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marigo

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Mensajes publicados por marigo


  1. La verdad que hay varios hilos sobre este tema, y creo que en su dia los lei, pero como nunca encontre esta, la añado aqui ahora, para que conste, y si alguien algun dia hace un post resumen de pelis sobre viajes y destinos, pues creo que todo el foro se lo agradecera jeje

     

    Mi aportacion en "in Brugge" 2008 que se tradujo como "escondidos en Brujas" es un thriller con Collin Farrell, ambientado en Brujas, que muestra bastante esta ciudad medieval Belga. A mi la peli me ha gustado, y me ha traido muy buenos recuesdos de Brujas.

     

    y aprovechando porque es el hilo... que caña Eurotrip!!!! me encanta jaja


  2. Si, si que era la Esteban jeje. Este año ha sido divertido respecto a personajillos, de hecho en octubre fui a Paris y me cruze con el Marichalar jaja pa que veas como me codeo...

    Desde luego que con el frio que tenemos... yo miro las fotos con una morriña tremenda, no se si podre aguantar, si este verano me puse hasta morena jope!

    Y si Suvigo, ya tengo en mente un tercer inter, este año por Alemania y Polonia, pero no se como terminaran las cosas, todo se vera, de todas maneras utilizare el foro de nuevo en busca del viaje perfecto, jejej y acosare de preguntas a los foreros.

     

    Os deseo a todos un feliz 2011 lleno de felicidad y de destinos interesantes y divertidos!!! disfrutar del placer del viaje. :cool:


  3. CAPÍTULO 11: 11 junio 2010 Dubrovnik Barcelona.

     

    Hemos cargado ya el coche, después de haber desayunado en el invernadero gigante que sirve de comedor en el albergue. Vamos al centro, que por la mañana, esta atestado de turistas, que llegan en cruceros a pasar el día. Hay también algún mercado de lavanda, de mapas donde una chica explica la historia del país a Jonah. Decidimos no dar el paseo por las murallas porque creemos que no nos va a dar tiempo, lo dejamos para otra ocasión.

     

    Rubén y Laura creen ver pasar a la mismísima Belén Esteban, que está de vacaciones por ahí, y finalmente acabamos sacándonos una foto con ella, “pero rapidito eh chicos?” nos dice cuando se la pedimos. Estas cosas hacen gracia, no sé exactamente por qué, pero bueno.

    Ya a media mañana decidimos coger el coche de nuevo, dirección al aeropuerto, donde nos despediríamos de Jonah, parando antes en un mirador donde creemos tendremos vistas a la ciudad.

     

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    Y asi, tras esta ultima sesion de fotos, nos sentamos unos minutos en los bancos del mirador, casi casi emocionados, porque han sido unas vacaciones estupendas, un pais estupendo, y pensar en que se acaban... pero siempre podremos volver.

     

    Muchas gracias a todos los foreros, sobretodo a mis seguidores Bustin Y Suvigo, y a los que han colgado informacion aqui, espero que mi diario pueda servir a los que proximamente decidais visitar Croacia, para cualquier duda consultarme.


  4. CAPÍTULO 10: 10 junio 2010 Korkula Otok, Orevic, Dubrovnik

     

    Hoy el valiente de Jonah ha puesto su despertador a las 5:30 para poder fotografiar el amanecer desde su ventana. La imagen bien lo merecía, y da fe de su hazaña, pero después media vuelta y a dormir. Cuando por fin nos levantamos, toca ducha con el agua fría y desayuno en la terraza con galletas de cemento armando. Al devolver las llaves, nos comentan en la agencia, que el interruptor del agua caliente estaba junto a la luz. Lástima de advertencia que podían habernos hecho antes.

     

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    Queremos visitar la casa de Marco Polo, donde dicen que nació y vivió, pero nos cuesta encontrar, finalmente nos la enseña la dependienta de la tienda de ayer, que hoy está en otra tienda. Nos dice que está en ruinas y no tiene tejado, y que no abren hasta las 10. Como no tenemos tanto interés en ver las ruinas por dentro, y encima pagando, continuamos el paseo.

    Nos encontramos de nuevo con los de Logroño, que estaban ahora desayunando, “Españoles por el mundo” nos dicen riéndose. Nos cuentan cómo se conocieron, y nos explican un poco la pronunciación del alfabeto Croata. Y por lo visto a la hora de hablar hay hasta 7 declinaciones. Muy entretenidos, nos despedimos porque hay que aprovechar la mañana y nos gustaría ir a la playa una vez más antes de abandonar la isla. Vamos a la que nos recomendó la chica de las camisetas, pero nos perdemos, y es que es lo que tiene conducir en dirección contraria, que no se llega fácilmente. Llegamos a una pequeña playa de arena, pero encontramos otra más grande de piedra, con un chiringuito playero, y nos quedamos ahí.

    Sorpresa, nuestros amigos de Logroño llegan con su moto de nuevo, y es que esta isla es demasiado pequeña jejeje. Al final acabamos compartiendo la mañana playera con ellos, Les preguntamos también que opinaban sobre la multa de aparcamiento que nos habían puesto, nos dicen que no creen que llegue, y que pasemos de pagarla, cosa con la que nosotros estábamos de acuerdo. Tras achicharrarnos nos despedimos, pero no sabemos hasta cuando, porque como continuamente nos estamos encontrando…

     

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    Teníamos pensado buscar un sitio alto desde donde poder tener vistas de las islas, pero al no saber bien donde estaba, cogemos el ferri para viajar hasta Orevic, y de ahí, atravesar la península de Peljesac y llegar a Dubrovnik, bajo un sol abrasador, que hace que nos durmamos en el coche. De hecho, la frase de los últimos días del viaje fue: “vamos a morir achicharrados!!!” El pobre Jonah se merece un homenaje desde estas líneas, por ser un conductor eficaz, que nos aguantó en todo momento sin quejarse, y nos sacó ilesos de las carreteras croatas.

     

    Llegamos al albergue que esta algo alejado del centro, preguntando a una señora que nos da un mapa gratis (luego vi que ese mismo mapa valía 7kunas). Al llegar, una ducha reparadora, y a comer sardinas que eran las últimas provisiones que nos quedaban en el bolso cada vez más vacio de la comida, mientras esperamos a que pasen las peores horas del sol.

    Caminamos hacia el centro del territorio que se disputaron Turcos y Venecianos, o Austrohúngaros y franceses, dependiendo del momento, hasta que vemos por fin la puerta de Pile de entrada a la ciudad amurallada, pero antes, no podemos resistirnos a un último gelatto, que saboreamos mientras entramos por la calle principal de Placa, que conduce a una plaza donde está el Palacio del Rector. Es un recorrido que nos suena, pues lo hemos visto ya en las revistas, la fuente de Onofrio a la entrada por ejemplo, que abastece a la ciudad con agua de un pozo a 12km de distancia, la reconocemos al instante. Vemos el atardecer desde el puerto al otro lado del pueblo, paseamos por calles menos turísticas, donde viven los habitantes de la ciudad más visitada de Croacia.

     

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    Cenamos una pizza, para variar, y paseando por el muelle nos encontramos con el imserso de Barcelona, que nos preguntan por el viaje y nos cuentan el recorrido que están haciendo ellos, que no nos queda del todo claro. Nos recomiendan parar en su ciudad a la vuelta,( lo que no se imaginan es que al volver a ella, el clima está a años luz del ambiente veraniego que tenemos aquí). Una de ellas, visitó el país hace 20 años, y nos comenta que está muy cambiado, echamos de menos que no nos contara más cosas, pero nos despedimos y seguimos el paseo. Esa noche, tocaba Paco de Lucia en la ciudad, y nos asomamos a ver el concierto, pero como no es que el flamenco nos entusiasme, y además no se puede entrar en la plaza sin pagar, continuamos nuestro paseo por las calles. Hacemos de paso, algunas compras de ultimísima hora.

     

    Volvemos al albergue y recogemos un poco los titos, porque ya el viaje toca a su fin, aunque algunos no queramos, y se nos haga dura la vuelta a la realidad. Una última partida al parchís, mientras yo me quedo medio dormida escribiendo el diario.


  5. Hola!!

    muchas gracias a los dos por seguirme, y aprovecho para felicitaros las fiestas.

    Suvigo, lo de los limones era asi a mordiscos, pero teniamos que continuar el viaje como fuera, y no se nos ocurrio otro modo jajaja. y muy efectivo que lo sepais.

    Bustin, Korkula es una pasada, tienes que ir si o si, yo pienso volver jeje

    a ver si voy terminando esto, que, en fin, se va alargando... pero queda muy poco.


  6. Yo cada vez que le digo a mi madre que me voy a algun sitio, me dice: "Pero te vas a ir hasta alli? si eso echan unos reportajes en la tele que lo ves estupendamente y sin moverte del sofa. desde luego la juventud de hoy en dia sois unos insatisfechos, nunca estais felices. Mira tu abuela, no ha salido nunca del pueblo y que vida tan plena ha tenido" y asi cada vez, me tiene frita, ya no se como explicarle.


  7. CAPÍTULO 9: 9 junio 2010 Split Korkula Otok (Vela Luka, Brna, Korkula)

     

    Intentamos recoger nuestras cosas en silencio, pero no es tarea fácil para Laura que tiene que aguantar la bronca de la canadiense, que encima no entiende, porque se la echa en inglés. Encima la pobre ha pasado una noche… hoy la que está mala es ella. Decidimos achacar todos los males al lugar donde un amigo nos recomendó cenar, y decidimos asesinarlo a la vuelta.

     

    Salimos hacia el puerto para coger el ferri a Kòrkula, (la sexta isla más grande del Adriático, ciudad Dálmata de época medieval), que tarda 1 hora en salir. Cuando pregunto al guardia por el motivo, me contesta algo en croata que no logro entender, y me quedo con cara de póker, mientras voy de nuevo al coche a informar de las no-novedades. Cuando por fin entramos, nos deslumbra el lujo del ferri, no nos imaginábamos que los mamotretos de Jadrolinija que tan horrorosos quedan en los puertos, fueran así por dentro y comenzamos a sacar fotos. Salimos y vemos cómo se aleja de Split , tomando el sol en la proa del barco. Damos algún paseo y nos encontramos con una pareja muy simpática, ella de Logroño, y el croata que lleva 4 años en España, y habla un castellano muy bueno. Nos recomiendan la isla, habla sobre Vela Luka, de la que nos dice es un pueblo de pescadores pequeño y hablamos un poco sobre el viaje que estamos haciendo.

     

    Al llegar lo primero que hacemos tras aparcar es visitar un Konzum (cadena de supermercados que veríamos a lo largo de todo el país) para comprar una malla de limones, que nos comemos a mordiscos. Y es que queremos acabar con nuestros males radicalmente. Tras el suculento desayuno, visitamos un poco el pueblo, y reanudamos el viaje hacia Brna, donde encontramos una playa para bañarnos. El agua es transparente y vemos erizos de mar, cangrejos y demás fauna gracias a las gafas de bucear. A nuestro lado, hay unas familias de alemanes, que pasan ahí sus vacaciones, y es que es un lugar muy idílico, lástima que lo estén estropeando con hoteles y resorts. Hoy el sol recalienta los hombros de Jonah y Rubén por lo que acaban un poco calcinados. Yo me hago otro arañazo en la pierna con las piedras, por lo que se puede resumir que el baño fue un poco accidentado.

     

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    Vamos a Korkula, y la primera impresión es muy buena, hay muy buenas vistas, y el pueblo nos gusta mucho, además no hay mucho turismo. Según nos dijeron, durante el año en ella viven 400 personas y en verano alcanzan las 4000. Habíamos llegado antes de que se colapsase todo. Las calles están también empedradas, pero esto no parece nada Disney, hay muchas terrazas… Buscamos sobe llamando a algunas puertas. Nos ofrecen alguna cosa pero a precios que no nos convencen, así que al final vamos a una agencia que nos indica en un folio un lugareño, donde una mujer viene a buscarnos para llevarnos a unas habitaciones muy céntricas, con terraza, y unas vistas muy bonitas, encima de un local de comida rápida, cuya chimenea salía a nuestra terraza. Salimos a dar un paseo, y compramos unas camisetas de Marco Polo en una tienda, con una dependienta muy agradable, que intenta explicarnos en un inglés un poco torpe una playa a la que ir al día siguiente, Lumbarda. Tomamos nota.

     

    Andamos por el centro, accediendo por una escalinata muy bonita de la torre Veliki Revelin entrando por la puerta de tierra, sobre la que hay un león, que aparece en muchos lugares que hemos visitado y muestran el dominio Veneciano de muchas zonas croatas. Luego rodeamos el pueblo, que es muy pequeño y se ve rápido. Vemos el anochecer, en el puerto, que nos gusta mucho. Como tenemos comida, cenamos hoy en casa, y luego salimos a ver el ambiente nocturno de la isla.

     

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    Realmente fue una de las noches que más me gusto del viaje, fuimos a una de esas terrazas (no de las de colegas) sino una con sofás y asientos muy cómodos con música en directo. Varios clientes se animaron a bailar al son de las guitarras y la cantante. Canciones en inglés mayoritariamente, que escuchamos tranquilamente durante unas 2horas, hasta que terminó el concierto. Al volver a casa, nos encontramos de nuevo con los de Logroño, que se habían cogido una motocicleta para recorrer la isla un par de días. Ya estamos como en casa, nos encontramos conocidos por la calle y todo jeje, es una isla muy pequeña y muy agradable. Además hace una noche muy buena, y nos animamos a estrenar por fin el parchís y la oca que habíamos acarreado desde Pamplona, en la terraza del sobe. Hoy compruebo la competitividad de Laura, que es una estratega en esto de los juegos de mesa, y la verdad que acepta muy mal esto de perder. Hoy ganó Rubén. Al ir a acostarnos, la música del bar de abajo se sigue oyendo, y la verdad es que agusto nos quedaríamos un rato mas por ahí, pero mañana toca madrugar, que hay mucho que hacer. Menos mal que las ventanas son muy buenas aislantes, y dormimos ajenos al ambientazo de la isla.

     

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  8. Se que lo mio no tiene perdón, tardar tanto tiempo... pero aún asi espero que me perdoneis y os reengancheis al diario :rolleyes:

     

    CAPÍTULO 8: 8 junio 2010 Split Trogir y Split

     

    Después del show de ayer, creemos que tenemos que sacar tajada, así que intentamos que la loca nos devuelva el dinero. Pero nos dice que ella no puede hacer eso, que es nueva… le decimos que entonces esperamos que esté despedida y ella nos contesta todo airosa que ella en su tiempo libre puede hacer lo que le dé la gana, y que la gente vuelve borracha a los hostales a las 3 o 4 de la mañana, que si queríamos silencio, hubiéramos ido a un hotel. No damos crédito a lo que nos dice, cuando añade que nosotros tampoco nos callábamos ni parábamos de reír, vamos, que aun los escandalosos seremos nosotros. Viendo que la tía esta no atiende a razones nos vamos, y cogemos el coche para hacer una excursión a Trogir.

     

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    Fue una mañana un tanto atípica y es que nos acechó el mal del viajero, y por tanto lo que mejor conocimos del pueblo, fueron unos baños a la entrada, donde nos hicimos accionarios. Suponemos que la próxima vez que volvamos, las mujeres de la puerta, en vez de estar sentadas en sillas de plástico, estarán sentadas en el puerto en yates de varios pisos. 5kunas por visita, y la 6ª es gratis, e incluye una mirada de pena, susurrando “pobre pobre” en croata. Tuvimos incluso que comprar limones en un mercado cercano, para solucionar caseramente este episodio gastrointestinal que nos estaba amargando la mañana a Jonah y a mí. Laura y Rubén aprovecharon la mañana para hacer la compra de chorizo pamplonica (si, en Trogir se puede adquirir, y con una flamenca en el envase) Finalmente pudimos dar un paseo por el pueblo, (que en realidad es una isla unida por tres puentes a tierra) sacar alguna foto para dar fe de que lo habíamos visitado, y volver a Split.

     

    Tenemos que buscar albergue para esta noche, y encontramos un local, donde una chica nos explica cómo llegar a las habitaciones, que no están en el mismo edificio. Un chico que hay por ahí, nos dice que está acondicionando una habitación justo al lado, y que nos la deja por 100kunas por persona. Solo tenemos que compartirlo con una pareja. No nos importa y parece buena solución, así que aceptamos. (se nota que aqui todo el mundo hace negocio)Se trata de una bajera donde han amueblado con literas, y que cuenta con baño, y una lavadora, que ellos se ofrecen a tendernos si decidimos poner. Tras instalarnos, preferimos ir a la lavandería de ayer, por lo que cogemos el saco de nuevo y cruzamos el paseo para llegar al establecimiento de una chica muy amable que por 75 kunas nos va a limpiar todo, secar y doblarlo, sin que nosotros tengamos que preocuparnos de nada. Es cómo dárselo a mi madre, la idea nos entusiasma, además con el calor que hace, a ver quién se pone a hacer coladas.

     

    Vamos a la habitación un rato a esperar a que pasen las horas de calor agobiante en las que no podemos movernos. Aprovechamos para mirar internet y Laura y Rubén comen un poco. Salimos a la playa, a la que llegamos paseando por el puerto. Nos damos un baño reparador en el agua cristalina de la playa artificial (que nuestros pies agradecen después del sufrimiento de las playas de piedra), mientras Jonah se echa la siesta un rato en la hierba. Recogemos la ropa limpia, por fin, y decidimos cargarla para subir hasta un mirador desde donde hay vistas a la ciudad. Nos sentamos largo rato en un banco, amenizando la tarde a unos abuelos de enfrente, con nuestros videos y tonterías. Anda que si llegan a entender nuestras conversaciones…

     

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    Cruzamos por milésima vez el paseo, cargados con el saco de ropa. La gente pensaría: “que turistas tan raros, todo el día cargando sacos de ropa” y dejamos todo en la habitación, donde ya se han instalado una pareja de canadienses que llevan 6 meses dando la vuelta al mundo con la casa encima. Llevan de todo, ordenador, y una despensa tan abundante que han llenado el frigorífico. De hecho su parte de la habitación parece un vertedero.

     

    Salimos a dar un paseo nocturno, vemos el mercado que está a punto de cerrar, y nos apalancamos un rato en la plaza del centro, el peristilo, plazuela con base enlosada y 16 columnas de granito egipcio y mármol veteado, donde unos espontáneos bailan tango. Jonah se pierde, y pasamos un rato esperando a que vuelva, pero no parece haberse dado cuenta de que nos habíamos sentado a ver los bailes. Nos levantamos y vamos a cenar a una terraza donde tardan milenios en servirnos unos espaguetis y unos sándwiches. Ya en el albergue, sesión de masajes para Rubén, Jonah escribe unas postales, y yo redacto el diario, que ya va llenándose de anécdotas que contar a la vuelta, mientras nuestros compañeros ven una película.


  9. CAPÍTULO 7: 7 junio 2010 Zadar, parque de Krka, Sibenik y Split

     

    Desayunamos hoy con nociatella incluida, en la terraza del albergue, donde descubro que hay wifi, a la que no consigo conectarme. Llevamos todo el viaje desconectados del mundo exterior, ¿Qué estará pasando? No nos preocupamos mucho por ello, y continuamos el día con un paseo por Zadar. Miramos la posibilidad de ir a Kornatti y a dugi Otok, que un amigo nos ha recomendado. Preguntamos a un señor de un puesto, y nos dice que hasta mañana ya no sale nada, que hoy es muy tarde, por lo que abandonamos la posibilidad de hacer una excursión. Pero nos entretenemos un poco con el señor, que por lo visto sabe algo de castellano, y nos intenta convencer que la historia de los croatas se parece mucho a la de los vascos, ya que tuvieron que aguantar a los Turcos que querían quitarles terreno.

     

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    Cambiamos el plan de hoy, y vamos al parque natural de Krka. Bastante mal señalizado, nos cuesta llegar, y tenemos que preguntar en un camping, donde de paso nos ofrecen alojamiento. Al llegar, nos indican que tenemos que coger un bus para iniciar el recorrido. El parque se parece a Plitvice pero a mucha menor escala, es más pequeño. Y además tiene la ventaja de que nos podíamos bañar a los pies de la cascada, eso sí, había que llegar hasta ella, empresa que Rubén y Laura abandonaron. Pero Jonah y yo lo conseguimos, y fuimos recompensados con unas vistas geniales, que nos hubiera gustado fotografiar. Para el próximo viaje a Croacia, cámara acuática amigos! Comemos ya casi las últimas reservas de comida que llevábamos desde Pamplona, y nos tumbamos a tomar el sol/sombra mientras nos secábamos. Terminamos el recorrido, y cogemos el coche de nuevo.

     

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    Sibenik no pilla lejos de nuestra ruta, y paramos un rato a visitarlo. Es un pueblo bonito, donde encontramos españoles, hacemos alguna compra, lavanda, un curioso burro que nos acompañaría el resto del viaje lesionado, y recogemos una receta del parabrisas del coche. Nos la han puesto apenas llegar, pero no nos sorprende mucho, no pagando nunca… de todas maneras no podemos pagar la multa, no entendemos lo que pone! la cosa es que aqui, los parquimetros te piden una cantidad de dinero en monedas, que nunca llevabamos encima, asi que decididmos no pagar, y bueno, solo una multa en 10 dias no esta mal. y ya os digo, como tampoco entendiamos lo que ponia en la multa, dificielmente podemos cumplir como ciudadanos.

     

    Vamos a Split, ciudad que acoge el palacio Diocleciano construido en piedra blanca extraída de la isla de Brac, o mejor dicho, palacio que acoge la ciudad en su interior. Es considerada junto a muchas otras partes del país, patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Teníamos ganas de visitarla, entre otras cosas porque Kristian nos había prometido estar muy agusto en el albergue al que él fue. Nos cuesta, pero encontramos un parking gratuito, y nos dirigimos a buscar alojamiento. En el Siver Gate, nos recibe una chica joven, algo desorientada, que no sabe bien donde tiene el papel para apuntar las cosas, y cuenta con los dedos para calcular el importe que le tenemos que pagar. De hecho Rubén saca la calculadora del móvil, porque ella no da mucha confianza. Resulta ser uno de los alojamientos más caros de todo el viaje. 145kunas. Que en euros no sabemos, porque como dijo Jonah, “a mi si no me hablan en kunas ya no sé lo que valen las cosas” La joven en cuestión, nos repite muchas veces que si necesitamos cualquier cosa se la pidamos. Tras entrar en la habitación, decidimos informarnos sobre la lavadora, porque ya nos venía haciendo falta. Salimos, pero la chica ha desaparecido, solo encontramos un Hawaiano que nos dice que la recepcionista se ha ido y que no volverá hasta dentro de 1hora. Bien. De todas maneras este chico, nos dice que si queremos hacer la colada hay una lavandería a la que podemos ir. Tras coger los bártulos, vamos hacia ella cruzando el paseo, pero está cerrada, así que habrá que esperar a mañana. Vuelta de nuevo con la bolsa enorme de ropa.

     

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    Ya va siendo la hora de cenar, y buscamos un lugar “the fire” que nos recomendó también el mismo amigo. La carta no la entendemos, así que no sabemos que pedir, el camarero se queda a nuestro lado pegado, y aprovechamos para interrogarle, hasta que se aburre y se marcha. Cuando ya hemos pedido, se acerca a nuestra mesa (son compartidas con más gente) la vieja loca del lugar que justo se sienta a mi lado. No la miro, por si acaso se me atraganta la comida, pero las risas de los demás no dejan lugar a dudas, y pasamos la cena pendientes de ella, que en un momento dado se cambia de mesa y empieza a comer a dos carrillos. Tenemos incluso alguna foto, desde luego en este viaje no han faltado personajes.

     

    Paseamos un poco por el interior del palacio, donde nos encontramos a unos chicos de Barcelona algo desorientados, que nos preguntan por la puerta de entrada al palacio ¿?, y vemos a la chica de la recepción del albergue tomando algo en la terraza de un pub, pero no es el momento de preguntarle por la lavadora jeje. Tras grabar el video del día, (estaba entre mis planes esta vez grabar un reportaje del viaje) volvemos a casa, donde nos dedicamos a lo de siempre, duchas, escribir diario sentada frente a la ventana con vistas a la torre del palacio (lo mejor de la casa), y navegar algo por internet. Laura esta masajeando los maltrechos pies de Rubén, mientras yo escribo un mail a otra amiga, todo parece muy tranquilo, la casa nos está gustando, es muy agradable. De hecho acabo de conocer a dos chicas de Cambridge, que están visitando la ciudad, y hablo un rato con ellas en el salón. Es todo muy hogareño, no parece un albergue.

     

    Alguien pasa detrás mío, pero no me fijo mucho, y de repente oigo detrás la voz de Laura: “Gloria, ven aquí ahora mismo” “ya voy” “que te estoy diciendo que vengas ya!” pulso enviar y cierro ventana, “¿Qué pasará?” Me pregunto. Entro en la habitación y la imagen me causa tal estallido de risa, que tengo que correr al baño. La recepcionista que nos ha atendido antes, entra en el cuarto con el pedal de siglo, se cae por los suelos, de hecho un chico le tiene que ir agarrando (después descubriríamos que se trataba de su jefe) pregunto atónita, que si esta beoda va a dormir en nuestra habitación, y el chico me responde enfadado, “si trabaja aquí a cambio de alojamiento, tendrá que dormir aquí no crees?” Nos deja a solas con ella, le tenemos que levantar del suelo varias veces, no podemos dejar de reír al ver la situación subrealista de esta noche. Nos han dejado aquí con la loca esta, y a ver si se duerme. De hecho se acuesta y se levanta en varias ocasiones, además de reírse sola. Para colmo, otro chico entra en la habitación y nos dice: “ya sé que es muy graciosa, pero por favor, en este albergue rogamos silencio a estas horas, así que callaros” Que nos diga eso después del espectáculo que han organizado a la 1am, tiene narices, menos mal que no estábamos dormidos. Vaya tela…


  10. Que bien que ya os hayais puesto al dia los dos!! Bueno, entonces ahora sigo escribiendo no? va, os dedico el proximo capitulo, porque me animan mogollon vuestros comentarios. Bustin: el caballo Blanco es uno de mis rincones favoritos, no me extraña que tambien te guste. Suvigo: no tuve para nada mala suerte con el tiempo, ya veras en proximos capitulos que chicharrina, las fotos finalmente las recupere pero con peor calidad aunque aqui se nota menos jeje y por cierto lo de la gallega... es que le echaron mucho morro!!

    besos


  11. CAPÍTULO 6: 6 junio 2010 Krk, Vrbnik, y Zadar

     

     

    Hoy desayunamos galletas de cemento armado (según Laura) mirando al mar desde casa Fanny. Es muy agradable estar ahí, viendo las cerezas que tiene nuestra casera y con las que sospechamos que trafica, y oyéndola hablar en el piso de abajo con sus amigas las locas, que a las 8 de la mañana ya se le han colado en casa. El sol pega con fuerza, así que comenzamos el ritual diario de embadurnarnos con cremas.

    Tras despedirnos de Fanny que esta regando las flores, cogemos el coche y vamos al centro de Krk. Paseamos por un lugar que nos recuerda a Caballo Blanco, uno de los lugares preferidos de nuestra ciudad, compramos el pan-miga, visitamos una iglesia donde están cantando en misa. Cabe destacar que la población es muy religiosa, y respetan mucho normas como que no se debe entrar en los lugares de culto con tirantes o en bañador, así que solo podemos ver desde fuera muchas de las iglesias Croatas. Tras un paseo por el pueblo, que no parece tener mucho más que ofrecernos, ponemos rumbo a Vrbnik, otro de los pueblos de la isla.

     

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    En él, damos alguna vuelta llegando incluso a meternos en la plaza del pueblo, hasta encontrar parking, que no pagamos, obviamente. Todo está lleno de cuestas y calles estrechas, que mantienen el fresco a esas horas del día tan delicadas. Es por ello que llegamos a una pequeña cala, con una playa de piedras, donde decidimos bañarnos. No llevamos toallas, pero como la ropa interior empieza a escasear porque aun no hemos hecho la colada, se nos ha ocurrido la brillante idea de llevar los bañadores puestos, y ese día vaya que sí lo agradecimos. Dejamos las cosas en la playa casi desierta, y probamos el agua cristalina del Adriático. Nos secamos al sol en las rocas, y retomamos el viaje volviendo al coche.

     

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    El plan inicial es ir a Cres, mediante un ferri, del que llegamos a comprar los billetes, pero valoramos las posibilidades, y es que salir de la isla nos iba a costar más que visitarla, con lo cual nos descuadraba un poco los planes de viaje, (ya de por si poco definidos) así que decidimos volver al continente. Menos mal que la agradable chica de la oficina no nos puso problemas en devolver los tickets. Así que toca kilometrada para volver a krk, cruzar el puente que hoy es gratuito (sospechamos que porque es domingo) y parar a comer queso (que es una de las reservas que tenemos que terminar urgentemente si no queremos perder) en Sv. Juraj bajo un sol al que nos íbamos acostumbrando, junto a un matrimonio que amarraba su barca. Buscamos inútilmente agua, o una fuente, o lo que sea, pues íbamos a morir deshidratados. Pero no hay mucha suerte, todo está cerrado a esas horas, así que reanudamos el viaje. Paramos en un mirador, y detrás nuestra paran unos alemanes con su coche, y la música a tope, a beberse una pivo (cervezas) bien fresquitas. Antes de que nuestros instintos asesinos los asedien, decidimos ir al próximo pueblo, donde bajo a buscar agua. Primero pregunto en un restaurante, que es lo único que veo a priori. El camarero muy amable, encuentra una botella de vidrio en el almacén y se dispone a llenarla en el grifo asegurándome que está muy fresquita. La verdad que con la sed que tenemos… pero no, no podemos transportar vidrio, no es seguro, así que le pregunto y me indica un supermercado más adelante. Una vez re hidratados, reanudamos la kilometrada a Zadar.

     

     

    Nos cuesta un poco encontrar el albergue, que finalmente reconocemos por el grafiti de la fachada, que tenemos en el folleto. Nos dan una habitación en una caseta llena de alemanes, (y algún mexicano según Rubén) que además en ese momento están duchándose. Decidimos salir a visitar un poco la ciudad de Zadar. Paseamos por más ruinas romanas, la iglesia de San Donato, de planta circular, y vemos el mercado y el Benetton local (y es que esta marca nos perseguiría por todos los rincones del país, hasta llegar a la conclusión de que se pueden organizar rutas turísticas por los Benetton de Croacia, y no dejarse nada sin ver).

    Ya se acerca el anochecer, uno de los momentos más esperados, ver la puesta de sol de Hitchcock escuchando el órgano marino. Nos agrupamos junto a todos los turistas que había entonces ahí sacando fotos, sentados en los escalones del órgano, a esperar que el sol desapareciese detrás del mar. Una imagen que realmente no nos defraudó.

    Después cenamos una pizza en una terraza de esas “para los colegas” y de postre un helado, tan generoso, que casi no podemos terminar, y es que los escaparates de los helados estaban tan bien puestos, que comíamos por los ojos. Ya de noche, visitamos de nuevo la zona del órgano, donde hay instalado un saludo al sol, consistente en una circulo con puntos de colores muy discotequeros en el suelo que levantan un haz de luz. Pero yo prefiero sentarme mirando al horizonte que veo negro, donde no se distingue el final del mar y el comienzo del cielo. “lo negro” ¿Tan extraño es que a alguien le guste mirar la oscuridad?

     

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    Volvemos al albergue, donde en mi intento por descubrir cuantas fotos tengo en la cámara, acabo formateando la tarjeta. Esto constituye uno de los episodios más tristes del viaje, perder 350 fotos y otros tantos videos, se antoja lo peor que me podía pasar. Intento no pensar mucho en ello, aun queda viaje por delante, de hecho estamos en el ecuador, y aun quedan muchos destinos.


  12. CAPÍTULO 5. 5 junio 2010 Zagreb, lagos del Plitvice, y Krk Otok

     

     

    Hoy salimos del albergue tras desayunas fresas, con destino a los lagos del Plitvice, uno de los destinos imprescindibles del viaje. El trayecto es largo, hay que repostar, paramos en un área de servicio y… sorpresa, no tienen gasolina! Vaya tela… Continuamos el recorrido con paradas en otra gasolinera, en un súper para comprar pan, y observando los puestos junto a la carretera en los que venden queso, fresas, cerezas… planeamos coger algún día queso de la zona.

     

    Cuando llegamos al parque, conocemos a una matrimonio Gallego junto con una mujer de Burgos muy simpáticos, con los que hablamos alegremente después de llevar tantos días sin oír castellano. Compramos los tickets, colando el carnet joven, y es que hay que conseguir descuentos “como sea” ese era nuestro lema, y si nos hiciesen descuento, con el carnet del supermercado también lo intentaríamos vaya. Una tipa desagradable nos indica el recorrido que hay que hacer. Resulta que hoy se corre una maratón aquí, y tenemos que hacer la ruta de 4-6h, y coger un tren que nunca encontramos para volver a no se sabe dónde. Con esas indicaciones, la realidad fue que hicimos el recorrido que nos dio la gana, que fue el “f” pero al revés, mezclado con un cacho de otra ruta, para al final descubrir que dicho tren no existía, sino que era un bus con forma de tren. Y nosotros buscando las vías, como para encontrarlo, con razón pensamos que era una broma para los turistas!

     

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    La primera parte consistía en cruzar el lago en un barco. Los gallegos que se conoce que no tenían mucha idea del recorrido, planearon seguirnos, pero tanto se apegaron, que acabaron adelantándonos,colandose descaradamente y dejándonos atrás en el siguiente barco. A partir de este momento acuñaríamos el término de “hacer la gallega” cada vez que nos colábamos en una fila. Les volvimos a ver en algún momento del día, para comentar la visita al parque. Y también recuerdo coincidir con ellos en el avión de vuelta, y que nos preguntasen preocupados, a ver si no éramos 4 en vez de 3 personas en el grupo, y es que al no ver a Jonah, se debieron temer lo peor jeje.

     

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    El parque estaba preparado para recorrerlo fácilmente sobre unos caminos hechos con maderos, que no alteraban mucho el lugar, y resultaban muy cómodos. Nos encontramos con grupos organizados de viajes, con gente de Madrid, familias y mujeres que creemos habían escapado de sus maridos, y al salir estuvimos hablando con un señor de Barcelona que había visitado el país en septiembre del 2008 y nos repetía entusiasmado lugares a los que ir, hablo sobretodo de Trogir.

     

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    Comimos en un lugar difícil de acceder, con unas vistas únicas a la cascada de lagos que hacia el agua en las rocas. Orgullosos de que Jonah hubiera encontrado este lugar, poco frecuentado por turistas, pasamos ahí largo rato sacando fotos y videos. Ya habíamos leído algo, pero nos sorprendió aun así al final del recorrido, ver como una pareja celebraba su boda en el parque. Escuchamos música típica del país (creemos) y estuvimos un rato investigando el evento, hasta que nos entro algo de vergüenza por cotillas jeje. En el barco de vuelta, coincidimos con unos niños alemanes muy cabroncetes que se lo pasan bomba riéndose de mi forma de reír, pero claro, no podía parar, con lo cual era un circulo vicioso!

     

    Ponemos rumbo a Krk, el próximo destino, una de las islas croatas, que teníamos muchas ganas de ver, sobretodo para empezar a bañarnos en sus playas. El camino es complicado, debido a las curvas, y el resol que había esas horas, sumado a los adelantamientos chungos que hacían los suicidas croatas. Pero el camino es agradable, muy verde y llano hasta llegar a la costa. Cuando llegamos a la costa dálmata el paisaje cambia, y es precioso también, desde el coche no paramos de repetir “que bonito” hasta desgastar la palabra, viendo las islas, playas, pueblos costeros… de hecho paramos a cada rato, por ejemplo en Senj, aunque hoy hace algo de frio (también estamos muy altos, es un país de contrastes, tienes el monte, y al lado la playa)

     

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    Para cruzar a la isla, debemos pasar un puente que pagamos. Recorrerla es tarea fácil, solo hay una carretera que te lleva hasta el otro extremo, donde está el pueblo de Krk. Llegamos a un camping, pero que es de auto caravanas. El tipo que lo atiende, me indica en un mapa una casa blanca a la que podemos ir a pasar la noche, una especie de sobe, que él me recomendó muy bien. Algo inexpertos en el tema de los sobes, preferimos seguir buscando campings. Y llegamos a otro, donde los precios son abusivamente caros, nos echaron atrás. En él, la encargada se ofrece a que dentro de media hora cuando salga de trabajar, nos ayuda a buscar alojamiento, nosotros estábamos asombrados de lo que se desvivían en ayudarnos, una gente superamable. Al salir, una pareja muy pija, creemos que de Donosti, nos preguntan que buscamos (obvio no?) y nos dicen que “han dejado libre un bungaló en otro sitio esta misma mañana” Nosotros nos mirábamos diciendo: “esta gente de donde coño ha salido o quien se creen que son?” Como la única alternativa que nos queda es un camping nudista, decidimos tirar de sobes. Conducimos un rato hasta que decidimos pararnos en uno.

     

    En él, encontramos a la bruja Lola, que fuma de forma extraña, tipo indio, y que nos dice en croata que tiene el garito lleno, señalando la terraza donde hay unos 6-7 pers. Pero continúa hablando, y tras un rato, saca un teléfono para llamar a una amiga. No entendemos nada, y de repente, pone a Jonah al teléfono. Resulta que tiene una amiga, que tiene otro sobe cerca, y que viene a buscarnos en coche. Inquietos, esperamos que llegue otra versión de la bruja lola croata, pero lo que parece es una agradable señora mayor, Fanny, que después descubriríamos que es una magnate de los sobes, que si puede incluso alquila su propia casa para dormir en una habitación que tiene junto al jardín, y que posee oficina de turismo y pagina web. La señora en cuestión no sabía ingles así que venía acompañada de una loca Serbia que vive en Viena porque era profesora de economía en la universidad (según nos explico más tarde) que sabia inglés e incluso algo de castellano, bueno sabía muchos idiomas, el problema era que los hablaba todos a la vez y mezclados y no había quien los entendiese, y que negoció con nosotros el precio. Hubo regateo incluso, no se notó que era nuestra primera vez jejeje. Nos explicó que era muy difícil que se alquilase un apartamento para una noche, y que era un gasto tener que limpiar todo de nuevo y lo justifico todo diciendo que ella era de Austria y sabe de que van estas cosas ¿?. Les seguimos en coche hasta el piso, que resultó estar encima del suyo, nos ofreció aparcar en el recinto. Como el lugar y el precio nos convencieron, decidimos quedarnos. Les entregamos la documentación, que tardaron mil años en devolvernos, creemos que porque estaban cotilleando.

     

    Cuando bajamos, apareció otra loca Serbia, (aun más loca) amiga de la primera, médico, que había estado de congreso en Italia, y al parecer tenía la intención de montar un sobe ella también en la isla. Después de que Jonah, poseedor del bote común pagara a la señora, para su sorpresa en Kunas, nos dan un mapa para saber dónde estamos y nos acompañan al centro para saber el camino, repitiéndonos el camino así como 400 veces. Luego se despidieron, y las volvimos a ver a la mañana siguiente cuando acudieron a casa de Fanny a las 8am a cotillear de nuevo.

     

    Paseaos por el centro, que nos pareció un poco Disney, y cenamos en una terraza. Desarrollamos la hipótesis de que las terrazas en este país están hechas un poco para los colegas, porque no suele haber turistas, sino croatas, y los camareros suelen estar sentados en ellas, hablando. Por ejemplo, las dependientas de tiendas de souvenirs, solían estar sentadas en ellas, y se levantaban solo si entrabas en su tienda. Paseamos un poco por calles estrechas, donde se iba la luz conforme pasábamos ¿alguna cámara oculta?

     

    Volvemos al apartamento, y subimos las cosas al piso, ya que no nos habíamos fiado antes de dejarlas con las locas esas en la casa. Aprovechamos que tenemos tele para ver un poco los canales croatas, que tiene videoclips, patrocinados por zumos bailongos que hacen las risas de la noche. Rubén se queda dormido en el sofá, y los demás nos quedamos a disfrutar hasta las 2am de la noche estrellada que se ve desde la terraza, mientras veos algunas fotos del viaje.


  13. CAPÍTULO 4: 4 junio 2010 Pula, Opatija, Rijeka y Zagreb

     

    Hoy nos levantamos con la ilusión del desayuno incluido. Las terrinas de nociatella, compensan el disgusto del sucedáneo de cola cao que nos sirven. Laura arrampla con las unidosis de mantequilla y mermelada. Y es que está hecha una experta, en pocos minutos llena su bolso con productos, que después nadie consumiría, y que supondrían con el calor, un problema añadido. Reconocemos 2 chicas que hablan español, y vemos como el albergue esta colonizado por unos niños alemanes. Sacamos fotos en la playa, y cogemos el coche de nuevo.

     

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    La playa privada del albergue (caramba con la HI :bleh: )

     

    Pasamos por Opatija, según la guía, este pueblo había sido residencia de nobles y aristocracia, y esto se podía observar en las fachadas. Pero el pueblo no parecía tener ningún interés más, así que lo vemos desde el coche. Luego en un mirador sacamos algunas fotos, pero no fue un lugar que nos marcase especialmente.

    Desde ahí, fuimos a Rijeka. Aparcamos y buscamos la oficina de turismo, donde nos atendió una mujer que creemos no tenía interés alguno en que visitásemos nada, de ahí sus parcas y escuetas explicaciones. Incluso nos indicó alguna cosa en mapas que luego no nos daba, y de hecho ni siquiera nos vendía, entonces, ¿cómo piensa que vamos a encontrar esos lugares?

     

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    Pero casualmente había por ahí una mujer, muy agradable que había sido guía turística de la zona, que además conocía Pamplona, que nos recomendó sitios, e informó sobre la fiesta local que iba a ser en unos días, en honor a san Vito, el protector de la ciudad. Vimos la catedral, alguna iglesia del centro, y subimos hacia un castillo donde había vistas a la ciudad. Concretamente 557 escalones que nos dejaron exhaustos, y nos dirigieron a una iglesia, que supuestamente había visitado el papa Juan Pablo II (había una figura enorme enfrente) y que cuidaban unos frailes un tanto extraños, que organizaban proyecciones en salones llenos de cuadros y tal… raro. Desde el castillo sacamos fotos para dar fe de que habíamos conseguido llegar vivos hasta allí.

     

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    Al bajar decidimos ir a comer al mercado, pero ya está cerrado, y acabamos frente al teatro nacional. Comemos el suculento pan Croata, que consta de corteza y miga. Tanta miga que comemos bocata de miga y bocata de pan. Ains, aun echaremos de menos el pan, que comimos durante todo el viaje. Nos acompañan en la comida una paloma enferma, y otras tantas que luchan por comerse las migas que les echamos a los pajaritos. Presenciamos ante nosotros autenticas luchas, dignas de un documental de Rdz de la Fuente.

     

    Por razones meteorológicas, decidimos poner rumbo a Zagreb pitando. Empieza a llover, no es buen tiempo ni para ir a las islas como teníamos pensado, y no nos da tiempo de visitar algún parque. Recuerdo que en esta etapa del camino escuchamos Melendi. Y es que la música nos estaba haciendo mucha compañía en todas las kilometradas que hacíamos. Al principio el paisaje el montañoso, pero conforme nos acercamos, la tierra se aplana hasta llegar a la llanura de la capital. Llegamos a las 18h, y vamos directamente al albergue de la HI, que no nos cuesta encontrar, pero si llegar debido a que todas las calles van siempre en dirección contraria a la que necesitamos. Nos acomodamos otra noche más en otra habitación. De hecho comentamos que una de las cosas que más descolocan en estos viajes es levantarse y acostarse siempre en sitios diferentes, aunque tenemos una rapidez para hacer maletas… Hoy desde nuestra habitación, que no compartimos con nadie, vemos tejados de la ciudad, son buenas vistas, que compensan que el ascensor suela estar estropeado y tengamos que usar las escaleras.

    Salimos a dar una vuelta por el centro, además no estamos lejos. Hoy es el día del arte callejero en la ciudad, así que estamos de suerte, hay muchas actividades y está todo muy animado. Primero disfrutamos de un concierto de música Turca, de Capadocia, luego vamos a la plaza Josip Jelacic (ban o virrey croata) donde confluyen las vías del tranvía que recorre la ciudad, y nos reímos con unos curiosos extraterrestres que han venido a visitarnos.

     

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    Vamos a la catedral, que según la guía esta eternamente en obras, y rodeada de una fortaleza que la protegía de los enemigos.

     

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    Callejeando, compramos fresas en el puesto de una viejecita (que no quiere desprenderse de sus mil sobres de azúcar para venderme uno) llegamos al espectáculo del hombre leopardo, un australiano que hace el show con la colaboración del público, que hoy está especialmente animado. El nos descubre el humor croata, y es que parece que por ahí, los chistes se hacen sobre sus vecinos Eslavos, como aquí con los del Lepe por ejemplo. Hay un funicular que sube a algún punto de la ciudad que desconocemos, así que decidimos subir las escaleras anexas, (no, no eran suficientes las de esta mañana) y llegamos a un lugar con vistas, donde había un concierto de música y algún puesto tipo mercadillo y bares. Andando por la zona, llegamos a la plaza donde se encuentra el parlamento la residencia del Ban (desde cuyo balcón se proclamó la independencia del imperio Austrohúngaro) y todos los edificios importantes de la ciudad, entre ellos la preciosa iglesia de San Marcos con escudos en su tejado, que me recordó al de la catedral de Viena. Otra de las cosas curiosas que nos paso esa noche, fue ir paseando por una calle semidesierta junto al escaparate de una tienda de televisores y ver atónitos imágenes de la plaza del castillo y de los san fermines. Alucinados nos quedamos.

     

    Ya los estómagos comenzaban a rugir, con lo cual resolvimos el problema acudiendo a una pizzería, atendida por la mujer más sosa del mundo, que nos sirvió dos pizzas del tamaño de una plaza de toros, para ellos, tamaño jumbo. Acabamos con el empacho del siglo, pero… que ricas estaban!!! Volviendo para el albergue, una de las calles, hacia una curva, y parecía que entraba en un edificio, para luego salir y continuar el recorrido. Pero la gente se paraba en ella, y es que habían instalado una capilla, con bancos y retablo en medio de la calle! Cosas como esta, junto con retablos y ermitas en medio de ninguna parte nos mostraban la parte más católica de este país.

     

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    Ya en el albergue, como todas las noches, discutimos sobre que hacer al día siguiente, negociamos horarios de levantarse, casi siempre las 8 o así, ya que para esa hora la gente ya está en marcha, y es que amanece 2horas antes que en España aunque conserven la hora. Hoy la frase de la noche es: “the water is potable?” acuñada por Laura al preguntárselo a una rusa que se ha encontrado en el baño. Escribo el diario, nos duchamos, y finalmente caemos rendidos en las camas.


  14. CAPÍTULO 3: 3 junio 2010 Poreç, Rovinj y Pula

     

    Hoy nos levantamos y recogemos todo antes de lo previsto, tan deprisa, que luego aparecen las gafas de Rubén en mi bolso. Pero aún no le hacen falta, y es que está lloviendo. Menos mal que hoy nos vamos a Croacia. En la frontera cambiamos nuestros euros a kunas croatas, la moneda que usaríamos a partir de ahora. Para evitar pagar la autopista eslovena, damos un rodeo, por nacionales, y vemos un poco los parajes verdes y montañosos de este país. Paramos en un mirador lleno de Austriacos, no sabíamos aun que se convertirían en compañeros de viaje, y es que tal como averiguó Jonah, Croacia es en realidad “Austria resort y Alemania park”.

     

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    En la aduana, el guardia nos indica “aparcar y salir del coche”. Sorprendidos salimos, y nos acercamos al policía mientras vemos como la gente enseña el pasaporte estampándolo contra la ventanilla sin abrir de su coche, y pasan sin ningún tipo de control. ¿Qué quieren pues de nosotros? Comienza el interrogatorio, a qué íbamos, por qué, para cuanto tiempo, exactamente a dónde (pregunta difícil de contestar pues no teníamos itinerario concreto, ni destino). Se conoce que no estaba satisfecho con ello, y tras llamar la atención de Rubén por llevar las gafas de sol puestas, pregunta por la persona que mejor hable inglés. Jonah, que es el afortunado, entra con el guardia a un despacho. En él, el tipo croata se convierte en poli bueno, e intenta persuadirle de que si tiene drogas, se las dé, a cambio de una pequeña multa. Le dice que si nos encuentran drogas en el país, tendremos que ir ante el juez, que será peor. Le amenaza con hacerle una prueba de drogas y registrar el coche. Le repite que si tiene drogas no pasa nada, que en algunos países están permitidas, pero que aquí no. La situación es tan hilarante que cuando Jonah nos la cuenta, no podemos dejar de reír. La respuesta a todas sus dudas, es: “si quieres registrar el coche, lo más raro que encontraras es comida”. Menos mal que finalmente le convenció, porque llega a encontrar la bolsa de plástico llena de nesquik y a ver quién explica eso.

     

    Tras este episodio, el coche rueda ya sobre las peligrosas carreteras croatas, con un solo carril en cada sentido, plagadas por conductores suicidas, que adelantan fugazmente incluso en curvas. Laura ve la guadaña unas cuantas veces, y comienza a perderle miedo.

    Tras atravesar Sabudrija, nuestro primer destino el Poreç, pequeño pueblo de pescadores en la península de Istría. Aquí, comenzamos a usar el término “Disney”, denominación francesa de lugares turísticos demasiado artificiales. Paseamos por calles Disney empedradas, compramos el pan, vemos la plaza principal del pueblo, y comemos en el paseo marítimo, sentados frente a las aguas cristalinas, observando el fondo. Mientras un perro intenta comerse nuestros bocatas, y su dueña, no consigue domarlo.

     

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    Antes de llegar a Rovinj, desde la carretera vemos un perfil del pueblo que nos recuerda a las imágenes de las guías, así que no podemos evitar pararnos a practicar con nuestras cámaras. Tras un rato, cogemos el coche de nuevo, del parking que no hemos conseguido pagar porque es imposible tener el importe completo en monedas. Nunca entendimos la zona azul croata.

    Paseamos por el puerto, y llegamos a un mercadillo, donde venden productos típicos, y fruta. A Jonah se le antojan unas cerezas, y al preguntar por el precio, casi muere fulminado por el susto. 10 euros por medio kilo. El tráfico de cerezas nos parece mucho más beneficioso que las drogas y lo consideramos seriamente. De hecho a partir de ahora los productos se considerarían en función de su valor en cerezas. Tras el escándalo, subimos por las calles hacia la iglesia, que está en lo alto y desde la que hay vistas a la ciudad y el mar. Son calles estrechas y empedradas, pero no son tipo Disney, son muy típicas, con los niños jugando y las abuelas asomadas a las ventanas. Los lugareños tiende su ropa en las ventanas, continuando su vida habitual pese a los turistas que invaden el país. Me gusta mucho este lugar.

     

     

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    Se va acercando la noche, y pensamos en buscar sitio para dormir. En un local de Exchange, pone “info”, así que nos acercamos para preguntar por alojamiento. No sabemos qué tipo de negocio tapadera es esa oficina de turismo, pero la respuesta del tipo es que vayamos llamando a las puertas a ver quién nos aloja en su casa. Ante tal muestra de ingenio, decidimos ir a dormir a Pula donde sabemos que hay un albergue de la HI. Volvemos al coche que hemos aparcado en el jardín de una minusválida cuyo perro nos persigue y no deja salir. Rubén tiene que salir del coche a espantarlo, y mientras la señora riéndose. Humor croata, no lo pillamos.

     

     

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    Comienza el diluvio, no tenemos arca, pero el coche resulta un buen resguardo, y conduciendo con sumo cuidado, acuaplanin inclusive, llegamos a Pula. Aparcamos junto a un camino de cabras, que resulta llevar a nuestro albergue, que localizamos tras preguntar en un centro de buceo. Nos alojamos en un bungalow, que está a unos 10 metros de la playa privada. Más glamour imposible.

    Nos instalamos, y decidimos ir al centro a cenar. Vemos las ruinas romanas de la zona, el templo de Augusto del siglo I, y escogemos un restaurante con terraza. En él, nos atiende un joven de la zona, muy agradable. La cena está muy buena, y nos divertimos, bromeando sobre mi Romeo, (que es como bauticé al camarero). A la hora de pagar, tras entregar la cuenta, Rubén y Laura huyen despavoridos. Sorprendidos Jonah y yo nos miramos, ¿Qué habrán hecho esta vez? No tardo en ponerme de todos los colores al ver que el ticket junto con las vueltas de la cena, lleva escrito mi nombre y mi teléfono con letra de Rubén. Huyo yo también antes de que mi Romeo me vea, aunque creo que no ha visto el reverso de la cuenta. Un espectáculo vaya.

    Paseamos por el centro y vemos el famoso anfiteatro “Pula arena”, andamos un poco más, y volvemos a casa, con la idea de darnos un baño nocturno. Pero en el momento que Jonah y yo salimos, comienza a llover un poco, y la perspectiva de la noche fría, nos hace echarnos atrás, y decidimos ir a la cama, que el día ha sido largo.


  15. Hola de nuevo!!

    bueno, Bustin, sabia que me seguirias jeje, a ver si esta semana que tengo mas tiempo le doy un empujoncito a esto!

    pero primero; Vanin S.O.S. la cosa es que me meto en el imageshrk y no esta la opcion de IMG, son todo URL, y no se cual funciona. me pone que alt forum incrusta en miniatura las fotos, pero lo intento y no sale. Me da muca pena porque tengo preparado el proximo capitulo, pero me gustaria arreglar antes los anteriores. Las opciones que me da son:

     

    Enlace

    Directo

    widget

    foro

    "Alt Forum"

    "HTML"

    aqui[/url

     

    mil gracias :bye2:


  16. CAPÍTULO 2: 2 junio2010 Venecia y Murano

     

    Pese a haber apagado la alarma de mi móvil, tengo al lado un moscardón que no me deja en paz, y es que Rubén desde que se levanta hasta que se acuesta tiene la capacidad de dar por saco. Me levanto malhumorada por el brusco despertar, y me ducho. Al salir ya están todos en pie desayunando madalenas, y por alguna razón, muy atentos a mis pasos, que me llevan a la puerta exterior para dejar mis chanclas mojadas. El bautizado posteriormente como “episodio de la puerta”, consiste simplemente en un cabezazo accidental contra un cristal invisible de limpio que estaba. No comprendo el cachondeo que suscita, y aun menos las carcajadas que ellos se empeñan en afirmar que se están aguantando. Paciencia…

     

    Salimos hacia la parada del bus (que no paga nadie), y que nos lleva tras un transbordo a la piazzale de Roma, último punto antes de llegar a Venecia donde dejar los coches y buses. Cruzando el puente de Calatrava, accedemos a la cuidad donde callejeamos, y sacamos miles de fotos, que luego tendríamos que borrar para hacer hueco en las cámaras. Las calles son muy estrechas, y hay miles de puentes, casi tantos como turistas, que ya desde esas horas abarrotaban la cuidad. Hace sol y calor, Rubén se refresca los pies en un agua verdosa donde casi pierde la zapatilla ante nuestras risas. Llegamos al puente Rialto, del que Jonah y yo opinamos que no es tan impresionante, ya que hay otros más bonitos. Quizás sea este de los más famosos por cruzar el gran canal. Paseando, llegamos a la Basílica de San Marcos, que está en obras parcialmente. Ello nos impide sacar alguna foto con perspectiva, pero no desesperamos.

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    A esas horas ya del mediodía, el sol pega fuerte, ocasión que Laura y Rubén aprovechan para tostarse, aunque solo parcialmente, porque un carabinieri llama la atención a Rubén por quitarse la camiseta. Mientras Jonah y yo, exploramos un poco la zona. Bajo los portales de la plaza, hay joyerías, tiendas de souvenirs, terrazas con orquestas… Rescatamos a estos dos antes de que sufran una insolación, y nos ponemos a comer escuchando una orquesta y viendo como un niño coge palomas con una facilidad asombrosa. Iniciamos la búsqueda de un gelatto que comemos en calles a la sombra, que son las únicas que permiten la vida humana a esas horas. Volvemos a la plaza y miramos la posibilidad de subir a la torre del campanario desde donde suponemos habrá bonitas vistas de la ciudad. Tras ver el precio (8€) todos automáticamente rechazamos la propuesta, asombrados por la rapidez con la que hemos alcanzado el consenso.

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    Seguimos andando hacia el vaporetto, y planeamos ir a Murano. Una vez allí, un tipo italiano, nos conduce como si fuéramos un rebaño, hacia una exhibición de cómo hacen figuras a partir del cristal fundido. Vemos rápidamente como hace un caballo y un jarrón, que luego se vendían en la tienda anexa, que nos “invitan” a visitar. Tras ella vemos muchas más tiendas con productos artesanos, y hacemos algunas compras, que acarrearíamos con mucho cuidado el resto del viaje. Comienza a llover, primero son unas pocas gotas y esperamos bajo un porche a que pasen, pero viendo que se avecinaba un chaparrón, decidimos cruzar el puente hacia el único bar del pueblo, que casualmente tenemos frente a nosotros. En él, conocemos a los 5 habitantes de la isla, que además luego iríamos encontrándonos sucesivamente, ya que constituían todo el censo. Casualmente las camareras del bar, se llamaban Laura y Gloria.

     

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    Cuando parece que amaina, salimos y vemos la iglesia desierta del pueblo, y seguimos un camino que solo nos lleva a los jardines de unas casas cercanas. Como no parece que haya mucho más que hacer ahí, volvemos a Venecia en otro vaporetto, viendo el cementerio que se encuentra en una de las islas, y haciendo mil paradas en sitios que no habíamos hecho a la ida. Paseamos de nuevo por las calles, vemos el puente de los suspiros en obras y hacemos las últimas compras del día, ya al atardecer, disfrutando de calles semidesiertas comparadas con las de la mañana atestadas de turistas.

     

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    Compramos unas pizzas para llevar (como no, estamos en Italia) que comemos mientras vemos el puente Rialto. Jonah y yo decidimos preguntar a los gondoleros porqué sus jerséis de rayas, son a veces rojos y otras azules. La respuesta, es que se ponen lo que les apetece cada mañana, no hay jerarquías para los gondoleros. Rubén no se encuentra muy bien, y decidimos volver al camping, no hay que forzar la máquina el primer día, pues aún queda mucho viaje por delante. Paseamos por la carretera para llegar, como ya era tarde, se acabron los buses y tuvimos que andar por la nacional, mientras vemos a nuestras espaldas como en Venecia, celebran algo con fuegos artificiales.


  17. CAPÍTULO 1: 1 junio 2010 Pamplona- Barcelona

     

    Rubén pasa el viaje de bus desde Pamplona, como a él le gusta decir, dando por saco. No coge postura, y cada vez que logro quedarme dormida, se entretiene en despertarme. Sentado junto a Laura, no callan en toda la noche. Tras milenios, llegamos a la estación de Sants, donde bajamos y estiramos las piernas por fin. Pero sorpresa, debíamos haber esperado y bajar en Nord, que es de donde sale nuestro bus. Así que cogemos un tren de cercanías para la estación correcta. En ella cogemos los billetes a Girona, y dejamos los muertos (asi llamamos al equipaje) en las taquillas.

    Son ya las 8am, y salimos a desayunar. Tardamos 1hora, pero da igual, tenemos todo el día para pasar en Barcelona. Andamos hacia la playa, paseamos, y nos sentamos sobre unas rocas desde donde vemos pasar aviones a una frecuencia de 1 por minuto mientras escuchamos música con mi Ipod, que se convertiría en un gran compañero de viaje. Decidimos ir a la playa, y sentarnos sobre unas tumbonas de piedra. El día está nublado, pero sopla una brisa continua, que hace que sea muy agradable estar ahí viendo como un abuelo juega al pádel y unos jóvenes musculados entrenan en un parque un tanto atípico, que no habíamos visto nunca. Tras casi 3 horas que pasarían factura a nuestras pálidas pieles invernales, decidimos levantarnos y caminar hacia la Sagrada Familia para verla una vez más, mientras comemos los bocatas y empanadillas que traíamos de casa. Volvemos a la estación parando ya en un súper para coger crema hidratante, que mis brazos me pedían ya a gritos. Y es que a partir de este momento del viaje, mi piel se convertiría en una bayeta superabsorvente, continuamente pringosa, y que daba la sensación óptica de que vestía dos camisetas.

     

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    Cogemos el bus al aeropuerto, momento del que no recuerdo mucho porque ya caí dormida. Al pasar los detectores, la maleta de Laura pita. “No puede ser” dice ella, pero si, era la nocilla, que el policía decide tirar al contenedor, ante nuestra impotencia de quedarnos sin suculento majar de desayuno. Tras hacer cola, entramos en el avión, donde las azafatas de Ryanair nos recuentan una y mil veces, nos piden que nos identifiquemos, revisan el maletero en busca de algún polizón… Finalmente el tal Francesco que buscan no aparece, pero despegamos, para llegar 10 min tarde a Venecia Treviso.

    En el aeropuerto nos espera Jonah, que también ha tenido sus aventuras para llegar hasta ahí. Utilizo una web para buscar compañeros de viaje y asi ahorrar gastos. Por lo visto está obsesionado con que su coche huele a perro, por un vagabundo con el que ha compartido viaje. También ha venido con un par de chicas, alguna no muy habladora. Nos montamos en el twingo recién perfumado, acomodando las maletas, que parecen caber bastante bien. Peguntando a un señor que encontramos en una cabina, encontramos sin muchas dificultades nuestro camping.

    Nos asignan un chaletazo, con dos habitaciones, cocina, baño, saloncito… ideal para comenzar nuestra convivencia y vida familiar, en esta aventura. Atracamos el chocolate que ha traído Laura, nos duchamos, cenamos con el pan que ha comprado previsoramente Jonah, y nos acostamos tras haber eliminado todos los bichos que nos pudieran incordiar la noche, bajo el ruido de los aviones que sobrevuelan el camping.

     

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  18. Bueno, pues como el foro, una vez mas ha sido cuna valiosisima de informacion, me veo en la obligación moral de contaros nuestras vacaciones en Croacia, lugar que nos ha dejado una huella importante. A todos los que os esteis pensando si ir, dejar de dudar y hacer las maletas.

     

    Este año, eramos 4 personas, dos chicas y dos chicos. Nos conocíamos del colegio, y saliamos desde Barcelona en avión, excepto un amigo que decidió ir en coche desde Paris donde vive ahora mismo. Gracias a él, que se pegó la paliza padre conduciendo, tuvimos la oportunidad de recorrer la costa Dalmata en un twingo, sin aire acondicionado, abarrotado de bartulos, pero con absoluta libertad de movimientos, y de una forma economica. Si viajais allí, ya habreis leido muchas veces que lo mejor es usar coche. Una experiencia inolvidable, no os haceis una idea. Sin mas presentaciones, os dejo aqui el recorrido que hicimos. Os aviso de que unicamente llevabamos reservado el primer camping y los aviones de ida y vuelta, el resto fue improvisacion sobre la marcha, pero no tuvimos ningun problema de encontrar sitios.

     

    1 junio: Pamplona-Barcelona

    2 junio: Venecia y Murano

    3 junio. Poreç Rovinj y Pula

    4 junio: Pula Opatija, Rijeka y Zagreb

    5 junio: Zagreb Lagos del plitvice, Krk otok

    6 junio: Krk, Vrbnik y Zadar

    7 junio: Zadar Parque de Krka Sibenik y Split

    8 junio: Split Trogir Split

    9 junio: Split, Korkula Otok (Vela Luka, Brna, Korkula)

    10 junio: Korkula Otok Orevic Dubrovnik

    11 junio: Dubrovnik Barcelona

     

    Intentare llevar buen ritmo de diario, no me suele gustar alargarlos mucho, porque sino corren el riesgo de olvidarse, pero a ver como me apaño con el nuevo foro. Espero vuestros comentarios.

    • Positivo 1
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