One pivo, please!

[carbayon 1]

Sólo con leerte a uno, ya se le ponen los pelos como escarpias. La última frase, ya la conocía aunque no sabía de quién era. Ahora ya no se me va olvidar quién fue el primero en decirlo. Desde luego que hay cada turista que... porque ahí puedes sacar alguna foto. Para que los que no fueron, entiendan lo que allí ocurrió. Pero sonriendo...

[old 1]

joe, al leerte recuerdo otra vez mi estancia en los campos de concentración..... qué recuerdos....

 

Sigue así

[Fish 0]

¡¡Por fin resucitó el foro!!

 

En todo este tiempo con la página caída, yo tuve mi propio sufrimiento particular con la telefónica, pero al final arreglaron lo que sea que estuviera jodido y por fin puedo volver a navegar a velocidad medio normal y subir fotos de nuevo.

 

Pongo un par de las que debía, de las primeras horas en la maravillosa Cracovia:

 

Fish - ¡Que no falten las pivos!

 

Plaza del Mercado, Krakow

 

Mi compi de aventuras y desventuras interraileras - Saliendo de uno de los famosos búnkeres. Esta es del siguiente capítulo, la segunda noche en Krakow

[cadeer 0]

ese fish!

 

el foro Y los diarios are back!

 

Esas fotitos fish, y esa rodilla pa tudela... no comentas ya que tal te iba. Seguia jodiendo o mas o menos iba el dolor suavizando?

 

A ver cuando siguen las aventuras

 

Agur!

[wiki 1]

Esos garitos de Cracovia, lo mejor cuando cierran y la peña sube empetada de pivos escalera pa´rriba, todo quisque empujando a los que están por arriba para salir, eso si, prohibido despedirse en la puerta porque se montan unos pollos.

 

Por cierto Fish eres el hombre surtido cuétara las pillas surtidas!!!

 

 

Como a Zp le de por una ley seca, cierran este foro

[Fish 0]

cadeer, pues la rodilla seguía (y sigue) jodida, no lo voy comentando mucho porque me repetiría a cada capítulo. El dolor se suavizaba los días que dormía en albergue en lugar de en el tren, o si algún día pillaban muchas horas de viaje sin andar. Pero luego llegaba a donde fuera y me pegaba la panzada de andar y otra vez jodida, pero bueno, con la rodillera elástica esa que se ve en las fotos aguantaba sin problemas las caminatas que fueran. Cojeando sí, pero sin sufrir demasiado.

 

timofónica/wiki, el surtido cuétara es porque queríamos probar birras distintas, la amplia variedad de piwos polacas nos obligaba a ello. Si nosotros en verdad fuimos a la zona D para jartarnos de pivos, las ciudades en realidad nos la sudaban

[annabarcelona 0]

Ya he vuelto!!! (se retraso mi vuelta por la caida del servidor del foro )

Impresionante lo de Auschtwiz, yo queria ir desde Praga (salen autobuses diarios), pero a mi novio no le hizo gracia, otra vez sera!!

 

Sigue!!

[Fish 0]

¡Bienvenida anna! Espero que tu mini-inter por aquellos lares haya ido genial!! Ya contarás.

 

Mañana pondré otro capítulo, que ahora estoy perro para ponerme a subir fotos y demás, me voy a la piltra que mañana hay que levantarse a estudiar ¡Buenas noches!

[SuperNova 5]

Impresionante el capítulo de Auschwitz, que acabo de leer ahora porque no me dio tiempo a ello antes de que el foro muriera. Debería haber vigilantes controlando que los turistas no hicieran el imbécil y jugaran de esa manera con la memoria de los que allí sufrieron.

 

Esperando nuevo capítulo.

[Fish 0]

13 de Julio de 2006. Día 8 (parte II).

CAPÍTULO UNDÉCIMO:

“KRAKOW UNDERGROUND 2, SEGUNDO ASALTO”

 

Con este título tan aclarativo y a la vez tan sumamente chungo que parece sacado de la última aberración cinematográfica de Steven Seagal, y a falta de ocurrírseme otro mejor, me dispongo a contar nuestras peripecias de la segunda noche que pasamos en los búnkeres de Krakow.

 

El tren hacia Cracovia se retrasó una media hora, circunstancia que aproveché para actualizar un poco el diario, que como de costumbre iba dos días atrasado. La razón era que este año me había dado por currármelo y me liaba a escribir unos tochos acongojantes. Todo ello con vistas a un próximo libro que si nadie me detiene titularé “Los mundos de Fish”, y que espero que sea mi pasaporte a la fama internacional y pueda vivir de escribir y no de ser un puto informático.

 

La intención de revelar mi plan secreto no es otra que la de lanzar una sutil indirecta al astuto lector (por si acaso aclaro para los menos astutos que vengo a decir que cuando lo publique ya me podéis comprar el libro, cabronazos).

 

Volviendo a la historia, llegó el tren y durante el viaje conocimos a unos españoles con los que viajamos hasta Cracovia mientras hablábamos de nuestros respectivos interrailes y comíamos galletas. Quedamos con ellos para salir más tarde, y nos despedimos mientras engullíamos unos suculentos kebabs (benditos sean) de camino al albergue.

 

Nos retrasamos un poco y luego no hubo manera de encontrar el bar donde estaban, y tras infructuosos intentos de comunicación vía móvil fuimos por nuestra cuenta buscando garitos en los alrededores de la Plaza del Mercado, centro neurálgico de la noche cracoviense. Los nazigorilas de un buen número de ellos no nos dejaron entrar, pero no cejamos en nuestro empeño y visitamos varios búnkeres tomando alguna pivo que otra. Al final encontramos no muy lejos un sótano cojonudo, bastante jevilongo y con interesante percal femenino donde nos quedamos la mayor parte de la noche.

 

Nuevamente no faltó la deliciosa y barata cerveza polaca, que bebimos con tranquilidad hasta que nos vimos mezclados en el pogo heavy que se desató al fondo del local. La música era excelente, y verdaderamente aquel antro subterráneo, llamado “Jazz Rock Café” fue de lo mejor de la Cracovia nocturna. Tengo ya localizada su ubicación porque no dudo que volveré en alguna futura visita a la ciudad polaca, que espero no se haga esperar mucho.

 

El sótano se fue vaciando con el paso de las horas y nos fuimos a por la última cerveza al “The Tower”, el búnker donde habíamos estado la noche anterior, pero ya había cerrado y el bajón fue considerable al percatarnos de que estaba amaneciendo, así que decidimos regresar al albergue no sin comprar antes unos kebabs para el largo camino (benditos sean de nuevo).

 

Llegando a nuestro destino nos encontramos con unas cuantas españolas a las que acompañamos un trecho del camino. Iba también con ellas un turco que o estaba loco o muy puesto o probablemente ambas cosas, que nos empezó a dar la brasa con que era hijo del imperio otomano, se flipaba y venga a hablar de Turkey por arriba, Turkey por abajo, para seguir luego otra vez con el imperio otomano y contarnos que allí él tiraba los papeles de los kebabs al suelo y no a las papeleras y nosotros flipando con la charla surrealista que nos estaba dando aquel personaje.

 

Así de entretenidos fuimos, sin poder hablar mucho con las españolas porque el turco se nos ponía chungo-agresivo otra vez con que era hijo del imperio otomano, hasta que nos separamos del grupo un poco más adelante para dirigir nuestros pasos hacia nuestro albergue, aún escuchando “Turkey! Turkey!” en la lejanía.