De inter por Francia y Benelux

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Jueves 6 de septiembre.

 

Nos levantamos temprano y nos dispusimos a ver la ciudad, lo más interesante estaba cerca de la estación y del albergue, eso nos permitió ver la ciudad sin problemas. El Castillo de los Duques de Bretaña, la Catedral, los Museos, la Torre LU o el Jardín Botánico (este último con baños gratis, todo un acontecimiento en Francia!! ) son algunas de las cosas que uno no puede perderse cuando va a Nantes.

 

Torre LU

 

 

Castillo

 

Horas más tarde dejamos la ciudad, cogimos un tren hasta Rennes y allí otro a Saint Maló.

 

 

Y por fin habíamos llegado a la costa francesa!!!

Salimos de la estación de tren y nos dirigimos a la de autobuses, que está justo enfrente, empezamos a ver los carteles buscando el número del bus que pasaba por el albergue, no sabíamos cuanto tardaríamos a pie pero estábamos demasiado cansadas como para comprobarlo. Una señora bastante eléctrica vio a Conchi un poco perdida y decidió ofrecerle su ayuda, nos llevó a la parada correspondiente y nos dijo qué número coger, la pobre casi pierde el bus por nuestra culpa. Nos despedimos de ella agradeciéndole la ayuda y nos quedamos allí esperando. En la misma parada había un matrimonio muy amable, nos ayudaron un poco e incluso nos dieron un libro con los horarios de buses, después se subieron al mismo bus que nosotras y le explicaron al conductor a donde íbamos para que él pudiese indicarnos donde debíamos bajar...qué gente más maja no?

 

El albergue no estaba demasiado lejos, al llegar fuimos a pedir habitación. Yo había llevado el carné de alberguista pero Conchi no, a ella le hicieron uno en Francia, cada noche le ponían un sello pero, aun así, tenía que pagar algo más que yo. Así que ya sabéis, es mejor llevar el carné hecho de España, tienes que pagar por hacerlo pero compensa.

Nos dieron una habitación de dos, tanto el albergue como la habitación estaban realmente bien. Dejamos las mochilas y nos fuimos.

 

A pesar de ser ya cerca de las cinco de la tarde todavía no habíamos comido y...qué mejor lugar que la playa? Compramos algo en un super y fuimos a tirarnos en la arena. Hacía un poco de viento y eso dificultaba un poco la tarea, especialmente para mi. Se me había ocurrido comprar una lata de sardinas y meterlas en el pan, pero entre el aceite de la lata, el viento, la falta de cubierto y servilleta...no veáis el numerito que monté y lo pringados de aceite que quedaron mis dedos! Cuando conseguí terminar y limpiarme un poco nos quedamos admirando el paisaje, había bastante gente, alguna incluso se atrevía a bañarse. Nosotras habíamos llevado bikini pero hacía un poco de fresco y nos conformamos con meter un poco los pies en el agua, a decir verdad yo ni eso hice.

 

Enseñando orgullosa mi maravillosa comida

 

 

De camino al Intra-Muros nos encontramos con unos troncos decorativos, lo curioso es que están en la arena. Nos parecieron un tanto raritos pero, sin duda, originales.

 

 

 

 

El Intra-Muros está al final del paseo, justo enfrente del puerto, lo más destacable es su muralla y la Iglesia que está en el medio. Su pico se ve a bastante distancia y sirve de guía para los que como nosotras quieren acercarse a este rincón de la ciudad.

 

 

El Intra-muros, foto de un cuadro que había en una tienda

 

Una vez ya en el interior de la zona amurallada nos dedicamos a callejear y a entrar en las muchas tiendas de souvenirs que había por allí. Eso me recordó un poco a Gibraltar, era algo por el estilo, calles estrechas, cien mil restaurantes y doscientas mil tiendas de souvenirs y cosas por el estilo. También nos entretuvimos admirando el paisaje desde la muralla, que como en Ávila, Lugo, etc....se puede recorrer por encima.

 

 

Y también aquí cenamos, por primera vez en el inter, en un restaurante. La cena fue una simple pizza pero con el frío que hacía nos sentó de maravilla comer algo calentito.

 

Con mi super pizza, la masa era muy fina, demasiado para mi gusto

 

 

Horas despues emprendimos el viaje de vuelta al albergue, parándonos de vez en cuando para hacer alguna foto.

Editado 4 de Marzo del 2011 por suvigo

[varete 0]

Si te digo la verdad Francia nunca me ha llamado mucho la atención como país. Están muy chulas las fotos del día anterior a este, y parece que tiene mucho encanto el castillo.

 

A ver si me convences con la costa francesa

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En serio no te gusta Francia?? pero si Francia es un país maravilloso hombre!!

Si el impresionante Chambord no te ha convencido espero que lo haga Saint Michel, que aparte de Saint Maló es lo único que vimos de la costa francesa. Si no es así siempre me queda París, Estrasburgo o Los Alpes

Vive la France!!!

Editado 4 de Marzo del 2011 por suvigo

[TOM P. 0]

UFF

[suvigo 0]

Estoy de acuerdo en todo:

A la Bretaña espero volver porque no vimos casi nada y me parece que es bastante chula.

Saint Michel preciosa, la próxima vez que vaya espero verla con marea alta.

Y Nantes, nada del otro mundo pero nos quedaba de paso y por eso fuimos.

Editado 2 de Enero del 2008 por suvigo

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Viernes 7 de septiembre

 

Como siempre nos levantamos temprano, metimos todo de nuevo en la mochila y fuimos a desayunar. Los desayunos no eran gran cosa, yo siempre tomaba lo mismo, un chocolate y un poco de nocilla untada en pan, también aprovechaba para guardar tarrinas de nocilla para otros días, no siempre la ponían y no me gusta ni la mantequilla ni la mermelada, con algo había que recuperar fuerzas!

 

Al terminar cogimos con pereza las mochilas y nos fuimos a la parada del bus. En el albergue nos habíamos enterado de que primero debíamos coger un bus a Pontorson, la parada estaba casi enfrente del albergue. El bus no era caro, aunque no recuerdo el precio.

 

Llegamos a Pontorson con retraso y con posibilidades de perder el bus que iba de allí a Saint Michel. Por suerte no puede salir hasta que lleguen los autobuses que tienen conexión con éste. Bajamos de nuestro bus y nos metimos en el otro, cuando el conductor comprobó que no debía esperar por ningún bus más, emprendimos camino hacia la Abadía.

 

Cuando llegamos comprobamos que la marea estaba baja, pero aún así todo estaba precioso. Teníamos unas cuantas horas para ver el lugar porque el autobús de regreso no salía hasta las tres de la tarde.

 

El Mont St Michel en todo su esplendor

 

Por desgracia cargábamos con las mochilas y teníamos escasas esperanzas de poder dejarlas en la Oficina de Turismo, aún así decidimos intentarlo. Nuestras sospechas se confirmaron cuando la amable señorita nos dijo que desde los atentados del 11-S (Puto Bin Laden!!!) no se podían dejar allí las mochilas.

 

Cagándonos en todo emprendimos la subida, y digo subida porque todo aquello eran cuestas y escaleras, que ya es mala suerte!!, menos mal que a aquella hora todavía no había demasiada gente. Y entre casas, tiendas, subidas, escaleras y alguna foto, llegamos a la Abadía. Era un poco cara la entrada, 8 euros creo recordar, pero merecía la pena, aunque sólo sea por las vistas. Por dentro no tiene muchas cosas pero las vistas son muy buenas.

 

Entrando en las callejuelas

 

Una muestra de las muchas escaleras que hay

 

Después de un rato en la cola conseguimos entrar y seguir subiendo, yo sólo me preguntaba cuándo narices íbamos a parar de subir!!

 

Las vistas desde un lado, a que parecen hormigas?

 

y desde el otro

 

Después de ver bien la Abadía por dentro y ver el paisaje, empezamos por fin a bajar, ya había mucha gente por todas partes y nos costó lo suyo. Una vez abajo dimos una vuelta por la muralla y por las tiendas, a las dos nos gustaban unas cajas de galletas con el dibujo del sitio, ya las habíamos visto en otros sitios y nos parecían ideales para llevar de regalo, pero ninguna tenía espacio en la mochila. Al final nos las llevamos en foto, algo es algo...

 

La abadía desde la muralla

 

Las famosas cajas de galletas

 

La Abadía desde fuera

 

 

A falta de una hora para la salida del bus empezamos a ver la zona por fuera e ir un poco por los caminos hechos en la arena, y más nos valía porque según habíamos leído por aquí había arenas movedizas. Yo iba un poco acojonada, la verdad, pero no había de qué preocuparse, si vas por donde debes, claro está.

 

Nuestro bus llegó puntual, lo cogimos y regresamos a Pontorson. Allí nos tocó esperar un buen rato porque el tren a Caen salía más tarde. Cuando por fin llegó nos subimos y nos acomodamos, el viaje sería largo. Una vez en Caen cogimos el tren a París , Oh la la, París!! .

 

Legamos a la estación con un poco de miedo, habíamos reservado albergue pero íbamos a llegar más tarde de la hora, la hora que ponía en la reservs era a las 7 y nosotras llegaríamos cerca de las 8. Intentamos llamar desde una cabina pero no había manera, qué teléfonos más raros leches!! buscamos un mapa del metro y, después de varias vueltas encontramos el nuestro.

Nuestro albergue estaba en el quinto coño pero tenía muy buena aceptación en este foro, "El Dartagnan". Cuando llegamos comprobamos que era bastante chulo, al menos la parte de abajo porque las habitaciones no nos parecieron gran cosa. Por tener no tenían ni armario para dejar las mochilas, nosotras las dejábamos debajo de la cama, habíamos leído en algún sitio que se levantaban. De todas formas nosotras estuvimos allí tres noches y no tuvimos ningún problema, al volver todo seguía en su sitio.

 

Una vez instaladas fuimos a dar una vuelta por la zona, no había nada interesante así que buscamos algún sitio para comprar algo para cenar. Después de varias vueltas encontramos una tienda, bastante cara por cierto, y nos compramos unas galletas tipo Príncipe, hasta tenían un príncipe dibujado, pero de sabor nada que ver . Pues eso, que nos compramos nuestro dichoso paquete de galletas de unos 4 euros!! y un batido y volvimos al albergue.

 

Al llegar nos sentamos en una de las mesas con nuestra maravillosa cena pero poco después vino el vigilante, un tipo enorme, a echarnos a nosotras y a otros que también estaban allí cenando. Le preguntamos si podíamos ir a la sala de la televisión y nos dijo que sí, en la tele estaban con un partido de rugby, aún nos echamos unas risas con los golpes que se llevaban los enormes jugadores. Terminamos la cena y volvimos a la habitación, que estaba ocupada por algunas chicas, nos dimos una ducha y para camita a descansar, que buena falta nos hacía!

Editado 4 de Marzo del 2011 por suvigo

[forteviajero 0]

¡Te sigo Susana!

[alejandromagno 1]

San Mitchel es impresionante, yo creo que nuca te cansas de visitarlos por mucho que vayas.

 

Varete, ir a Francia es obligatorio

[varete 0]

Al final me haréis ir y todo.... odio este foro!

[forteviajero 0]

jajaja di que sí varete!!

Ésta es una de esas zonas que quiero visitar. De hecho, estoy pensando hacer una escapada de Bélgica, a donde iré en junio una semana. ¿Es muy descabellado? Por carretera hay 500 km., a lo mejor hay tren...