestras muchas rondas de cervezas en el hostal

 

Nuestra tarde y noche la pasamos en el hostal, algo vergonzosos, gastando en cerveza lo que no gastábamos en comida. Y es que, hasta entonces, habíamos probado lo de dormir en apartamento y lo de dormir en la calle, pero un hostal lleno de gente viajando como nosotros era algo nuevo.

 

Lo cierto es que nos pasamos la noche observando como todo el mundo parecía conocerse ya y tenía planes para salir de fiesta. Preguntamos a un par de grupos al respecto y nos invitaron a unirnos a ir a la zona de fiesta, alegando que casi todos los del hostal iban a la misma zona... pero dicha zona estaba en Mordor, y obligaba a coger taxi. Como no teníamos demasiadas ganas y todo lo que fuese gastar dinero en medios de transporte nos tiraba para atrás, nos excusamos de los planes y nos fuimos a dormir a una hora decente.

 

C&B: 23€ - Hostal: 14,03€

Total hasta ahora: 478,85€

 

 

DÍA 10 DE AGOSTO BERLÍN

 

Como ya he dicho antes, Berlín es muy grande, y con mucha historia. Parte de la razón de irnos pronto a dormir la noche anterior fue que queríamos hacer un tour por la ciudad. Queríamos hacer el que me comentó mi novia que hizo ella cuando visitó la ciudad; un tour gratuito de estos que pagas al final, si quieres, y lo que consideres que se merece el guía. El tour lo hicimos en español porque, aunque los tres teníamos un buen nivel de inglés, no tiene gracia perderse detalles en estas cosas. Es éste, y la ruta es la que podéis ver en la propia página si entráis.

 

Con el grupo del tour _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _En la puerta de Brandenburgo

 

Visitamos todo lo que pone ahí y la guía, Lorena, nos hizo muy ameno el tema, resolviendo todas nuestras dudas. Y aunque habíamos empezado el tour en la Puerta de Bandenburgo, el recorrido terminaba cerca de la antena de TV, lugar desde el que podíamos volver andando a casa.

 

Así pues, pasamos por la isla de los museos (que no estaban en nuestros planes por dinero), nos echamos una siestecilla en el césped a sus pies y finalmente tomamos el camino a casa, a ritmo de paseo y disfrute, con una lata de cerveza en nuestras manos (y con algún encuentro con alemanes borrachos que nos recordaron muy simpáticamente que ahora eran ellos los campeones del mundo).

 

Después de echar una siestecilla, en la isla de los museos

 

Habíamos visitado muchas cosas a lo largo del día y decidimos visitar el resto al día siguiente, y tomarnos el resto de la tarde libre. Una vez decidido esto, empezamos a pagar rondas de cerveza en el hostal, donde conocimos a un chico ruso y tres franceses (dos chicos y una chica) con los que pasamos el resto de la tarde entre risas etílicas. A la hora de cenar, Brian y Marcos decidieron que sus estómagos ya se habían acostumbrado a la falta de comida (no, no habíamos comido a mediodía) y yo me fui con los franceses en busca de un par de trozos de pizza.

 

Después de cenar nos cambiamos y nos preparamos para salir con nuestros nuevos amigos. La primera parte del plan incluía coger un tren hasta la zona... y como sólo eran un par de paradas, decidimos no pagar. En muchos países de Europa se presupone la buena voluntad de la gente, pero los trenes de Berlín intimidan en ese sentido. A pesar de que era un trayecto de apenas cinco minutos, era una sensación continua de "va a venir el revisor en cinco segundos y, de la multaza que nos ponen, se nos acaba aquí el interrail". Pero finalmente conseguimos bajarnos en la estación de Ostbahnhof a la carrera sin que nadie nos dijera nada, y nos dirigimos a la discoteca Berghain.

 

Berghain es una discoteca bastante famosa de allí, construida en una vieja fábrica. Si por algo se caracteriza, es por las duras condiciones de admisión. Básicamente, tienes a Dios reconvertido en portero de discoteca con traje, con un brazo estirado, y un desfile de asistentes silenciosos que acaban la cola y pasan de largo por delante de él, con la cabeza gacha, e independientemente de cuán larga haya sido la cola para ellos. De vez en cuando, por alguna razón desconocida, dejaba pasar a algunos.

 

A nosotros, ni que decir tiene, nos pasó lo mismo. Hicimos la cola y desfilamos por delante de él como penitentes. Tras mucho observar después, llegamos a la conclusión de que no hay que ir vestido "normal" ni muy arreglado, sino con un estilo "underground". Camisetas de tirantes, ropa ancha y caída, tatuajes... Vamos, que no engañábamos nada nosotros

 

¿Destino? Pues zona de discotecas cercanas. El problema fue que perdimos en el camino a los dos franceses, que llevaban el bolso de la francesa... y entonces a ella, sin móvil ni dni ni llaves de su taquilla ni nada, se le fueron las ganas de fiesta. Los buscamos durante un rato sin encontrarlos y entonces decidimos irnos a casa, con tan mala suerte que, por la hora, ya no había trenes.

 

Tomando un kebab a las 3 de la mañana, con el ruso y la francesa

 

Nos hicimos un kebab de esos que suben la moral a las tantas de la mañana con el ruso y la francesa (como aquel que cuenta un chiste ¿eh?) y nos fuimos hacia el hostal. Y os preguntaréis: ¿andando? Sí, andando hasta el hostal porque el taxi iba contra nuestros principios. ¿Quién no quiere pasear por Berlín un par de horitas a las tantas de la mañana?

 

Y bueno, ya veis que la noche no fue un éxito festivalero pero oye, tampoco fue tan grave. A dormir y mañana será otro día.

 

 

C&B: 19,50€ - Hostal: 14,03€ - Tour:10€

Total hasta ahora: 522,38€

 

 

DÍA 11 DE AGOSTO BERLÍN

 

Último día que pasaríamos en Berlín. Muchos opinaréis que eso no es disfrutar el interrail, que hace falta más tiempo en un sitio. Que ni siquiera habíamos salido de fiesta apropiadamente... Bueno, pues yo no me arrepiento de ni una sola de las decisiones que tomamos. Habíamos hecho amigos, habíamos disfrutado del ambiente y de nuevos amigos, y habíamos visto casi todas las cosas que queríamos ver, dejándonos algunas para este último día.

 

No teníamos tiempo de ir a ver los campos de concentración (una pena), porque además de necesitar otro día (que podíamos haber cogido sin problema) hubiéramos necesitado pagar el tour (ese no era gratuito). En su lugar, después de desayunar en el hostal, yo me empeñé en hacer un repaso completo al museo Topographie des Terrors; un lugar en el que puedes hacer una ruta histórica, a través de fotografías, por toda la evolución del nacismo, desde 1933 hasta la caída en 1945. Son fotografías muy duras en su mayoría, que puedes ver sin pagar, porque sería inmoral para la ciudad ganar dinero con algo así. A mí, una de las fotografías que más me llamó la atención fue sobre la quema de libros.

 

Después del museo nos fuimos a intentar mejorar nuestro sabor de boca visitando la parte que nos faltaba del Muro. La que todo el mundo conoce, la de las pintadas artísticas (incluida la del beso).

 

Fotos en el Muro de Berlín

 

Desde allí, volvimos andando al hostal. Eso siempre incluía unas horitas de caminar pero, al fin y al cabo, cuanto más andas más ves. Nos compramos unos zumos por el camino, paramos a echar otra siesta en el césped, visitamos un par de esos parques tan grandes que no tenemos en Valencia y llegamos a los alrededores del hostal.

 

Recuerdo que fuimos entonces a comprarnos unas cervezas y, para cenar (no habíamos comido, para variar) nos cogimos un par de esas salchichas al curry típicas de allí. ¡Dios! Qué explosión de sabor (para Brian fue el mejor momento del día ).

 

Por último, pasamos por el hostal a despedirnos, darnos una última ducha cortesía de nuestros amigos (nosotros habíamos hecho el check out a las 12, pero nos guardaban las mochilas) y, por primera vez, reservar un hostal para nuestro próximo destino con antelación. Finalmente nos encaminamos hacia la estación para coger el tren nocturno que nos llevaría a Praga.

 

C&B: 12,90€

Total hasta ahora: 535,28€

 

 

DÍA 12 DE AGOSTO PRAGA

 

Y ya estábamos en Praga. Amanecimos en la estación, cansados del viaje y somnolientos. Nos dirigimos, cómo no, al Mc Donalds, casi tan deseosos de conseguir un enchufe como estábamos de tomar un café, y nos aposentamos durante algo más de hora y media junto a los dos que encontramos. Una hora y media que compartimos con un chico muy simpático, de Eslovenia, que estaba tan necesitado de un enchufe como nosotros pero era suficientemente prevenido como para llevar un ladrón.

 

Cuando llegó una hora en la que consideramos que la ciudad ya debía haber amanecido y el frío amainado, nos echamos nuestros kilos a la espalda y nos dirigimos hacia el hostal que, por una vez, habíamos reservado de antemano. Paseamos por unas calles llenas de encanto, con edificios típicos de esa arquitectura del centro de Europa, tan llena de tejados verdes. Seguimos el mapa y nos acercamos poco a poco a nuestro destino... y una de las cosas que más nos llamó la atención fue, sin duda, ¡el precio de la comida!

 

Después de días acostumbrando nuestros cuerpos a tener una comida al día, ver platos de comida con pinta excelente a precios bajos fue como darle barra libre a un alcohólico. Nos pedimos unas buenas jarras de cerveza y añadí a la lista uno de esos platos típicos cuyo nombre no recuerdo. Os lo enseño en la foto, y si alguno sabe el nombre del plato, que lo diga.

 

[foto aquí pendiente de subir]

 

Y finalmente, a la hora de hacer el check in, nos dirigimos al hostal. Y aquí he de decir que tener un hostal reservado antes de llegar a la ciudad y poder descansar, en lugar de perder la mañana buscando un lugar de acogida, fue de las mejores decisiones que habíamos tomado. Después de la siesta reparadora que disfrutamos, tomamos la decisión de repetirlo (a ser posible) en cada ciudad.

 

...sigo mañana